Comentario Bíblico Devocional sobre el Evangelio de Juan
Tabla de contenidos
Introducción al comentario bíblico de Juan 1.9-11
En este estudio veremos quién es la luz Verdadera, qué debemos entender por «mundo», es decir, cuál es el alcance de la luz de Cristo, y también la implicancia de no reconocerle ni recibirle. Más allá de esto, analizaremos circunstancias históricas, veremos algunas interpretaciones sobre el texto y también, en la medida de lo posible, aplicaremos el texto a nuestras vidas.
Texto Bíblico: Juan 1.9, 10 y 11
9 Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre.10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. (LBLA )
Comentario bíblico, estudio y explicación
Versículo 9
Existía la luz verdadera (La preexistencia de la Luz verdadera)
En estos textos apóstol Juan vuelve a tocar el tema de la luz de Jesús. Ya había hablado sobre la luz en otros versículos (V4 y 5); pero esta vez nos dice que Jesús es la luz verdadera (o genuina) y tiene la capacidad de iluminar a todo hombre que se encuentre en oscuridad espiritual.
Por otro lado, Juan, el escritor de este evangelio, continúa aquí con su propósito de demostrar la diferencia entre Jesús y Juan el bautista, ésto era necesario para aquellos que se pudieran confundir con lo enseñado por los seguidores de Juan el bautista, quienes seguían operando para el 100 d.C. (Ver más sobre esto en la introducción al comentario de Juan de Gracia y Vida).
Juan el apóstol dice entonces que, en contraste con quién no es la luz (Juan el bautista, versículos 7-8), Jesús sí es la luz y que su luz es verdadera. Por ende, lo que el apóstol pretende es cortar aquí con cualquier pretensión de los seguidores contemporáneos del bautista y decir claramente que Jesús es el único con capacidad de alumbrarnos para encontrar el camino hacia el Padre.
Sería bueno en este punto que también puedas leer nuevamente los versículos 4 y 5 del presente capítulo, y si lo consideras apropiado, incluso puedes leer el estudio sobre dichos versículos. En ellos Juan nos dice que Jesús es la vida, que la vida es alcanzada gracias a la luz de Jesús, y que la misma nos alumbra con el propósito de que salgamos del estado de oscuridad espiritual.
Juan 1.4 – Jesús es la vida y la Luz de los hombres
Juan 1.5 – La luz brilla en medio de las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron
Siguiendo con nuestro versículo, Juan ahora nos dice que esta luz vino al mundo:
Al venir al mundo (La encarnación del Creador)
Algo que debemos destacar sobre esta luz es que ha venido por sí sola, no la hemos tenido que buscar, ella misma ha descendido por amor para iluminar a todo el mundo. Esta porción del texto nos muestra por lo menos dos cosas más. La primera es muy obvia, pero digna de ser considerada:
Jesús se encarnó en un tiempo determinado
No sabemos en qué estado estaba antes o en qué condición morfológica se encontraba. ¿Sería espíritu al igual que el Padre (Juan 4.24) y el Espíritu Santo? Entendemos que sí. Pero, lo que sí sabemos con certeza, es que Jesús se encarnó en un momento determinado y que vino con un gran propósito: Permitir que todo aquel que en Él crea pueda hallar la vida eterna (Juan 3.16).
Al pensar en Jesús preencarnado podríamos hacer muchas hipótesis y hablar sobre muchos y muy variados temas, por ejemplo, sobre las teofanías, ¿Sabías que según muchos de nuestros teólogos, quien se presentaba delante de los hombres en el Antiguo Testamento era Jesucristo antes de su encarnación? (Tratamos muy brevemente este tema en el estudio de Juan 1.18)
Según ellos, muchas veces se presentó incluso en forma humana, recordemos por ejemplo los siguientes tres casos: Los tres hombres frente a Abraham (Génesis 18), aquel que peleó con Jacob (Génesis 32), o quién se presentó frente a los padres de Sansón (Jueces 13). Existen otros ejemplos más, pero… cómo sería su fisiología o si realmente sería Jesús, es algo que quizás Él mismo nos revele cuando estemos en su gloria.
Pero, por lo pronto, la especulación no nos dará mayores beneficios. Mejor es que nos concentremos en lo que sí nos ha sido revelado. Y sobre lo que no sabemos, tal vez no sea tan importante para nosotros hoy, de otra manera nos hubiera sido revelado, ¿No lo crees?
Entonces, ¿Qué es lo que sabemos en forma segura? Bueno, sabemos que Jesús se encarnó en un momento de la historia de la humanidad, hace poco más de dos mil años, y que lo hizo por amor.
La segunda cosa de la que podemos hablar es que:
La luz no era para algunos pocos, sino para todo el mundo
Todo el mundo, tú y yo incluídos. Esta luz está disponible para todos aquellos que queramos aceptarla. Así que bueno sería que lo hagamos hoy mismo. ¿Estarás dispuesto a hacerlo?
(Si no sabes cómo hacerlo, si quieres comenzar una vida con Dios y necesitas que te guiemos, te invitamos a escribirnos; o también si lo deseas, puedes leer el siguiente estudio: ¿Cómo obtener una nueva vida con Dios y la salvación que Él quiere darnos? Esperamos que sea de ayuda).
Volviendo al texto, Juan dice que esta luz
Alumbra a todo hombre
Seguramente no es necesario, pero por las dudas aclaramos que cuando el texto dice que la luz alumbra a todo hombre, lo que se intenta decir es que alumbra a toda la raza humana. Sepamos que aunque en la cultura en la que Juan se encontraba, había una gran diferencia entre géneros, razas y culturas, Jesús enseña que la salvación es para todos. (Un buen ejemplo es la historia de Jesús y la mujer samaritana, ver el capítulo 4 de este evangelio).
Habíamos dicho anteriormente que:
La luz de Jesús es la que nos permite llegar a obtener la vida espiritual que Dios nos ofrece. Esa fue una de las razones de la encarnación. La humanidad no era capaz de retomar el camino que la llevara nuevamente a Dios, pero Jesús hizo esto posible, por eso el el versículo 5 leíamos que la vida era la luz de los hombres. Sin esta luz no llegaríamos a obtener la vida eterna ni tendríamos forma de saber de ella.
Es por eso que Dios nos dice a través de su palabra:
El pueblo que andaba en tinieblas
Isaías 9:2 – LBLA
ha visto gran luz;
a los que habitaban en tierra de sombra de muerte,
la luz ha resplandecido sobre ellos.
Y:
Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:12 – LBLA
¿Resplandece esta luz en tu vida? Esperamos que sí.

Versículo 10
En el mundo estaba
En este versículo Juan se propone demostrar la condición de aquellos que convivieron con Jesús y que fueron testigos de su ministerio, pero que aún así no fueron sensibles a su voz. Jesús, la luz del mundo, en el mundo estaba. Notar el tiempo del verbo (pasado) lo que indica que ya no está aquí físicamente (Juan 16.7).
Una vez que Jesús terminó con su ministerio en la tierra ascendió a los cielos (Hechos 1.9-11), donde permanece a la diestra del Padre (1 Pedro 3.22) abogando por nosotros (Romanos 8.34). Pero más tarde ha de regresar para juntar a sus hijos (Mateo 24.44; Hebreos 9.28) y para juzgar al mundo (Apocalipsis 20.12-13).
El versículo sigue diciendo:
Y el mundo fue hecho por medio de Él
Este versículo repite el concepto del versículo 3 del presente capítulo («Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho». Juan 1:3 – LBLA). Pero ahora enfatiza que Jesús hizo este mismo mundo que luego le rechazó. La creación lo rechazó y lo sigue rechazando y de esta manera niega a su creador cada día.
Ahora, para no repetir lo ya escrito en el comentario sobre aquel versículo, te sugerimos leer el mismo. Sin embargo, por si no pudieras, solo retiraremos que en verdad, la Trinidad toda tuvo su parte en la creación del mundo, al igual que en la salvación de la humanidad. Solo que aquí Juan está hablando sobre la parte que a Jesús le toca. Ver el comentario de Juan 1.2-3 – Jesús es el creador de todas las cosas.
Y el mundo no le conoció
Juan parecería manifestar aquí un poco de indignación o tal vez de tristeza. Si no nos equivocamos en esta hipótesis, si él realmente tuviera este sentimiento, tal vez todos nosotros pudiéramos entender por qué.
Es más, viendo toda la situación desde la perspectiva que Juan nos está mostrando, quizás hasta pudiéramos tener el mismo sentimiento. Examinemos por un segundo el mensaje completo de Juan y veamos lo siguiente:
Jesús, quien primero creó todas las cosas, vio como su creación se deslizó hacia la oscuridad del pecado, motivo por el cual trajo su luz para iluminar a todo hombre. Una vez que la luz estuvo en el mundo, el mismo terminó por preferir la oscuridad que la luz traída por su creador, eligió la lejanía de Dios en vez de su presencia, y al fin, el pecado y la condenación en lugar de la gracia y la vida eterna en su presencia.
Nada parecería tener sentido, ¿Cierto? Y lo que más pudiera llamarnos la atención en este punto, es que Dios ya sabía qué habría de suceder e incluso sabía del rechazo, pero aún así y de todas maneras, envió a su Hijo a morir para que algunos pocos tuviéramos el privilegio de poder llamarle Padre. ¿No te dan ganas de agradecerle? ¿De adorarle? ¿Y qué de servirle?
Esta bendición debería motivarnos a cumplir con nuestro llamamiento, a salir a evangelizar y a llevar el mensaje por cuanto lugar pisemos. Es obvio que muchos nos rechazarán, ya lo sabemos, pero otros aceptarán el mensaje, se humillanrán delante de Dios y entrarán a la vida eterna. Esa es nuestra meta y nuestro propósito en esta tierra (ver Mateo 28:19-20 y 1 Pedro 2.9). Entonces: ¡Manos a la obra! Hagamos lo que debemos hacer. ¿Estás dispuesto?
Versículo 11
A lo suyo vino
Hay quienes entienden que esta frase hace referencia al pueblo de Israel y a la tierra de Palestina. Bien pudiéramos pensar de la misma manera, pero cuando observamos quienes son los destinatarios del evangelio, nos damos cuenta de que Juan no le está hablando a los hebreos sino que dirige su carta a la Iglesia en Asia Menor, compuesta en su mayoría por griegos.
A su vez, cuando vemos otros versículos como por ejemplo 1.6; 1.9; 1.12-13; 1.29; 3.15-16; etc., etc. Vemos que Juan no se refiere solo a los judíos sino a toda la humanidad. El evangelio que Juan predica es abarcativo, amplio y dirigido a todo el mundo. Por lo tanto lo suyo es la humanidad toda.
Entonces: ¿Qué era lo suyo? Ni más ni menos que la corona de su creación, la humanidad (Ver Salmo 8.5-6, especialmente en la traducción NVI). Jesús vino a la humanidad con la intención de salvarla de la condenación por su rebelión y pecado en contra de Dios, pero sin embargo,
Los suyos no le recibieron
¿Hay algo más triste que esto? Nadie puede ayudar a quien no se deja ayudar, ni puede salvar a quien no quiere ser salvado, pero aún así las personas despotrican y dicen: No hay o no existe Dios. Los seres humanos rechazan a Dios cada día, pero al mismo tiempo le echan la culpa de todo. Verdaderamente no somos seres demasiado coherentes.
Quienes vivieron en el tiempo de Jesús, ni lo reconocieron como creador, ni lo recibieron. Juan se expresa de una manera más cruda en el siguiente texto, mostrando la situación de la humanidad que rechaza la luz de Cristo:
18 El que cree en Él no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas. 20 Porque todo el que hace lo malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas.
Juan 3.18-20 – LBLA
Es solo con la luz de Dios que podemos alcanzar la sabiduría que Él puede darnos y comenzar a vivir vidas con un propósito eterno. ¿Tienes tu la vida eterna? ¿Te consideras un hijo de Dios?
El siguiente versículo que analizaremos es:
Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre
Juan 1.12 – LBLA
Conclusión teológica y pastoral
Juan 1:9-11 nos confronta con la realidad de que la «luz verdadera» ha venido al mundo, pero muchos han optado por permanecer en tinieblas. Este pasaje no solo revela la identidad divina de Cristo, sino también la condición del corazón humano que, por naturaleza, rechaza la luz. Sin embargo, la gracia de Dios permanece disponible para todos los que deciden recibir a Jesús, otorgándoles el derecho de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12). Como creyentes, estamos llamados a reflejar esa luz en un mundo que aún necesita ser iluminado por la verdad del Evangelio.
Análisis gramatical sobre Juan 1:9-11
El texto griego de Juan 1:9-11 nos presenta una construcción rica en contraste y progresión teológica. Aquí se analizan los puntos más relevantes desde el griego koiné:
Juan 1:9
«Ἦν τὸ φῶς τὸ ἀληθινόν, ὃ φωτίζει πάντα ἄνθρωπον, ἐρχόμενον εἰς τὸν κόσμον.»
(“Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo ser humano.”)
- Ἦν: Imperfecto de εἰμί («ser/estar»). Indica existencia continua en el pasado. Refuerza la preexistencia del Logos como “la luz verdadera”.
- τὸ φῶς τὸ ἀληθινόν: “La luz verdadera”. El uso del artículo definido doble señala que se trata de la única luz auténtica que revela a Dios, no una entre muchas.
- ὃ φωτίζει πάντα ἄνθρωπον: “Que alumbra a todo ser humano”. φωτίζει está en presente, enfatizando una acción continua: Cristo alumbra activamente. πάντα ἄνθρωπον (acusativo singular) indica a cada persona individualmente, mostrando el alcance universal de esa iluminación.
→ Aclaración: El término «acusativo» se refiere al caso gramatical que indica el objeto directo de la acción (en este caso, quienes reciben la iluminación). - ἐρχόμενον εἰς τὸν κόσμον (“que viene al mundo”): Participio presente, puede referirse gramaticalmente tanto a “la luz” como a “todo hombre”, pero el contexto favorece que se refiera a la luz verdadera (Cristo) que entra al mundo.
→ Aunque gramaticalmente es ambiguo, ambas lecturas no son contradictorias: si Jesús es la Luz, y viene con la misión de alumbrar a los hombres, entonces comprender este participio como relativo a “la luz” o a “todo hombre” lleva al mismo punto teológico: Jesús, la Luz, entra al mundo para alumbrar al ser humano.
Juan 1:10
«ἐν τῷ κόσμῳ ἦν, καὶ ὁ κόσμος δι’ αὐτοῦ ἐγένετο, καὶ ὁ κόσμος αὐτὸν οὐκ ἔγνω.»
(“En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de Él, pero el mundo no lo conoció.”)
- ἐν τῷ κόσμῳ ἦν: “Estaba en el mundo”. El imperfecto indica una presencia real, histórica y limitada en el tiempo, pero también significativa y continua en su impacto.
- ὁ κόσμος δι’ αὐτοῦ ἐγένετο: “El mundo fue hecho por medio de Él”. Expresa la mediación activa del Logos en la creación. ἐγένετο (aoristo) señala un hecho completo.
- ὁ κόσμος αὐτὸν οὐκ ἔγνω: “El mundo no lo conoció”. El verbo γινώσκω (conocer) aquí no es sólo intelectual, sino relacional: el mundo, aunque hecho por Él, no lo reconoció ni lo aceptó. El artículo repetido (ὁ κόσμος… ὁ κόσμος) crea un ritmo enfático.
Juan 1:11
«Εἰς τὰ ἴδια ἦλθεν, καὶ οἱ ἴδιοι αὐτὸν οὐ παρέλαβον.»
(“Vino a lo suyo, y los suyos no lo recibieron.”)
- εἰς τὰ ἴδια ἦλθεν: “Vino a lo suyo”. τὰ ἴδια es neutro plural y alude a lo que le pertenecía: puede referirse a su tierra, su herencia (Israel), o incluso a la humanidad como creación suya.
→ Aunque gramaticalmente se refiere a “cosas”, el contexto permite entenderlo como el ámbito propio del Hijo: su creación, su pueblo, el mundo que le corresponde. - οἱ ἴδιοι αὐτὸν οὐ παρέλαβον: “Los suyos no lo recibieron”. Aquí οἱ ἴδιοι (masculino plural) sí se refiere a personas —probablemente a los judíos, quienes eran el pueblo de Dios—. παρέλαβον es aoristo de παραλαμβάνω, que implica acoger activamente, no solo “recibir pasivamente”.
→ Esta frase muestra el rechazo voluntario de quienes más deberían haberlo reconocido.
Cuadro con palabras clave en su idioma original
Palabra griega | Transliteración | Significado | Comentario contextual |
---|---|---|---|
φῶς | phōs | Luz | Símbolo de revelación, verdad, y pureza divina. Representa a Cristo como fuente de vida espiritual. |
ἀληθινόν | alēthinon | Verdadera | Implica autenticidad frente a lo meramente simbólico. Jesús es la luz plena, no una sombra. |
φωτίζει | phōtízei | Alumbra | Verbo en presente activo: indica acción continua. Cristo sigue iluminando a cada ser humano. |
κόσμον | kosmon | Mundo | Sistema humano en rebelión contra Dios. No se trata solo del planeta, sino de la humanidad alejada del Creador. |
ἴδιοι | idioi | Los suyos | Alude al pueblo de Israel, quienes debían reconocer al Mesías pero no lo recibieron. |
Preguntas frecuentes sobre Juan 1:9-11
¿Qué significa que Jesús es la “luz verdadera”?
Significa que Jesús es quien revela con total claridad el camino hacia Dios. No es una luz más entre otras, sino la única que ilumina plenamente la verdad espiritual y la salvación.
¿A qué se refiere “al venir al mundo”?
Se refiere al momento en que Jesús vino físicamente al mundo como ser humano. Aunque Dios siempre estuvo presente, la encarnación fue única. Y luego de su resurrección, el Espíritu Santo continúa su obra en nosotros. Jesús dijo: “Les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá” (Juan 16:7).
¿Por qué si Jesús vino al mundo, no fue reconocido?
Porque muchas personas no estaban preparadas para reconocerlo como Dios. Aunque fueron creadas por Él, sus corazones estaban entenebrecidos. Este rechazo muestra cómo el pecado distorsiona nuestra percepción espiritual (ver Juan 3:19).
¿Qué significa que “vino a lo suyo y los suyos no lo recibieron”?
Quiere decir que Jesús vino a su propio pueblo, Israel, y aun así la mayoría no lo aceptó. También puede entenderse que vino a la humanidad entera, creada por Él, y fue igualmente rechazada.
¿Qué significa que Jesús “estaba en el mundo”?
Se refiere a su presencia activa durante su ministerio terrenal. Él caminó entre nosotros, enseñó, sanó y mostró el carácter de Dios. Pero su paso por el mundo fue más que físico: fue una visita llena de propósito y amor redentor.
¿Cómo puede Jesús iluminar a todo ser humano?
Porque su luz es universal. No importa la cultura, el idioma o la época: todo ser humano tiene la oportunidad de conocer a Dios a través de Cristo. Su luz sigue brillando hoy por medio del Evangelio y del Espíritu Santo.
¿Cómo puedo recibir esa luz verdadera?
Creyendo en Jesús, reconociendo tu necesidad de Él y abriendo tu corazón. Él mismo dijo: “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Links hacia otros estudios del comentario de Juan
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- Para ir hacia el estudio anterior: Juan 1.6-8 – Juan el Bautista vino al mundo con un propósito, ser testigo de la luz de Cristo.
- Para ir al estudio siguiente: Juan 1.12-13 – Los que reciben a Jesús tienen la potestad o derecho de ser hijos de Dios
Nota sobre el texto citado
Todas las Citas Bíblicas fueron tomadas con permiso de LBLA – http://www.lbla.com
Este ha sido el Comentario Bíblico de Gracia y Vida sobre
Juan 1.9-11 – Cristo es la luz verdadera que alumbra a todo hombre
Ha sido un gusto contar con tu visita, te invitamos a compartir este estudio/Comentario si te ha sido de utilidad, y a que nos escribas a través de la caja de comentarios.
¡Que Dios te bendiga mucho!
2 respuestas a «Juan 1.9-11 – Cristo es la luz verdadera que alumbra a todo hombre»
muy buena enseñanza por favor me gustaria imprimir para estudiarla mejor gracias por su atencion dios les bendiga
Hola José, puede imprimir el estudio con total libertad, siempre y cuando no sea para republicarlo. Dios lo bendiga mucho!!