Tabla de Contenidos
Versículo Clave: Efesios 3.1
Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de ustedes los gentiles.
Contexto bíblico: Efesios 3.1-13
1 Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de ustedes los gentiles 2 si en verdad han oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para ustedes; 3 que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes les escribí brevemente.
4 En vista de lo cual, leyendo, podrán entender mi comprensión del misterio de Cristo, 5 que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a Sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu; 6 a saber, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio.
7 Es de este evangelio que fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de Su poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y sacar a la luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de todas las cosas.
10 De este modo, la infinita sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él. 13 Ruego, por tanto, que no desmayen a causa de mis tribulaciones por ustedes, porque son su gloria.
Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “Efesios 3.1: Pablo prisionero de Cristo Jesús”
En un momento complicado, estando en prisión domiciliaria, y con un soldado encadenado a él, Pablo escribe varias cartas a las iglesias, una de las cuales es ésta, la de Efesios.
Efesios, Colosenses y Filemón son tres cartas que, junto a Filipenses, constituyen las llamadas “epístolas del cautiverio”.
Pablo había estado predicando por todo el imperio Romano, y cuando se vio impedido a hacerlo, buscó la forma de seguir bendiciendo y ayudando a sus hermanos, esta vez, por medio de sus cartas.
Algunas de éstas fueron dirigidas a personas que él nunca conoció personalmente, como la de Colosenses, pero su amor por sus hermanos nunca se vio disminuido por ello.
¿Qué buscaba Pablo con sus cartas?
Fortalecer, enseñar, poner las cosas en orden y, fundamentalmente, ayudar a sus hermanos para que éstos pudieran tener más conocimiento de Dios y de Su voluntad y, a partir de eso, mayor comunión con Él y mejor servicio.
Éste constituye un ejemplo para cada uno de nosotros, quienes deberíamos comprender que Dios pretende que todos tengamos esa misma meta.
Todos debemos poder ayudar a nuestros hermanos. Algunos lo harán desde un púlpito, otros en un hospital, o visitando sus hogares. Y no solo de estas maneras…
Algunos bendecirán comunicando conocimiento, otros lo harán compartiendo provisiones, otros prestando un hombro, un oído, y sosteniendo en oración.
La manera o el don que utilicemos no interesa, siempre y cuando lo hagamos con amor y pensando en servir a Dios.
Ahora, ¿podemos ver el gran ejemplo del apóstol?
Él no se dejó vencer por su condición de estar preso, ni se dejó limitar por las cadenas, sino que, estando en comunión con Dios, encontró nuevas oportunidades, a media que vivía distintas situaciones.
Posiblemente él haya pensado algo como esto: “Ah, no puedo viajar y predicar en persona, entonces escribo y soy de bendición de esta manera. No importa cómo, sino que esté siendo de bendición”.
Pablo no dijo: “uh, pero mi ministerio es hacer evangelismo, y yo soy misionero, entonces, si Dios no me permite ir hacia la gente: ¡no hago nada!”.
¿Te lo imaginas diciendo algo así? Yo no, ni un poquito…
¿Conoces gente que cree tener un sólo ministerio y sólo un don posible para servir al Señor?
Si nos limitarnos a nosotros mismos, ¿cómo nos dejaremos sorprender por el Espíritu?
¿Crees que sólo puedes servir en un ministerio? Tal vez debas considerarlo… ¡Y orar mucho al respecto!
Nuestra actitud debería ser como la de Pablo:
No puedo ser misionero, entonces predico de otra forma. No puedo predicar, entonces escribo cartas, o por las redes sociales, o en donde sea. ¿Qué importa en dónde?
No puedo escribir, entonces llamo por teléfono, no puedo llamar, entonces oro por mi congregación, por mis hermanos que necesitan ser sostenidos.
¡Cuántos ministerios son posibles de realizar cuando estamos avocados a servir a nuestro Señor! Y no sólo dentro de nuestra propia iglesia, sino también, y más que importante, fuera de ella.
No se pesca dentro de una pecera, como tampoco se llevan a los pecadores al Señor, buscándolos dentro de la iglesia (aunque de tanto en tanto nos encontremos con algunos…).
¡Que las circunstancias no nos impidan servir al Señor!
Entonces, ¿qué estás viviendo? ¿Cuál es tu situación? ¡Sin importar cuál sea, tienes oportunidad de servirle!
¿No la has visto aún? ¿No te das cuenta en qué puedes servirle?
Toma un instante para hablar de este tema con tu Señor, y pídele que te guíe para poder servirle, según Su voluntad, y de la mejor manera posible.
¿Sabes qué? ¡Él lo hará!
Por último, Pablo, quien estaba prisionero en Roma, no se consideraba a sí mismo preso del imperio romano, sino como preso de Cristo.
Pero esto no era porque el Señor lo hubiese forzado a nada, sino porque no podía escaparse del sentimiento de agradecimiento y de compromiso que sentía.
Pablo era prisionero de Cristo Jesús porque Su amor le había cambiado la vida y le había dado un propósito superior.
No era obligación, era amor y gratitud.
Oración
Padre de amor y de misericordia, gracias te damos por todo lo que hiciste por nosotros.
También nosotros nos consideramos presos tuyos, porque hemos entendido cuánto nos amas y cuánto has hecho y sigues haciendo.
Queremos entregarte nuestras vidas en adoración, esperando ser como ofrenda de grato olor para ti. Queremos trabajar en tu reino, obrando según tu voluntad y para tu gloria.
Nuestras vidas son tuyas, te alabamos y te honramos, en el nombre de Jesús, amén.
Links
A más estudios de Efesios:
A otros estudios:
También te invitamos a leer reflexiones cortas a través de los siguientes links:
Devocionales basados en el evangelio de Marcos
O si gustas,
Comentarios bíblicos devocionales
Que son explicaciones y estudios exegéticos del texto de distintos libros de la Biblia, pero con una mirada más devocional que técnica.
Si quieres, puedes escribirnos, puedes hacerlo a través de la caja de comentarios.
Estamos a tu disposición hasta donde nos sea posible, esperamos poder ser útiles para tu vida espiritual. ¡Dios te bendiga en todo!
Notas
- Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 byThe Lockman Foundation.
- La imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida, utilizando una imagen de Brett Sayles.