Este estudio se basa en la historia del llamamiento de los cuatro primeros discípulos de Jesús, a saber: Simón (Pedro), Andrés, Juan y Jacobo (Santiago).
A continuación te presentamos un esquema que te ayudará a comprender mejor esta publicación y a saber cómo navegar a través de ella:
Este estudio está pensado para grupos de estudio de la Biblia, tanto para jóvenes como para adultos.
El mismo es sencillo, pero abarcativo, es extenso y al mismo tiempo ágil, y por lo tanto es posible enseñarlo de manera completa en un sólo encuentro/clase. El lenguaje es simple y no es necesario tener muchos conocimientos previos.
La clase puede comprender fácilmente todos los conceptos expresados, aunque el principal es que todos los cristianos debemos pasar tiempo con Dios y que el camino espiritual es un proceso que todos tenemos que transitar.
El mismo tiene la finalidad de demostrar que, incluso en el Reino de Dios, hay procesos que deben cumplirse. Y si bien hay muchísimas enseñanzas que pueden aparecer a lo largo del mismo, esta es una lección que todo el pueblo de Dios necesita entender.
Por más que Dios tenga tanto poder y tanta capacidad para obrar milagros, los seres humanos vamos avanzando de a cortos pasos por nuestro peregrinar espiritual por este mundo. Y por ende, apurarse o pretender tomar atajos no nos ayudará a acelerar los procesos.
Lo importante a tener en cuenta es que nuestros pasos hacia dicha madurez espiritual deben ser firmes, y además, nuestra vocación de servicio, nuestro amor a Dios y nuestra entrega tienen que ser verdaderas.
Debemos saber que a pesar de los altibajos y/o de las distintas situaciones que debamos enfrentar, siempre es posible avanzar hacia la meta del supremo llamamiento, y esto depende, por sobre todas las cosas, de cuánta comunión logremos tener con Dios.
Estudio Bíblico
Llamamiento de los primeros discípulos – Texto bíblico: Marcos 1.16-21
16 Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando una red en el mar, porque eran pescadores. 17 Y Jesús les dijo: «Vengan conmigo, y Yo haré que ustedes sean pescadores de hombres». 18 Dejando al instante las redes, ellos lo siguieron.
19 Yendo un poco más adelante, Jesús vio a Jacobo, el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes. 20 Al instante los llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron con Jesús.
21 Entraron en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar.
Preguntas introductorias, aclaraciones y enseñanzas para el grupo (1)
¿Cuándo y desde qué momento histórico comienzan los sinópticos a relatar el ministerio de Jesús? Respuestas:
Texto bíblico – Marcos 1.14: “Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio de Dios”.
Lucas, después de relatar el bautismo y la tentación, nos dice lo mismo:
Lucas 4.14-15: “14 Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las nuevas acerca de Él se divulgaron por toda aquella región. 15 Y enseñaba en sus sinagogas, siendo alabado por todos”.
Ministerio de Jesús (Tener en cuenta las Ayudas para el maestro 1)
Línea cronológica de tiempo
Primer encuentro de los discípulos con Jesús – Juan 1.28; 35-42
28 Estas cosas sucedieron en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Los primeros discípulos
35 Al día siguiente Juan estaba otra vez allí con dos de sus discípulos, 36 y vio a Jesús que pasaba, y dijo*: «Ahí está el Cordero de Dios». 37 Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús. 38 Jesús se volvió, y viendo que lo seguían, les dijo: «¿Qué buscan?». Y ellos le dijeron: «Rabí (que traducido quiere decir Maestro), ¿dónde te hospedas?». 39 «Vengan y verán», les dijo Jesús. Entonces fueron y vieron dónde se hospedaba; y se quedaron con Él aquel día, porque eran como las cuatro de la tarde.
40 Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro. 41 Él encontró primero a su hermano Simón, y le dijo: «Hemos hallado al Mesías» (que traducido quiere decir, Cristo). 42 Entonces lo trajo a Jesús. Jesús mirándolo, dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado Cefas», que quiere decir Pedro.
43 Al día siguiente Jesús se propuso salir para Galilea, y encontró a Felipe, y le dijo: «Sígueme». 44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe encontró a Natanael.
Más preguntas, aclaraciones y enseñanzas para el grupo (2)
Enseñanzas
En este texto podemos ver que los primeros cuatro discípulos conocieron a Jesús mucho antes de ser llamados, que es lo que habíamos leído en los versículos del primer texto bíblico que vimos (Marcos 1.16-21).
Había una búsqueda por parte de estos discípulos por lo espiritual. Una búsqueda de Dios. Es por eso que siguieron primeramente a Juan el bautista, y luego, cuando este apuntó hacia Jesús, entonces lo siguieron a Él.
Dios no llama a servir a aquellos que no hayan tenido un tiempo de búsqueda espiritual, de preparación y de comunión con Jesús. Todo aquel que quiera servir a Dios necesita primeramente pasar un buen tiempo con Jesús.
Notar que:
Ellos siguieron a Jesús al momento; no esperaron. Juan no tuvo que convencerlos de nada, ellos le creyeron y fueron a Jesús.
Jesús se dio cuenta de que le seguían. Aunque ellos no le dijeran nada, Él tomó la iniciativa. ¡Cuando Le buscamos de verdad, Jesús siempre tiene parte activa en nuestro encuentro!
La pregunta de ellos: ¿Dónde moras? Era un sinónimo de: “Invítame a tu casa, quiero escuchar lo que tienes que decir” (si bien le habían creído a Juan en Bautista, ellos debían convencerse por sí mismos).
En cuanto escucharon Su mensaje, al otro día y sin perder tiempo, fueron y buscaron a sus hermanos. Esta debería ser una característica permanente de todos aquellos que conocemos al Señor. ¿No te sucedió que apenas lo conociste tenías un gran fuego para hablar de Él a otros, y que luego, al pasar el tiempo lo fuiste perdiendo? ¡No es así como debería ser!
Preguntas
Si bien Juan omite la historia del bautismo de Jesús, todo esto sucedió después de su bautismo. ¿De dónde llegó Jesús para ser bautizado?
Texto bíblico: Entonces Jesús llegó de Galilea al Jordán, a donde estaba Juan, para ser bautizado por él. (Mateo 3.13)
¿Dónde exactamente predicaba Juan el Bautista?
Texto bíblico: Y Juan fue por toda la región alrededor del Jordán, predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados (Lucas 3.3)
Introducción al mapa bíblico
Dibujar un mapa con puntos principales
Señalar los mismos a medida que se van nombrando ciudades
Para el maestro: Leer bien todos los textos de este estudio y remarcar las idas y vueltas de Jesús desde Galilea y hasta los distintos puntos.
Para destacar: Juan el Bautista y su misión (Ayudas para el maestro 3). Aclaración: Esta es una reflexión complementaria. Puede omitirse.
Mapa de Israel en tiempos de Jesús
Jesús bautiza en Judea – Juan 3.22-30
22 Después de esto Jesús vino con Sus discípulos a la tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizaba. 23 Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados. 24 Porque Juan todavía no había sido puesto en la cárcel.
Nuevas aclaraciones y enseñanzas para el grupo (3)
Comienzo del ministerio de Jesús en Judea.
Señalar en mapa y volver a la línea de tiempo. Enfatizar que todo esto sucedió antes de que Jesús comenzara Su ministerio en Galilea, y por lo tanto, antes de que el Señor llamara a Sus discípulos a ser pescadores de hombres.
Aquellos que habrían de ser llamados discípulos, aún no habían sido llamados para está misión por Jesús. Por esta razón no estaban permanentemente con Él, aunque es obvio que pronto lo harían.
Todo esto no está relatado en los sinópticos. Por lo tanto, es gracias a Juan que podemos saber algo más del inicio del ministerio de Jesús, en ese paréntesis de tiempo entre Su bautismo y el traslado de Su ministerio a Galilea.
Veamos algo más sobre el mismo:
Vuelta a Galilea – Juan 4.1-3
1Por tanto, cuando el Señor supo que los fariseos habían oído que Él hacía y bautizaba más discípulos que Juan 2 (aunque Jesús mismo no bautizaba, sino Sus discípulos), 3 salió de Judea y se fue otra vez para Galilea. 4 Y Él tenía que pasar por Samaria.
Aclaraciones y enseñanzas para el grupo (4)
Hubieron dos “detonantes” para que Jesús fuera a establecer su ministerio en Galilea:
Que los fariseos comenzaran a prestar atención a Su ministerio. Si se quedaba ejerciéndolo en ese territorio con toda certeza el mismo hubiese sido mucho más corto.
El encarcelamiento de Juan el bautista, como ya leímos en Marcos 1.14 (en el relato de Juan 3.22-36 Juan todavía estaba ejerciendo su ministerio, lo cual hizo hasta un tiempo después de bautizar a Jesús, y un breve tiempo antes de que Él comenzara su ministerio en Galilea – Mostrar en línea de tiempo).
A partir de esta mención de Juan, con excepción del relato de Jesús en Samaria (Juan 4.1-45), ya nada sabemos sobre lo que hizo Jesús entre su bautismo y su ministerio en Galilea.
Veamos ahora qué sucedió en Betsaida (la ciudad de los cuatro hermanos):
Llamamiento a ser pescadores de hombres – Lucas 5.1-11
1 Aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre Él para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret, 2 vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara un poco de tierra; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca. 4 Al terminar de hablar, dijo a Simón: «Sal a la parte más profunda y echen sus redes para pescar».
5 Simón le contestó: «Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque Tú lo pides, echaré las redes». 6 Cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían. 7 Entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
8 Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: «¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!». 9 Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la gran pesca que habían hecho; 10 y lo mismo les sucedió también a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». 11 Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, siguieron a Jesús.
Nuevas preguntas, aclaraciones y enseñanzas para el grupo (5)
Aclaraciones y enseñanzas
Por lo que vemos, este es otro relato del mismo acontecimiento narrado por Marcos. Este relato tiene muchos más detalles, veamos solo algunos:
En primer lugar, es más que probable que estuvieran en Betsaida, de donde eran los cuatro discípulos y en donde tenían su empresa de barcos de pesca (Señalar nuevamente en el mapa).
Más allá de esto, notemos que la gente ya se agolpaba para oír la palabra de Dios. Esto indica que Jesús ya había estado algún tiempo predicando, sanando y echando demonios. Es decir que su ministerio no había comenzado recientemente en Galilea. Pero a pesar de esto, notar igualmente lo dicho por Juan en Juan 3.26: “todos van a Él”. Esto quiere decir que Su fama comenzó a extenderse desde antes que comenzara en Galilea. Por ende, ¿cuánto tiempo pasó desde el comienzo del mismo? Eso es algo que no podemos calcular.
Ahora, más allá de esto último, notar especialmente que sus seguidores: ¡Aún no habían sido hechos discípulos! Todavía no los había llamado a ser pescadores de hombres. Jesús no buscó tener discípulos antes de comenzar con su ministerio. ¡Fue al revés! ¡Cuántos hay que pretenden tener grandes ministerios sin haber trabajado duro en ellos!
¿Por qué se subió a la barca de Simón tal como si supiera que él habría de obedecerle? Porque Simón ya lo conocía, ya lo había identificado como Mesías y reconocía Su autoridad sobre su vida. Jesús no necesitó hacer ningún milagro especial para que Simón le obedeciera. La prueba está en el pedido de ir a pescar nuevamente (Lucas 5.5 que acabamos de leer: “porque tú lo pides”). Aún Jesús, siendo quien era, fue construyendo su ministerio de a poco. ¡Cuán grande enseñanza para nosotros! ¿Cierto?
Pregunta para la clase
Pregunta: ¿Por qué tanto Simon Pedro como los otros se asombraron tanto de ver el milagro de la pesca? ¿Por qué Simón le pidió a Jesú que se apartara de él, dado que era un hombre pecador (V8)? ¿No era que ya habían reconocido al Señor como el Mesías? ¿Qué sucedió en dicha ocasión? ¿Qué crees?
Respuesta: Jesús se revela a cada uno de nosotros en forma progresiva. Ellos ya sabían que era el Mesías, lo que quedaba por entender era que Jesús era el Hijo de Dios. No es lo mismo.
De a poco irían descubriendo que Jesús y el Padre eran uno, que ambos tenían poder y autoridad, que ambos trabajaban en conjunto, que Jesús tenía autoridad hasta para perdonar pecados, levantar muertos, que iba a morir, resucitar, ascender y preparar un lugar para cada uno de ellos (y de nosotros).
Pero no podían asimilar todo de una sola vez. Como con ellos, Dios se revela a nuestras vidas en forma progresiva, siempre y cuando pasemos tiempo en Su presencia. Esa es nuestra decisión. ¿Cómo es contigo? ¿En verdad pasas buen tiempo con tu Señor?
Nombramiento de los doce – Marcos 3.13-15
13 Después Jesús subió al monte, llamó a los que Él quiso, y ellos vinieron a Él. 14 Designó a doce, para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar, 15 y para que tuvieran autoridad de expulsar demonios.
16 Designó, pues, a los doce: Simón (a quien puso por nombre Pedro), 17 Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan hermano de Jacobo (a quienes puso por nombre Boanerges, que significa: «Hijos del Trueno»); 18 Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananita; 19 y Judas Iscariote, el que también lo entregó.
Mateo 10.1-4
1 Llamando a Sus doce discípulos, Jesús les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; y Jacobo, el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo, el hijo de Alfeo, y Tadeo; 4 Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también lo entregó.
Conclusión:
Aún en el Reino de los Cielos puede evidenciarse un proceso:
En la revelación de Dios (Consideremos el ejemplo de Job: “He sabido de Ti solo de oídas pero ahora mis ojos te ven.” Job 42.5)
En el entendimiento de los Hijos de Dios (Juan 16.12)
También en cuanto al llamado y a las responsabilidades en el mismo. Pensemos en estos cuatro discípulos:
Buscaron a Dios
Encontraron a quien preparaba el camino para la venida del Rey del Reino (Juan el Bautista)
Luego encontraron al Rey, Mesías, Hijo de Dios y Segunda persona de la Trinidad (A Jesucristo)
Habiéndolo encontrado, primero solamente lo reconocieron como Mesías (Juan 1.41), Luego como Señor (Lucas 11.1) y por último como Dios (Juan 1.1, 20.28 1 Timoteo 3.16).
Primero fueron seguidores, después discípulos, más tarde pescadores de hombres y por último apóstoles.
¡Todo a su tiempo!
Entonces, ¿qué es lo importante? ¿Tú qué crees?
¿Cuánto tiempo dedicas para estar en comunión con Él?
¿Cuánto gozo tienes en Su servicio?
¿Cuán apurado estás por tener tal o cuál ministerio?
¿No crees que todo está en Su mano, que la Iglesia es sólo suya? ¿Y entonces?
Por tanto, ¿por qué apresurarse? Mejor ir con pasos firmes, buscar la comunión con Él y luego, él se encargará de cada cosa (dones, ministerios, responsabilidades, etc., etc.) ¿Estás de acuerdo?
En en Reino Espiritual cada cosa depende de Dios y todo tiene su proceso. ¡Preocúpate por avanzar firme en el tuyo!
Consejos para el Maestro/ La Maestra
En primer lugar, cada grupo tiene sus propios tiempos y una base bíblica dada. Este estudio tiene contenidos muy básicos para algunos, y posiblemente también, muy elevados para otros. Lo importante es que tomes lo que necesites y descartes el resto. O, en el caso de no ser tan elevado para tu grupo, que puedas ayudarte de otros materiales (Biblias de estudio, Comentarios Bíblicos, Diccionarios, etc., etc.).
Más allá de lo dicho, ten en cuenta que necesitarás por lo menos dos horas para poder terminar con este estudio, siempre y cuando los participantes del grupo no se desvíen mucho del tema cuando les des el espacio para participar (lo cual es más que importante). Si no cuentas con ese tiempo, tal vez lo mejor pueda ser dividir este estudio en dos partes.
Volviendo al tema de la participación:
Toda clase es más productiva cuando los miembros participan. Al hacerlo expresan dudas o afirmaciones que te permiten ver hasta donde han comprendido lo explicado, dándote la posibilidad de re-explicar lo no entendido.
Los conceptos expresados por los participantes se fijan más en sus mentes.
La clase se vuelve mucho más amena.
Usa un pizarrón, una cartulina, un proyector o lo que tengas a mano para dibujar el mapa y la línea de tiempo. Las suyas visuales ayudan mucho para la comprensión.
Si tienes la posibilidad, enseña parada/o, muévete, cambia el tono de voz al leer (o mejor aún, permite a otros leer los textos) todo ayuda a captar más la atención, a mejorar la concentración, y por ende, a retener más los conceptos.
Usa distintas traducciones de la Biblia
Permite las preguntas, orienta a los que están perdidos, no permitas que nadie quede en ridículo o se sienta disminuido si es que no entiende o se equivoca, re-orienta a los que se van por las ramas, escucha lo que tengan para preguntar (en todo caso, acuerda para después de la clase para despejar dudas de otros temas que surjan). Repite los conceptos principales.
Todo esto ayudará a que la clase sea bien aprovechada. Dios te de sabiduría, paciencia, entendimiento, conocimiento y amor.
Ayudas para el Maestro
1- Los Evangelios Sinópticos
(Mateo, Marcos y Lucas) nos narran los acontecimientos, enseñanzas y milagros de Jesús a partir del establecimiento de Su ministerio en Galilea.
Si Juan no se hubiese propuesto relatar una parte de lo que hizo Jesús, antes de mudar Su ministerio a dicha provincia, nada sabríamos al respecto.
Es por este apóstol que sabemos que Jesús comenzó su ministerio en Judea pasando, sin detenerse mucho, por Samaria (Juan 3), y que luego lo llevó a Galilea (mostrar en mapa).
A partir del relato del apóstol Juan, podemos ver lo que sucedió con sus primeros discípulos antes de ser llamados por Jesús en Galilea. Y es esto lo que veremos en el resto del estudio.
2- En cuanto a los datos de los Evangelios
Los mismos se encuentran en todas las Biblias de estudio. No los agregaremos aquí para no alargar demasiado esta publicación. Aún así, lo más importante para este estudio (según nuestro criterio) es lo siguiente:
Los destinatarios del Evangelio de Marcos eran los romanos, un pueblo práctico, que en contraste con los griegos, no disfrutaban de largas disertaciones.
En Marcos vemos a Jesús yendo de un lado para el otro. Termina una cosa y ya está haciendo otra. ¡No para! Los relatos son normalmente breves y los caracteriza la acción. Marcos normalmente no se detiene en los detalles y el resultado es una narración ágil y práctica.
Mateo les escribe a los Judíos. Al igual que Marcos, Mateo no ofrece un orden cronológico de los hechos. Mateo está interesado en que los judíos vean que Jesús es el Mesías profetizado, es por esta razón que el número de referencias proféticas citadas es tan elevado.
Por otro lado, Lucas se propone escribir cuanto dato haya encontrado en el mejor orden que ha podido. Por eso hallamos tantas referencias históricas que nos ayudan a ubicarnos en tiempo y espacio; y a su vez, por eso tantos detalles que nos ayudan a comprender mejor cada historia.
El de Juan es el más “reciente” de todos los Evangelios. Cuando Juan escribe el suyo, ya todos los demás habían sido escritos, es por eso que Juan no se preocupa por relatar todo lo que hizo Jesús, sino que su propósito fue, entre otros, complementar lo que los demás habían escrito.
Este evangelio se escribió para el año 100 d.C., es decir cerca de cuarenta años después que el de Marcos, el cual fue el primero en escribirse.
Estos detalles nos permiten comprender un poco más sobre la razón de las diferencias entre los cuatro Evangelios, y nos ayudan a darnos cuenta de la importancia de leer todos y cada uno de ellos.
Gracias a Juan podemos ver qué sucedió en el ministerio de Jesús antes de que el mismo fuera llevado, casi exclusivamente, a Galilea. Es por esto que hemos podido hacer este estudio.
3- Juan el Bautista
Este poderoso hombre de Dios fue tan grande que el mismo Jesús dio testimonio diciendo: “En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.” (Mateo 11.11).
Juan tenía tal claridad en cuanto a su ministerio y posición en el reino de Dios que fue un ejemplo en todo sentido para cada uno de nosotros. Aceptó y cumplió con el Nazareato, fue un hombre simple que no fijó su vista en los placeres terrenales, sino que toda su mirada estuvo dirigida hacia su objetivo: Cumplir a conciencia su llamado, con el objetivo de Dios para su vida.
Cuando Jesús se hizo presente no le tembló el pulso en dirigir la mirada de sus propios discípulos hacia Él: “Ahí está el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. 30 Este es Aquel de quien yo dije: “Después de mí viene un Hombre que es antes de mí porque era primero que yo”. (Juan 1.29-30)
No se obsesionó con el poder (leer Juan 3.25-34), no pensó en que sus discípulos eran suyos propios, todo lo que hizo, lo hizo pensando en cumplir con su ministerio. ¡Cuán grande ejemplo para cada uno de nosotros!
¿Será que también nosotros podremos lograr tal claridad mental y espiritual? ¿Será que podremos hacer nuestra tarea de preparar el camino para que otras personas puedan llegar a Cristo? ¿Podremos tener la humildad suficiente como para proponernos ser tan transparentes que los demás solo van a Cristo y no a nuestras personas? ¡Dios bendiga y trabaje nuestras mentes y corazones!
Otras herramientas
Gracia y Vida tiene un comentario sobre el Evangelio de Juan el cual se divide en distintas publicaciones, creemos que las siguientes pudieran ser de ayuda:
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