Efesios 1.8-10 Conocer el misterio de Su voluntad

Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “Efesios 1.8, 9 y 10 Conocer el misterio de Su voluntad”.

En los versículos anteriores el Apóstol Pablo escribió sobre la Gloria y sobre las Riquezas de la GRACIA de Dios, algo de lo cual nos sigue hablando en los presentes, diciendo que:

Por Su gracia Dios nos regaló “toda la sabiduría y el conocimiento” necesarios para conocer Su plan, el cual hasta el momento de esta revelación era un misterio, tanto en el cielo como también en la tierra.

Era un misterio porque nadie sabía exactamente qué iba a hacer Dios con la humanidad caída.

Y aunque por medio de los profetas Dios había dado algunos indicios, aún así no se conocía cuáles eran exactamente Sus planes, los cuales fueron revelados luego de la obra de Cristo aquí en la tierra, a través del evangelio, y por medio de la iglesia.

Es llamativo entender que Dios tiene tiempos que NO da a conocer a nadie, ni siquiera al Hijo (Mateo 24.36).

Y, por otro lado, Pedro nos cuenta que los ángeles anhelan mirar lo que sucede en la tierra y cómo se lleva adelante el plan de Dios, ver 1 Pedro 1.10-12.

Todo esto nos hace ver que estos misterios de Dios, no habían sido declarados ni siquiera a los mismísimos Ángeles de Dios.

Algo que me lleva a imaginar que: “Es muy probable que el diablo se llevara una enorme sorpresa al ver a Jesús resucitado, y al ver luego la conformación de la iglesia, y al Espíritu Santo habitando en los creyentes”.

Y más allá de todo esto, cómo si ya no fuera mucho, en Efesios 1.10 Dios nos revela la finalidad de Su plan:

“Reunir todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra”.

Esto quiere decir que un día todos los que hemos sido hechos hijos de Dios habitaremos juntos en Su presencia.

Tanto quienes vivieron en los tiempos del Antiguo Testamento, cómo quienes vivimos en esta dispensación, y así también quienes sean salvos luego de que la iglesia sea arrebatada.

Y a su vez, todos nosotros cohabitaremos junto a los Ángeles del cielo en la presencia de Dios. Por eso dice el texto que: “En Jesús serán reunidas todas las cosas, las que están en el cielo como las que están en la tierra”.

¡Esto es algo maravilloso! Tan grande, que es difícil imaginarlo. ¿Tú puedes?

Lo que si sabemos con certeza, es que por gracia de Dios, estos “misterios de Su plan” nos fueron revelados a nosotros, sus hijos, quienes conformamos la iglesia de Cristo.

Este es otro de los regalos de Dios para nosotros, incluidos en las “riquezas de Su gracia” (Efesios 1.7). ¡Oh cuánto amor por estas criaturas rebeldes! En verdad no merecíamos nada de esto…

Es por eso que, adorar a Dios con sólo palabras, o con cánticos, es poco. Dios merece que ofrendemos nuestras vidas como sacrificios vivos, como ofrendas agradables para Él (Romanos 12.1, 2 Corintios 2.15-17).

Pablo, después de comprender estas cosas, no podía vivir de otro modo. Lo que nos lleva a pensar: ¿Qué de nosotros?

Comprendiendo todo esto, y habiendo recibido un regalo tan grande, ¿son nuestras vidas como ofrendas vivas, agradables a Dios?