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Versículo Clave: Efesios 3.20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros.
Contexto bíblico: Efesios 3.13-21
13 Ruego, por tanto, que no desmayen a causa de mis tribulaciones por ustedes, porque son su gloria.
14 Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. 16 Le ruego que Él les conceda a ustedes, conforme a las riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder por Su Espíritu en el hombre interior;
17 de manera que Cristo habite por la fe en sus corazones. También ruego que arraigados y cimentados en amor, 18 ustedes sean capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros, 21 a Él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.
Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “Efesios 3:20: Más poderoso de lo que pedimos o imaginamos”
Pablo está terminando la parte más doctrinal de su carta a los Efesios. Así que, después de haber hablado sobre los planes de Dios para Su creación y para la iglesia, no puede menos que terminar con una doxología.
En términos muy simples, una doxología es una alabanza para Dios, y esto es lo que contienen los dos versículos finales de este capítulo 3, de los cuales Efesios 3.20 es solo la introducción.
Pablo habla del poder de Dios, ese poder que es capaz de concedernos TODO lo que esté en Su voluntad, más allá de lo que pidamos o imaginemos.
Observemos que Dios no se contentó con sólo salvarnos del destino eterno de los pecadores, que no le basto con darnos una herencia en los cielos, ni con adoptarnos como Sus hijos.
Él seguirá obrando en nuestras vidas como un Padre todo poderoso que vela por el bien de Sus hijos. Por eso, cuando Él obra, lo hace “mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”.
Lo hace de ese modo porque tiene el poder para hacerlo, pero también, porque sabe mucho mejor que nosotros qué nos conviene y cuáles son Sus planes para nuestras vidas y, porque nos ama con un amor que es más grande de lo que podamos imaginar.
Ahora, una cosa es saber todo esto y tenerlo asimilado, y otra es conocerlo como una teoría que no hemos experimentado.
¿Y qué necesitamos para conocer esto por experiencia? ¡Necesitamos tener una verdadera relación con Él!
Sin ella, jamás experimentaremos, o nunca nos daremos cuenta de cuán grande son Su amor y Su poder por nosotros.
Y hablando de experiencia, una cosa es leer esto en un tiempo de paz y en dónde todo esté bien, y otra cosa es leerlo en un tiempo de crisis, de tormentas que no nos permitan ver el camino a seguir.
En este punto no podemos olvidar desde dónde escribía Pablo, desde la prisión. Observemos y tengamos en cuenta que él podía hablar del amor y de las bondades de Dios aún a pesar de la situación que vivía.
Esto sólo puede hacerlo alguien que conoce bien a Dios y que sabe quién es él en relación con Dios; pero también, esto sólo lo puede decir quien ha experimentado el poder de Dios obrando en Su vida.
Nosotros, muchas veces en nuestras oraciones, pedimos ayuda en relación con cosas que nos afectan, o pedimos por anhelos que tenemos.
Y solo en algunos casos nuestras oraciones nos son concedidas, tal como las pedimos.
Esto frustra a muchos creyentes con poca madurez espiritual, tal vez porque pensaban que un Dios bueno es aquel que les debería conceder TODO lo que sus hijos le piden.
Y para colmo, cuando leen muchas promesas y las mal interpretan, o muchos versículos del tipo: “pidan y se les dará” (Mateo 7.7-12), y entienden que Dios es como el genio de una lámpara, entonces luego, al no recibir lo que pidieron, su frustración los termina alejando de Dios.
Pero eso sucede porque no se interpreta y no se entienden bien los textos bíblicos. No se comprende a quien estaban dirigidos ni cuál era el contexto. ¡Esto sucede porque la Biblia no se estudia lo suficiente!
Es lindo recortar y tomar una porción de un texto que diga cosas lindas, y/o que contenga promesas. Eso está bien y ayuda para nuestra fe, pero sería mucho mejor conocer el destinatario, su situación, su vida y los planes de Dios para él.
No todos los textos bíblicos se aplican para todos los hijos de Dios y, no todas las promesas son para todos, aunque estén escritas en la Biblia.
¡Dios tiene planes distintos para cada uno de Sus hijos!
Por ende, se entiende que no todos liberaremos de Egipto a los judíos, ni todos cruzaremos en seco el Jordán, ni todos moriremos como Esteban.
Eso está claro. ¿Por qué entonces la parte de las promesas no se entiende? Tal vez porque todos anhelamos y necesitamos la mayor cantidad posible de bendiciones de Dios.
Ahora, a pesar de lo dicho, y aún siendo que no todas nuestras oraciones nos serán concedidas tal cual las pedimos, y que no todas las promesas de la Biblia serán aplicables a nuestras vidas, aún así:
¡Los planes de Dios son más maravillosos y más perfectos de lo que podamos imaginar!
Exceden nuestra comprensión y nuestra imaginación porque Dios es más grande, incluso, que la suma de todas nuestras mentes.
Al terminar este texto, Pablo nos recuerda que este inmenso poder de Dios ya obra en nosotros.
Ese poder es el encargado de hacer que, todo lo que le pedimos, tenga una respuesta mucho más abundante de lo que podamos imaginar.
Sólo que no siempre podemos comprenderla, y que no siempre llega en el tiempo de nuestra ansiedad.
Por tanto, tengamos paciencia, no perdamos la fe; sepamos que gracias al amor y al gran poder de Dios todo nos ayuda para bien; vivamos confiados, en comunión con Él y a Su servicio.
¡El hace todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos! Por ende, sin importar la tormenta que estés viviendo:
¡Ten fe! Él está obrando, aunque aún no lo estés viendo.
Oración
Maravilloso Padre Celestial, gracias te damos por todo el amor que nos tienes, por el poder que utilizas a nuestro favor y por todo lo que haces en nuestras vidas.
Te suplicamos Señor que nos ayudes a vivir con fe y a buscar la comunión contigo cada día. Ayúdanos a comprender tus planes y propósitos para nuestras vidas.
Ayúdanos a no frustrarnos cuando nuestros anhelos no se cumplen o cuando tus respuestas se tardan. Esperamos en ti y necesitamos que nos des tu fortaleza.
Sabemos que eres poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, pero a veces, al no conocer tus planes nos frustramos o ponemos ansiosos.
Ayúdanos Padre, danos paz, sabiduría, paciencia y gozo. Sabemos que a los hijos de Dios todo los ayuda para bien, sólo que debemos seguir creciendo en fe.
Te entregamos nuevamente nuestras vidas, te damos toda la gloria, la honra y el honor. ¡Bendito sea tu nombre! En el nombre de Jesús, amén.

Links
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Devocionales basados en el evangelio de Marcos
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Comentarios bíblicos devocionales
Que son explicaciones y estudios exegéticos del texto de distintos libros de la Biblia, pero con una mirada más devocional que técnica.
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Notas
- Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.
- La imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida, utilizando una imagen de Brigitte Tohm.