Efesios 3:18-19: Amor de Cristo supera todo entendimiento

Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “Efesios 3:18-19: Amor de Cristo supera todo entendimiento”

Una cosa es saber sobre algo, y otra es conocerlo plenamente. Saber sobre el amor de Cristo no es lo mismo que experimentarlo y vivirlo.

Y como Pablo anhelaba que sus hermanos tuvieran un conocimiento pleno, tanto de Dios como de Su amor por ellos, más allá de escribirles, oró.

Su oración era que “puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo”. Es decir, conocer su amor en todas sus dimensiones, conocer la totalidad de Su amor, el cual supera todo entendimiento.

Pablo ya les había hablado sobre el alcance del amor de Cristo y lo que ese amor implicaba para ellos en distintos versículos previos, pero un conocimiento intelectual era poco en comparación con la experiencia de vivirlo.

¿Recuerdas esa famosa frase de Job: “de oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven”? (Job 42.5). La experiencia de Job, al relacionarse más directamente con Dios, le abrió las puertas a un conocimiento mucho más amplio sobre Él.

Así también, el amor de Cristo, se conoce plenamente cuando vivimos una verdadera experiencia de comunión con Él. Y esto supera cualquier conocimiento intelectual que podamos tener.

Por eso es que Pablo oró por ellos. ¡Había mucho más para aprender y experimentar! Lo que nos lleva a considerar que también nosotros tenemos mucho más por vivir junto a Dios.

Necesitamos saber que nuestra relación con Dios siempre se puede acrecentar, y que, seguramente, Él podrá revelarse cada vez más en tanto nosotros lo busquemos con mayor diligencia.

¿Cuánto amor tenemos por Dios? Y, ¿cuánta necesidad tenemos de conocerle aún más? Al final, la responsabilidad es nuestra, dado que Él siempre está dispuesto.

Por ende: ¡Somos nosotros quienes debemos buscarle!

Ahora, mucho más allá de, “simplemente”, conocer sobre Su amor, el Apóstol nos habla de algo que es más que interesante e importante para nosotros.

Nos dice que un conocimiento mayor de este amor nos abrirá las puertas a la llenura de la plenitud de Dios. Por eso escribe:

“que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, y todo entendimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios”.

Nadie es lleno de esta plenitud sin un verdadero conocimiento de Su amor y de Su persona. Y, a su vez, esto no se consigue sin una verdadera relación con Él, sin una vida de comunión con Dios.

Esto es lo que debemos buscar, siempre y cuando queramos ser llenos de la plenitud de Dios .

Pero… ¿Cuánto deseas Su llenura? ¿La buscas? ¿La has pedido en tus oraciones?

Somos muchos los que se la pedimos a diario, pero lo que debemos entender es que jamás la conseguiremos, si no dedicamos más tiempo a acrecentar nuestra relación con Él…

Todo un desafío en este mundo de tanto correr, para estar siempre, más o menos, en el mismo lugar… Pero aún así, ¿qué tal si nos proponemos esa meta?

¿Será que también tú quisieras intentarlo? ¿O te alcanza con lo que ya tienes? ¿Quieres conocer más a Dios, más sobre Su amor? ¿Quieres ser lleno, llena de la plenitud de Dios?

¡Hay mucho más de Dios por descubrir y por experimentar! Todo está en nuestra propia decisión.