Juan 1.29 – El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

Juan 1.29 – El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

Comentario Bíblico Devocional sobre el Evangelio del apóstol Juan

Introducción

En este texto veremos que Juan el bautista cumple con su propósito al apuntar siempre hacia Jesús y que lo identifica como “el cordero de Dios”; además, analizaremos el significado de ese título aplicado a Jesucristo, y el ejemplo que dejó para nosotros.

Entre otras cosas, también identificaremos uno de los propósitos que tenía el apóstol Juan para escribir este evangelio. Y, asimismo, hablaremos del alcance, el valor y la implicancia del sacrificio de Cristo Jesús en la cruz.

Además de todo lo anterior, intentaremos aplicar las enseñanzas del texto a nuestras vidas. Esperamos que sea de bendición para tu vida.

A continuación te dejamos un índice para que puedas navegar por el estudio como mejor consideres, pero te sugerimos que lo leas de principio a fin:

Antes de comenzar con este estudio, nos gustaría presentarte muy brevemente el comentario de Gracia y Vida:

Unas palabras sobre el comentario de Gracia y Vida

La presente es una porción del Comentario Bíblico sobre el Evangelio de Juan, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.

Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto y con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.

Sin más, y primero que cualquier otra cosa, te invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor te llene de su sabiduría; sin lugar a dudas Él es la gran fuente de toda verdad y de todo entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudio de los versículos que nos convocan, leamos:

El Texto

Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Juan 1:29‭ – LBLA

Comentario del texto bíblico

Juan 1.29 – El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él

Al comenzar a leer este versículo vemos que Juan nos está brindando un relato ordenado, día tras día, sobre el inicio y desarrollo del ministerio de nuestro Señor.

Esta forma de relato, ordenada por fecha, solo se dará en esta primera parte del evangelio de Juan; más adelante los relatos y enseñanzas serán acomodados prescindiendo de la cronología.

En el contexto vemos que Jesús comenzaría su ministerio al día siguiente.

Algunos comentaristas sugieren que Jesús volvía en ese momento del desierto, tras haber sido tentado. Y aunque no podamos afirmar la veracidad de tal afirmación, admitimos que no es para nada descabellada.

De ser el caso Jesús se habría puesto a “trabajar” al día siguiente de volver de su tiempo de prueba, es decir, apenas estuvo listo. De ser así, éste sería un gran ejemplo para nosotros.

Al igual que Él deberíamos trabajar en la obra del Señor sin perder tiempo, sin demorar, apenas tengamos el llamado y mientras tengamos fuerzas para hacerlo.

A veces sucede que esperamos demasiado tiempo, y si no se da todo según nuestro ideal, preferimos esperar a hacer lo que se nos ha encomendado. Jesús hizo lo que debió apenas llegó el tiempo señalado por Dios, aprendamos de su ejemplo.

Volviendo al contexto, notar que Juan, el discípulo amado, no cuenta ni la historia de la tentación ni la del bautismo; sin embargo, en estos versículos hablará de ambos acontecimientos como si los lectores de su evangelio ya los conocieran.

Si lo necesitas, puedes leer la razón de esto en la Introducción al evangelio de Juan, en donde se explica además, el modo, propósito y meta del apóstol para escribir este evangelio.

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Sigamos ahora viendo lo que hacen ambos Juanes, el bautista y el escritor de este evangelio:

Juan 1.29 – El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

He ahí el Cordero de Dios

Juan el Bautista

El texto dice que Jesús iba hacia Juan, pero no dice qué sucedió después, tal vez solo siguió de largo. Lo que sí es importante dentro del relato, es que Juan el bautista hizo lo que se suponía debía hacer:

Señalar hacia Jesús, hablar de Él en el momento adecuado y dirigir a sus discípulos hacia el Salvador. Es como si lo estuviera apuntando con su dedo y diciendo: “He ahí el cordero de Dios”, a partir de ahora, lo deberían seguir a Él.

Esto mismo es lo que también nosotros debemos hacer:

Tenemos que mostrar a otros hacia dónde caminar para encontrar a Jesús; hacia dónde mirar para ver al Salvador. Esa es nuestra mayor responsabilidad como siervos de Dios. Para que otros lo conozcan, nosotros debemos hacer nuestro trabajo (Mateo 28.19-20; 1 Pedro 2.9). ¡Nunca olvidemos esto! Esa es la tarea que todos debemos hacer.

El apóstol Juan

Por otro lado, y desde otra perspectiva, el apóstol está diciendo claramente que Juan el Bautista no era el Mesías, pero que apuntaba hacia Él.

Esto tiene que ver con uno de los propósitos de este evangelio, Juan pretendió demostrar el contraste entre Juan y Jesús, uno era el que preparaba el camino para el Mesías y el otro era el Mesías de Dios.

Para entender por qué decimos esto, te contamos que para el año cien d.C. (cuando el apóstol escribió este Evangelio) existía una secta que todavía creía en las enseñanzas de Juan el bautista, y lo seguía como maestro, pero aun así no creía en Jesús… Ver la introducción al evangelio).

¡Cuántas personas siguen al predicador y no a quien es predicado! Asegurémonos bien de que nuestro mensaje sea claro, que quien tenga todos los méritos sea el Señor, que no haya ego en nuestros corazones y que las personas tengan las herramientas necesarias para acercarse a Él. Nosotros debemos ser transparentes, quién debe verse es solamente Él.

Por otro lado, debemos estar conscientes de que no podremos evitar que las personas tomen decisiones equivocadas, pero sí podemos asegurarnos de dar el mensaje correcto.

Para esto debemos estudiar la Biblia (2 Timoteo 2.15), tener comunión íntima y cotidiana con nuestro Señor (Juan 15.4-5), buscar la sabiduría que solo viene de Dios (Santiago 1.5) y servirle con total entrega (Josué 22.5).

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Veamos ahora qué significa que Jesús es el Cordero de Dios:

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El cordero de Dios

Muchas veces hemos de leer este título aplicado a nuestro Señor Jesús. Esto es porque Él es el cordero que Dios dispuso para quitar los pecados del mundo.

Ahora, si bien es mucho se podría hablar sobre la necesidad de un sacrificio sustitutorio y cómo se aplica dicho sacrificio en nuestras vidas, la verdad es que no pretendemos presentar aquí un tratado de teología.

Gracia y Vida ha tratado, en diversos estudios, distintos temas relacionados con éste y que hacen a una mejor comprensión del mismo, a saber: el pecado, la imposibilidad del ser humano en saldar su deuda con Dios, el arrepentimiento, el perdón de Dios, la condenación eterna, la salvación dispuesta por Dios y otros muchos.

Todos esos temas, y varios otros, deberían ser tratados aquí para entender bien qué es y cómo se aplica a nuestras vidas la verdad de que Jesús es el “cordero de Dios que quita el pecado”; pero lo que haremos es dejar algunos links para que los leas si lo crees pertinente; los encontrarás al final de esta publicación.

A manera de un breve resumen, lo que sí diremos es que:

El cordero de Dios era Jesús y quien lo dispuso para morir por nosotros fue el mismo Padre; el propósito fue quitar los pecados de todos aquellos que aceptaran a Jesús por fe.

Por lo tanto, la oportunidad de lavar nuestros pecados está hoy vigente para todo el mundo; y cualquiera que lo decida, puede beneficiarse del sacrificio de Jesús, pasando a ser un hijo, o una hija de Dios, salvándose así de la condenación eterna por el pecado.

¿Estás seguro de tu salvación eterna?

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Juan 1.29 – El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

Veamos ahora el por qué de la figura de un cordero:

El Cordero

En este punto veremos que el cordero era uno de los animales que se usaban para los sacrificios por el pecado en el A.T., pero por qué Juan identifica a Jesús con el cordero de Dios. Muchos comentaristas intentan explicar la razón, y para esto hacen las siguientes suposiciones:

El cordero pascual

Algunos dicen que cuando hablaba sobre Jesús, Juan el bautista estaba pensando en el cordero pascual, con cuya sangre se pintaron los dinteles de las puertas de las casas judías en Egipto (ver Éxodo 11 y 12). En ese caso la sangre del cordero salvó de la muerte a los primogénitos de los hijos de Israel.

De ser así, Juan estaría pensando en Jesús como en el cordero que salva nuestras vidas de la muerte eterna. En el mismo sentido también podemos observar que Pablo relaciona a Jesucristo con el cordero pascual (ver 1 Corintios 5.7).

El cordero del sacrificio diario

Por otro lado, el padre de Juan el bautista era sacerdote de Israel al igual que él, así que Juan conocía tanto las escrituras como el oficio sacerdotal. Por ende, es posible que estuviera pensando en los corderos sacrificados cada día en el Templo (ver Éxodo 29.39-42).

El cordero provisto por Dios

Otra posibilidad es la provisión de Dios de un sacrificio para el holocausto, como aquel suministrado a Abraham, el cual también es un tipo de Jesús.

Cuando Isaac le preguntó a su padre dónde se hallaba el cordero a sacrificar, su padre solo confío y esperó en la provisión de Dios (Génesis 22.1-14).

Esa misma provisión nos alcanza hoy a cada uno de nosotros. Jesús es la provisión divina para nuestras vidas.

El cordero sufriente

Aunque existan más posibilidades, la última que mencionaremos como posible es la siguiente: Dios hablaba a través de la boca de Juan, confirmando que Jesús es el cumplimiento de Isaías 53.7.

En aquel pasaje se profetiza sobre la venida de aquel que sería llevado como un cordero al matadero (sería muy recomendable leer todo el capítulo 53 para observar que esta profecía es cumplida en su totalidad por Jesús).

Tal vez alguna de todas las nombradas, o una mezcla de varias de ellas hicieron que Juan lo llamara de esta manera. La verdad es que no lo sabemos, pero sí diremos que a partir de ese momento, nuestro salvador es nombrado así muchísimas veces, especialmente por Juan en el Apocalipsis.

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La función de Jesús como el cordero

Sin pretender brindar una profunda explicación teológica, lo que diremos es que los sacrificios en el Antiguo Testamento fueron instituidos por Dios como una figura o muestra (en teología:Tipo”) de lo que sucedería después en el sacrificio de Jesús.

Estos sacrificios cubrían los pecados de los israelitas y la práctica del sacrificio se sucedió por muchísimos años. En contraste con aquellos:

Jesucristo fue sacrificado una vez y para siempre (Hebreos 7.27; 1 Pedro 3.18) y su sacrificio quita y limpia el pecado de cada persona que se acerca a Él con fe y arrepentimiento (Hechos 2.38; 3.19; Romanos 1.17; Efesios 3.17; Hebreos 10.10-18; 1 Juan 1.9; etc.). Después de su muerte en la cruz no se necesitan más sacrificios por los pecados ya que su sacrificio es suficiente para que todo el mundo sea salvo (Hebreos 7.27).

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Aclaremos ahora muy brevemente qué implica la siguiente frase:

Que quita los pecados del mundo

Jesús cumplió con lo que la santidad de Dios demandaba; esto era algo absolutamente necesario para poder relacionarnos con Dios como sus hijos.

Pero hay algo importante que nos será fundamental decir: Solo quita los pecados de aquellos que se acerquen con fe y con arrepentimiento a Dios.

Comprendamos bien este punto, la sangre de Cristo tiene un valor tan alto, que alcanzaría para la salvación de cada persona en el mundo a lo largo de toda la historia; pero la misma no se aplica automáticamente a toda la creación.

La fe en Cristo está de por medio. Una cosa es que tenga el valor necesario y suficiente, pero otra es que se aplique a nuestra vida.

Por lo tanto, de la única manera en que accederemos al lavamiento de nuestros pecados y a la salvación eterna es a partir de la fe en Jesucristo.

Aprovechamos aquí para preguntarte: ¿Tienes fe en Jesús? ¿Le has entregado tu vida a Dios? ¿Tienes certeza en cuanto a tu salvación? (Si nos escribes intentaremos ayudarte con estos temas).

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Veamos muy brevemente ahora cuales son los

Beneficios del sacrificio de Jesucristo

Cuando creemos en Jesús como nuestro Salvador, nos arrepentimos de nuestros pecados y determinamos cambiar nuestra forma de vida para obedecer a Jesús como nuestro Señor, sucede lo siguiente:

  • El Espíritu Santo viene a vivir en nosotros.
  • La sangre de Jesús se aplica a nuestra vida.
  • Nuestros pecados son lavados.
  • Nuestras deudas para con Dios se nos perdonan.
  • Dios nos adopta como sus hijos.
  • El Espíritu comienza a enseñarnos, dirigirnos, fortalecernos, y a conducirnos hacia toda verdad.
  • Comenzamos a vivir una nueva vida, una que tiene perspectivas diferentes, con una esperanza viva en la resurrección de los muertos y un futuro de gloria.
  • Somos parte de la familia y del pueblo de Dios y nos unimos al Reino de Dios.

Seguramente habrán muchas otras cosas que cada uno de los creyentes quisieran agregar a este listado, el cual no pretende ser exhaustivo, sino solo nombrar algunas de las cosas más importantes de las que podemos disfrutar a partir del sacrificio de Cristo.

Si deseas agregar más ítems que te resulten importantes, obviamente lo puedes hacer; utiliza el espacio de los comentarios más abajo.

Este estudio llega ahora a su fin, esperamos que Dios bendiga grandemente tu vida y que puedas conocer a este Cordero de Dios y entregarle a Él tu vida, para que todos tus pecados te sean limpiados y perdonados. Solo así serás una verdadera hija de Dios, un verdadero hijo de Dios.

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Links

Te dejamos también algunos links que pudieran servirte:

Nota

Las Cita Bíblica fue tomada con permiso de LBLA – http://www.lbla.com

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7 respuestas a «Juan 1.29 – El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo»

Excelente exegesis, les felicito y que Dios continue bendiciendo este ministerio, mis oraciones les abrace en fuerza, valentía, denuedo y mucha humildad, adelante amados del Señor, gracias por las huellas, que permiten podamos seguir.

Que predicacion de Juan, presentar el Evangelio viviente a la humanidad, me gusto y es muy practica y muy sencillo , esto es lo que debemos hacer todas las Iglesia Cristianas. Presentar el verdadero Evangelio de Cristo . Gracias

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