Juan 1.2-3 Jesús es el creador de todas las cosas
Tabla de contenidos
Introducción al comentario de Juan 1.2-3
En el estudio anterior hemos visto que Jesús es llamado por Juan «el Logos de Dios«; hablamos de su preexistencia (Algo que se vuelve a recalcar en el versículo 2); dijimos que este Logos tiene la esencia de Dios el Padre y que estaba con Él en el principio antes de la creación; y también vimos la definición de la palabra Logos y qué implica que Jesús sea el Logos de Dios.
En los siguientes versículos veremos a Jesús como creador de todas las cosas; que Él es la fuente de toda vida y la implicancia, relación y significado de que Jesús sea la luz y la vida de la humanidad. Pero antes, si no has leído el comentario del primer versículo del libro de Juan; te invitamos a hacerlo a través del link, Seguramente te ayudará a entender un poco más lo que veamos aquí.
En los versículos que trataremos hoy, Juan nos hablará de la pre existencia de Jesús y de su papel en la creación de todas las cosas. Algo de lo cual no solo Juan nos habla, sino que también se ve en el resto del Nuevo Testamento.
Texto bíblico: Juan 1.2-3
2 Él estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. LBLA
Análisis y comentario bíblico de Juan 1.2-3
Comencemos nuestro análisis por versículo y por tema:
Versículo 2
Él (Jesús) estaba en el principio con Dios
Ya desde el versículo 1 hemos visto que Juan nos habla sobre la preexistencia de Jesucristo. El sentido de remarcar este concepto se debe a la necesidad de contrastar el mensaje del evangelio con la creencia popular y con la cultura de los destinatarios del mismo.
Juan enseña algo que era contrario y totalmente opuesto a lo que los filósofos griegos argumentaban (ver la introducción al evangelio). Él no solo nos dice que Jesús no fue un ser creado por Dios, sino que irá todavía más allá y en los siguientes versículos nos dirá que Él tuvo una parte activa en el momento de la creación de todas las cosas.
Pero por ahora nos centraremos en este versículo para poder analizarlo, y para esto nos ayudaremos con la traducción del doctor en teología, ministro y escritor, William Hendriksen, quien traduce este versículo de la siguiente manera:
“El mismo estaba en el principio cara a cara con Dios”
Comentario al Nuevo Testamento, Libros Desafío, 1981, William Hendriksen, pág 75.
Esta traducción está a tono con el sentido que otros muchos teólogos le dan al pasaje, a saber, que Jesús participaba de una relación verdaderamente estrecha con el Padre (Ver Juan 1.18 y comentario). Decir entonces que Jesús estaba cara a cara con Dios nos acerca más al significado de la frase en el original, la cual implica una plena comunión entre ambas personas de la Trinidad.
Más allá de este tema, también existe una explícita mención de su preexistencia. Por ende, aunque el Verbo se encarnó hace tan solo unos dos mil años, el Jesús en quien creemos, es eterno; lo mismo que la Trinidad, la cual habita desde entonces en una completa comunión entre sí.
Jesús es eterno al igual que la Trinidad, la cual habita en una completa comunión entre sí
La Trinidad en el trasfondo del Verbo eterno
En nuestra reflexión sobre Juan 1:1 ya hemos señalado cómo la expresión “el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios” nos introduce al misterio de la Trinidad (ver publicación anterior). Ahora, en Juan 1:2, esta verdad no se desvanece, sino que se reafirma.
Al declarar que el Verbo “estaba en el principio con Dios”, Juan insiste en su existencia eterna en comunión con el Padre. Este versículo, aunque breve, fortalece la idea de una relación íntima y personal entre dos personas divinas desde antes de la creación. No se trata de una manifestación temporal, sino de una coexistencia eterna, lo cual es clave para entender la unidad y distinción dentro de la Trinidad.
Aún sin mencionar directamente al Espíritu Santo, este texto sigue preparando el terreno para la revelación progresiva del Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, en perfecta comunión desde la eternidad.

Veamos ahora el papel del Verbo en la creación:
Versículo 3
Todas las cosas fueron hechas por medio de Él (Jesucristo)
Su parte en la creación está implícita desde el comienzo de la revelación de Dios, mediante el libro de Génesis. Ésto se ve especialmente en el siguiente texto:
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.
(Génesis 1.26 – LBLA)
¿Con quién hablaría Dios al expresarse de tal modo? De seguro no hablaba con los ángeles ni consigo mismo. La conclusión lógica es que el Logos estaba allí con Él. Ésto mismo es lo que Juan entiende (y lo que le es revelado); y por eso no se queda sólo en dicha frase, sino que la refuerza diciendo:
Sin Él (Jesús) nada de lo que ha sido hecho, fue hecho
¿Es Juan el único en alcanzar dicha revelación? Por supuesto que no. El apóstol Pablo también nos escribe con el mismo sentido, veamos qué tiene para decirnos:
Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él.
(Colosenses 1:16 – LBLA )
Notemos el énfasis en la expresión “todas las cosas”. Tanto es así que a Pablo no le alcanza con decir «todas», por lo que enumera: cielos tierra, tronos, poderes, etc.; dando a entender que Jesús no tuvo una participación acotada, sino que realmente estuvo en cada cosa, en cada parte de la creación.
Esto, más allá de maravillarnos mientras pensamos en el incalculable poder de nuestro Señor, también pudiera llamarnos a notar el infinito amor de aquel que pudo hacer tantas cosas; pero que no se envaneció por ello, no se quedó ofendido y distante, de brazos cruzados al ver nuestro pecado; sino que lo dejó todo por amor y eligió sufrir por nosotros antes que sabernos lejanos para siempre.
Cuán grande fue su poder, también así de grande fue su amor. Pablo pintó un cuadro excelso del amor puesto en acción de aquel que todo lo creó y por quien todo se sostiene, un amor tan enorme que lo motivó a despojarse de su gloria para otorgarnos el privilegio de volvernos a Dios.
Leamos lo que Pablo nos dice acerca de Jesús:
6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
(Filipenses 2.6-8 – LBLA)
Veamos algunos otros textos que nos muestran a Jesús no solo como creador sino como quien sustenta a toda la creación
Jesús como creador y sustentador de todas las cosas en el resto del Nuevo Testamento
Sin embargo, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para Él; y un Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos nosotros.
(1 Corintios 8:6 – LBLA)
En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no le conoció.
(Juan 1:10 – LBLA )
Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
(Hebreos 1.3 – LBLA)
Evidentemente su poder no se limitó sólo a crear, sino a sostener, a permitir que la vida siga fluyendo, que el mundo siga girando y que todas las cosas se mantengan en el orden establecido. Muchas veces, al pensar en Jesús como aquel que es tan bueno como para morir por nosotros, perdemos de vista todo el poder contenido en su persona.
Reflexión final sobre Jesús, el creador de todas las cosas
Al reflexionar en Juan 1:2–3, reconocemos a Jesús no solo como el Verbo eterno, sino como el Creador soberano de todas las cosas. Su participación activa en la creación nos muestra su divinidad y autoridad. Esta verdad nos invita a rendirnos en adoración y a vivir en obediencia a Aquel por medio de quien todo fue hecho.
Apéndice: Estudio gramatical y exegético de Juan 1:2–3
Este apéndice busca profundizar en el significado original de los versículos Juan 1:2 y 1:3 a través del texto griego, con el fin de fortalecer la comprensión bíblica y doctrinal de lo que Juan afirma sobre el Verbo (Logos). Estos análisis no son solo técnicos, sino teológicos, ya que el lenguaje escogido por el evangelista refuerza verdades esenciales de la fe cristiana.
Juan 1:2 – El Verbo en comunión eterna
Ἐκεῖνος ἦν ἐν ἀρχῇ πρὸς τὸν Θεόν
“Él (el mismo) estaba en el principio con Dios”
- Ἐκεῖνος: Este pronombre enfático («él mismo») no aparece explícitamente en todos los manuscritos, pero algunos comentaristas lo usan como recurso estilístico para remarcar que el Verbo ya mencionado es el sujeto principal. La mayoría de los textos críticos simplemente repiten el sujeto implícito del versículo anterior.
- Ἦν (imperfecto de εἰμί, “ser”): Refuerza la idea de existencia continua, no de inicio. Se utiliza para expresar un estado duradero ya existente en el pasado, lo que niega que el Verbo haya tenido un comienzo.
- ἐν ἀρχῇ: “En el principio”, exactamente la misma frase usada en Génesis 1:1 (LXX: ἐν ἀρχῇ ἐποίησεν). Aquí, Juan enlaza deliberadamente su Evangelio con el relato de la creación, afirmando que el Verbo ya existía cuando todo comenzó.
- πρὸς: Preposición traducida como “con”, pero que en griego implica orientación y comunión activa. En Juan 1:2, no solo señala coexistencia, sino una relación íntima y dinámica entre el Verbo y Dios Padre.
- πρὸς τὸν Θεόν: Esta preposición (πρὸς) implica proximidad activa, no solo coexistencia. Puede traducirse literalmente como “hacia” o “junto a”, pero connota relación personal e íntima. En contexto trinitario, esta frase indica comunión entre dos personas divinas distintas: el Padre y el Hijo.
Juan 1:3 – El Verbo como agente creador
Πάντα δι’ αὐτοῦ ἐγένετο, καὶ χωρὶς αὐτοῦ ἐγένετο οὐδὲ ἕν ὃ γέγονεν.
“Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.”
- Πάντα: “Todas las cosas”, en sentido absoluto. El término griego no deja lugar para excepciones ni rangos jerárquicos. Se incluye todo lo creado: visible e invisible.El mismo término se usa también en Colosenses 1:16 para declarar que todo lo visible e invisible fue creado por medio de Él.
- δι’ αὐτοῦ: “Por medio de Él”. Esta construcción (διά + genitivo) indica instrumentalidad activa: el Verbo fue el agente mediante el cual Dios creó todas las cosas. Esta fórmula refuerza su participación directa y no secundaria en la obra creadora.
- ἐγένετο (forma del verbo γίνομαι): Significa “llegar a ser”, “ser creado”, “venir a la existencia”. El contraste es teológicamente decisivo: todo lo que “llegó a ser” fue creado, mientras que el Verbo no “llegó a ser” sino que “era” (ἦν). Esto diferencia al Verbo de todo lo creado.
- χωρὶς αὐτοῦ: “Sin Él”. La preposición χωρὶς (separado de, aparte de) excluye cualquier posibilidad de que algo haya sido creado sin la participación del Verbo.
- οὐδὲ ἕν: “Ni siquiera una cosa”. Negación enfática. Juan intensifica su afirmación usando una doble negación que elimina toda excepción.
- ὃ γέγονεν: Esta última frase ha sido motivo de debate textual, pero lo más aceptado es tomarla como parte final del versículo 3, no del inicio del v.4. Reafirma que todo lo que “ha llegado a ser” fue hecho por medio del Verbo.
Reflexión teológica sobre los verbos “ἦν” y “ἐγένετο”
Juan usa intencionalmente dos verbos distintos para marcar una diferencia esencial entre el Verbo y la creación:
Verbo | Significado | Sujeto | Implicación teológica |
---|---|---|---|
ἦν (era) | Existencia continua | El Verbo | Eterno, no creado |
ἐγένετο (fue hecho) | Llegar a ser, comenzar a existir | Todas las cosas | Todo lo creado |
Esta distinción no es gramaticalmente menor: sostiene el fundamento cristológico del evangelio de Juan. El Verbo es eterno y divino, mientras que todo lo demás tiene un inicio en el tiempo.
Conclusión del apéndice:
Estos versículos, en su idioma original, no solo afirman la preexistencia del Verbo y su papel activo en la creación, sino que lo distinguen claramente de todo lo creado. Además, sugieren una relación personal con Dios Padre, lo que constituye uno de los fundamentos bíblicos más importantes para la doctrina de la Trinidad. Así, el análisis gramatical y exegético refuerza profundamente lo que Juan afirma de forma poética, teológica y absolutamente esencial: Jesucristo, el Verbo, es eterno, divino, y Creador.
Preguntas frecuentes sobre Juan 1:2-3
¿Por qué Juan repite que el Verbo estaba “en el principio con Dios”?
Juan refuerza una verdad esencial: el Verbo no solo existía desde la eternidad, sino que estaba en plena comunión con Dios Padre. Esta repetición en Juan 1:2 es una forma literaria de énfasis, típica del pensamiento hebreo, y sirve para remarcar que Jesucristo no es un ser creado, sino alguien eterno, plenamente divino y con una relación personal con Dios desde antes de la creación.
¿Qué significa que “todas las cosas fueron hechas por medio de Él”?
Esta afirmación en Juan 1:3 enseña que Jesucristo, el Verbo, fue el agente mediante el cual Dios creó todo. Nada existe fuera de su participación activa en la creación. Esto excluye la posibilidad de que Jesús sea parte de la creación: Él es el Creador. Su autoridad y divinidad están expresadas claramente desde el inicio del Evangelio.
¿Cuál es la diferencia entre los verbos “era” y “fue hecho” en este pasaje?
En el original griego, “era” (ἦν) indica una existencia continua, sin comienzo, mientras que “fue hecho” (ἐγένετο) implica un inicio o un punto de origen. Juan usa intencionalmente estos verbos para distinguir al Verbo de todo lo que fue creado: el Verbo siempre existió; todo lo demás llegó a existir por medio de Él.
¿Se puede ver la doctrina de la Trinidad en Juan 1:2-3?
Aunque no se menciona aún al Espíritu Santo, estos versículos revelan que el Verbo es Dios y al mismo tiempo está con Dios, lo que introduce la noción de una pluralidad en la Deidad. Esto sienta las bases para la doctrina de la Trinidad: un solo Dios en tres personas. Juan presenta a Jesús como plenamente divino y al mismo tiempo distinto del Padre.
¿Cómo responde este pasaje al pensamiento filosófico de la época?
Juan escribe en un contexto donde muchas corrientes griegas veían al “Logos” como una fuerza impersonal o como una emanación inferior. Sin embargo, el apóstol afirma que el Logos es una persona divina, eterna y activa en la creación. Esto refuta tanto el platonismo como el gnosticismo, y proclama con claridad la supremacía y divinidad de Cristo.
Aquí terminamos con este estudio, pero te invitamos a continuar leyendo este precioso evangelio. Esperamos que este comentario sea de bendición para tu vida, y quedamos a tu disposición para ayudarte en lo que esté a nuestro alcance, y por si tuvieras alguna duda sobre el texto.
Dios nos bendiga con Su revelación sobre la persona de Cristo para que le podamos conocer tal cual Él es. Para poder entender cuán grande amor nos tiene, y también para que le permitamos reinar en nuestros corazones. ¡Amén!
Links
- Índice del estudio y presentación del Evangelio de Juan.
- También puedes ir al estudio anterior y ver a Jesús como la Palabra de Dios: Juan 1.1 – Jesús como la Palabra o el Verbo de Dios.
- Próximo estudio: Juan 1.4 – El Logos es la Vida y la Luz del mundo.
Nota sobre el texto utilizado:
Todas las Citas Bíblicas identificadas con LBLA fueron tomadas con permiso de LBLA – http://www.lbla.com