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Reflexiones sobre la vida Cristiana

¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13

¿Qué dice la Biblia sobre la protección de Dios ante las enfermedades y las plagas? Analicemos el texto, encontremos conclusiones y meditemos en ellas.

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¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13 – Romanos 8.26-39

En este tiempo tan especial a partir de la pandemia, muchos cristianos se apropian de distintas promesas bíblicas, entendiendo en su fe, que esa apropiación ha de concederles el favor divino y la protección que anhelan ante este virus tan temido.

En esta publicación analizaremos especialmente tres textos (Salmo 91; Romanos 8.26-39 y Amós 4.10-13) y trataremos de llegar a una conclusión sobre este tema. Para ello inicialmente te dejamos planteadas las siguientes preguntas, para luego responderlas a medida que el estudio vaya avanzando:

  • ¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? 
  • ¿Nos preserva Él de las mismas? 
  • ¿Qué espera de nosotros y por qué las permite?

A continuación te dejamos también un índice del estudio para que una vez leído de corrido, lo cual es nuestra sugerencia, puedas volver a cada parte que te interese navegando a través del mismo como gustes, pero antes:

Te invitamos a orar, a pedir la asistencia, el conocimiento y la sabiduría del Espíritu Santo, para que Él te guíe y te lleve a toda verdad. Por nuestra parte te presentamos este análisis y reflexión sobre la palabra de Dios, pero esperamos que más que nosotros, sea Él quien te hable a través del estudio. 

¡Que Dios te bendiga mucho!

Consideración sobre algunas promesas de Dios

En primer lugar queremos presentarte el análisis de un texto muy hermoso y particular. A partir de dicho análisis, nos gustaría reflexionar contigo acerca de cómo interpretamos la Palabra de Dios y de cómo tomamos para nosotros algunos textos bíblicos, anhelando que se cumplan en nuestras vidas. 

¿Sabías que hay más de 3000 promesas en la Biblia? Ahora, ¿Podemos aplicarlas todas a nuestras vidas? Muchos de nuestros hermanos entienden que sí y algunos otros, al ver la realidad de la pandemia, no saben qué responder. ¿Qué entiendes tú al respecto?

Analicemos juntos el Salmo 91 y veamos a qué conclusión llegamos al final de este estudio:

Salmo 91

1 Los que viven al amparo del Altísimo

    encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.

2 Declaró lo siguiente acerca del Señor:

Solo él es mi refugio, mi lugar seguro;

    él es mi Dios y en él confío.

3 Te rescatará de toda trampa

    y te protegerá de enfermedades mortales.

4 Con sus plumas te cubrirá

    y con sus alas te dará refugio.

    Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.

5 No tengas miedo de los terrores de la noche

    ni de la flecha que se lanza en el día.

6 No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad,

    ni a la catástrofe que estalla al mediodía.

7 Aunque caigan mil a tu lado,

    aunque mueran diez mil a tu alrededor,

    esos males no te tocarán.

8 Simplemente abre tus ojos

    y mira cómo los perversos reciben su merecido.

9 Si haces al Señor tu refugio

    y al Altísimo tu resguardo,

10 ningún mal te conquistará;

    ninguna plaga se acercará a tu hogar.

11 Pues él ordenará a sus ángeles

    que te protejan por donde vayas.

12 Te sostendrán con sus manos

    para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra.

13 Pisotearás leones y cobras;

    ¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies!

14 El Señor dice: «Rescataré a los que me aman;

    protegeré a los que confían en mi nombre.

15 Cuando me llamen, yo les responderé;

    estaré con ellos en medio de las dificultades.

    Los rescataré y los honraré.

16 Los recompensaré con una larga vida

    y les daré mi salvación».

Salmo 91 – NTV

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La importancia de una correcta interpretación

Al leer el Salmo, seguramente has notado que nos dice:

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  • Te protegerá de enfermedades mortales (v3)
  • No temas a la enfermedad que acecha (v6)
  • Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor, esos males no te tocarán (v7)
  • Ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. (v10)
  • Pisotearás leones y cobras; ¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies! (v13)

Este texto es tomado por muchos de nuestros hermanos, quienes dicen que si tienes la comunión suficiente con Dios, Él no permitirá que te enfermes y evitará que todo mal te acontezca.

Por ende, pensando de esa manera, muchos suponen que las enfermedades dependen de cada uno de nosotros, más no de la voluntad de Dios, y que entonces, nos llegan más como un castigo que como un elemento en Sus manos, el cual tiene un propósito específico, y que apunta a nuestro bien.

Ahora, en tu experiencia y por lo que has podido vivir en tus años de cristiana/o ¿Es eso lo que sucede? ¿Nos castiga Dios con enfermedades? ¿Nos preserva Él de las mismas? ¿Cómo obra Él con nosotros? ¿Es en todos los casos igual, se maneja de la misma manera con todos? Y, según tu entendimiento: ¿Qué dice la Biblia al respecto?

¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13 – Romanos 8.26-39

Dios claramente controla cada cosa que en nuestras vidas, pero no evita que las enfermedades nos alcancen

¿Cierto? Muy a pesar nuestro nos enfermamos todo el tiempo, si no es de un resfrío será del estómago, o también de cosas mucho peores. Cuánto sufrimos al ver a nuestros hermanos luchando con enfermedades más complicadas. ¿Te ha sucedido presenciar una lucha similar en un ser querido? ¿En verdad consideras que fue por un castigo de Dios?

Es por todo esto, a la luz de lo que vemos que sucede a nuestro alrededor continuamente, que debemos decir es que 

Dios no nos preserva de todo mal

Es más:

Nos enfermamos, nos roban en las calles, nos estafan y nos mienten. El Sol sale y la lluvia cae, también para nosotros (Mateo 5.45). En este punto sabemos que habrán quienes nos dirán que entonces, la Biblia no se aplica a nuestras vidas y que por lo tanto es una farsa; y también otros que nos acusen de no tener fe o de intentar explicar lo que no entendemos. 

Pero lo cierto es que muchos cristianos hemos visto como nuestros hermanos en la fe se enfermaron y murieron, tal vez de otras enfermedades y no por el coronavirus, pero para el caso es lo mismo; la evidencia es más fuerte que cualquier interpretación que podamos hacer. ¿Cierto? ¿Qué crees tú?

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Entonces, si los hijos de Dios se enferman y mueren,

Un error muy frecuente

Evidente, aunque quisiéramos que tanto éste, como también otros textos que hablan de la protección de Dios, se apliquen y se cumplan en nosotros: No podemos decir que Dios nos librará de las epidemias cuando eso no es lo que está ocurriendo. Por lo tanto, no podemos tomar la Biblia de manera literal y aplicarla según mejor nos favorezca.

Todo esto nos lleva a pensar en la importancia de la correcta interpretación de los textos, para luego también poder hacer una correcta aplicación de los mismos. El hecho de hacer lo contrario ha llevado a miles de personas a suponer que la Biblia, ni es poderosa, ni es verdadera; y eso porque no la han entendido, la han aplicado mal y como resultado, se han alejado de Dios.

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¿Cómo deberíamos abordarlo?

En primer lugar debemos decir que todo Salmo es una poesía, la cual normalmente se escribía con el fin de formar parte de una canción. En este caso se está hablando de la confianza en el poder y en la protección de Dios. El foco, la idea a resaltar, es que Dios está al control de todo, que todo depende de Él y que puede librarnos de todo mal.

Se nos dice que Él “Te protegerá de enfermedades mortales” (v3), pero lo que no se dice, y sí se da por sentado, es que lo hará siempre y cuando esté dentro de sus planes para nuestra vidas. Verlo así nos cambia todo el panorama. Por otro lado, al hacer nuestro análisis, deberíamos ver quién lo escribió, cuáles fueron las circunstancias y sobre quién se hablaba (entre otras muchas cosas).

Si simplemente lo aplicamos a cada uno de nosotros, o si lo interpretamos de una manera errónea, esto nos pondría en conflicto con las circunstancias que vemos y vivimos cada día. Interpretarlo de manera diferente (en forma textual y directa) nos enfrenta y hace que choquemos con una realidad muy distinta a la planteada en el texto bíblico.

Así como éste versículo, también otros muchos deben ser interpretados, aplicados y asimilados, no solo por medio de la ayuda de la hermenéutica (lo cual es más que correcto y absolutamente necesario), sino también mediante la luz de lo que ven nuestros ojos cada día (considera por ejemplo los siguientes textos: Isaías 43.2; 54.14-17 y Lucas 10.17-20).

Por eso,

Lo que debemos hacer es analizarlo a la luz de todo el contexto bíblico

No solo tomar un texto e interpretar el mismo como nos parezca, sino ver el mensaje de toda la Biblia. Al hacerlo también encontraremos otros textos que nos dicen lo siguiente:

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  • Habrán plagas para el pueblo (Ezequiel 6.11-14; Jeremías 14.12; Apocalipsis 6.8)
  • Tendremos aflicción, escasés y pruebas (Juan 16.33; Santiago 1.12; 5.11; Filipenses 4.11-14; 2 Corintios 4.7-12; etc., etc.)
  • Padeceremos persecución (Mateo 5.10; 2 Corintios 12.10; 2 Timoteo 3.12; etc., etc.)

Todos estos textos nos muestran que los hijos de Dios no fueron antes, ni somos hoy, guardados de todo mal. 

Por ende, tomar cualquier texto y aplicarlo como nos sea más provechoso no es la mejor práctica de interpretación

¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13 – Romanos 8.26-39

¿Qué entendemos de este Salmo?

En este caso posiblemente Moisés escribiera este Salmo (según el análisis de muchos estudiosos), al ver los cuidados de Dios para con el pueblo (mientras transitaba en medio del desierto).

Al ver el texto ayudados por estos datos, entendemos desde otra perspectiva lo que el mismo manifestaba sobre las plagas, los cuidados de Dios, los que caían muertos a su alrededor, y todo, sin que ellos fueran dañados. Ciertamente ese fue un tiempo muy especial para el pueblo de Israel.

Claro que, también en aquel tiempo, muchas muertes fueron propiciadas por ellos mismos y les llegaron de parte de Dios. Ver por ejemplo nuestro comentario sobre la serpiente de Bronce construida por Moisés en el desierto, pero fuera de ésa y de muchas otras exepciones, su realidad era que disfrutaban de un cuidado muy especial de Dios en todos los aspectos de sus vidas.

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Con todo esto dicho hasta aquí, te proponemos ahora pensar juntos en el siguiente texto:

Romanos 8.26-39

26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles; 27 y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios. 28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. 29 Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó.

31 Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? 32 El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Tal como está escrito:

Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día;

somos considerados como ovejas para el matadero.

37 Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 8.26-39 – LBLA

¿A quienes se aplica este texto?

¿Te has dado cuenta cuán presente está el tema del sufrimiento y de la angustia en este texto? ¿Piensas, al igual que nosotros, que ambas cosas forman parte de nuestra vida? Y además, aunque no todos suframos persecución o muerte, esto sí se sigue aplicando, por ejemplo, a nuestros hermanos misioneros en países musulmanes. ¿Sabías que es así?

Este texto, a diferencia del Salmo, es más aplicable en forma directa a nosotros, y ésto, a pesar de que Pablo les estuviera hablando a los cristianos romanos en un contexto de conformación de los engranajes necesarios para la persecución al cristianismo. ¿Por qué es así? 

En primer lugar porque Pablo le habla directamente a la Iglesia de Cristo, representada en primera instancia por los cristianos que habitaban en Roma. Y en segundo lugar, porque más allá de la diferencia de situaciones entre esos receptores primarios de la epístola y nosotros, el texto describe nuestra condición y situación cotidiana.

Al hablar de la debilidad, de la falta de sabiduría, de la angustia por las cosas con las que tenemos que lidiar, el texto habla de todos nosotros, nos define y muestra nuestra situación de cada día. ¿No lo crees? Es por eso que es tan apropiado para todos nosotros.

Pero a Dios gracias, este texto no solo define nuestra situación cotidiana, sino que además nos muestra qué hace Dios en medio de nuestro dolor e incertidumbre: El Espíritu intercede, Dios lo escucha, y obra de tal manera que todo contribuya para nuestro bien

¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13 – Romanos 8.26-39

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Veamos qué más nos dice el texto:

Cuál es el mensaje de este texto para nosotros

Pablo nos muestra que Dios no solo nos conoció, predestinó, eligió, llamó y justificó, sino que también nos satificó y glorificó, entendiéndose con esto último, que Él ya nos considera como conciudadanos de los cielos y nos ve ya reinando con Cristo. ¿No te parece maravilloso?

Para el final del mismo, el apóstol termina concluyendo que más allá de lo que pueda sucedernos en esta vida, somos más que vencedores porque nada nos puede separar del amor de Cristo, y eso lo es todo para nosotros. ¿Estás de acuerdo? ¿Te sientes identificado con la afirmación?

Aclaración importante

Este texto no contradice a otros respecto del cuidado de Dios, por lo cual hay algo que todos debemos entender: 

Solo cuando no comprendemos el mensaje de un texto, a quién va dirigido, la razón por la cual se comunica y cuál es la correcta aplicación del mismo a nuestras vidas, sucede que, más allá de malentenderlo, corremos el riesgo de dar un mensaje erróneo, y de apropiarnos de una “promesa” o de una verdad que no es para nosotros. 

Queremos decir con todas las letras que: La Biblia no se contradice, somos nosotros los que muchas veces no la entendemos.

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Ahora, considerando todo esto, tal vez te estés preguntando: 

¿De qué entonces nos protege Dios? ¿Nos protege, sí o no?

La respuesta es más que simple (aunque tal vez a no muchos les guste tanto): Dios nos protege de todo lo que no esté dentro de su voluntad. Él pone frenos para cuidar a sus hijos, da permiso y pone límites, incluso, hasta a nuestro enemigo el diablo. Nada se escapa de sus manos, pero no todo nos es filtrado gracias a su amor por nosotros.

“Lamentamos” tener que decir que Él permitirá algunas cosas, aunque otras, gracias a Él nunca nos tocarán. Ponemos las comillas dado que sabemos que si Él nos dejara todo fácil en la vida, entonces tal vez nuestra relación con Dios no sería tan cercana como debería, y además, nuestra madurez espiritual nunca se desarrollaría. 

Dicho de otro modo, Dios permite que nos sucedan muchas cosas y las utiliza como herramientas que nos ayudan para nuestro crecimiento espiritual.

Es en este último sentido que “todas las cosas cooperan para bien”, ya que a “los que son llamados conforme a su propósito” Dios debe ayudarlos a crecer para poder dar mucho fruto (ver 1 Pedro 5.10 y 2 Corintios 4.17).

¿Entiendes ahora por qué Dios permite que suframos? ¿Por qué permite que algunas cosas nos sucedan?

Tal vez ahora te estés haciendo también las siguientes preguntas:

¿Qué es lo que Dios busca de nosotros? ¿Qué es lo que pretende al permitir enfermedades y sufrimiento?

Nos gustaría decirte que primero y principal, Él quiere nuestra salvación. Más luego también, como ya hemos dicho, nuestro crecimiento y madurez espiritual (tenemos un estudio muy apropiado sobre este tema en el comentario de 1 Pedro 1.6-7 en el que analizamos para qué prueba Dios nuestra fe, te animamos a leerlo).

Ahora, por nuestra parte, debemos saber que:

Nuestras vidas en la tierra sólo tienen tres propósitos:

  1. Poder crecer en nuestra relación con Dios,
  2. Ayudar a otros a hacer lo mismo a través de nuestros dones y,
  3. Ser parte activa en la propagación del evangelio.

Cada uno de nosotros tiene una función específica dentro del plan y del reino de Dios

¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13 – Romanos 8.26-39

¿Sólo eso? ¿Y después qué?

En cuanto se cumple lo que Él tiene planificado para nosotros, se vuelve la hora de pasar a otro estado, esperando así la resurrección de los muertos y la vida eterna en la gloria. Algo que Dios tiene ya preparado para nosotros (1 Juan 2.17; 5.11-13; Juan 3.16; 10.28-29; Apocalipsis 21.3-4) 

Por eso el apóstol Pablo dijo:

Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.

Romanos 8.18 – LBLA

Como ves, esto es tan simple de decir como difícil de internalizar, pero si lo pudiéramos hacer, entonces la muerte ya no tendría tanto peso, ni siquiera sería tan negativa en nuestras vidas. Si lo lográramos, seguramente podríamos preguntar, así como lo hizo el apóstol:

 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro, tu aguijón? 56 El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; 57 pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58 Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

1 Corintios 15.55 – LBLA (si puedes, lee también por favor, desde el versículo 50 en adelante)

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Te invitamos a ver ahora según la Biblia,

Por qué Dios permite que las plagas toquen a sus hijos

Vamos a tomar un texto en el que Dios le habla al pueblo de Israel. Quisiéramos decir en este punto, que lo que te brindamos a continuación es nuestra interpretación sobre el actuar de Dios para con sus hijos, el cual entendemos que se mantiene vigente hasta el día de hoy y no solo por medio de las plagas.

Teniendo esto bien en claro, te invitamos a orar nuevamente para que Dios te revele su verdad al respecto. Más allá de lo que puedas leer en ésta o en cualquier otra publicación, esperamos que llegues a la verdad que Él te quiera revelar. Luego de orar, te invitamos a leer el siguiente texto:

Amós 4.10-13

10 Envié contra vosotros una plaga, como la plaga de Egipto,

maté a espada a vuestros jóvenes, junto con vuestros caballos capturados,

e hice subir hasta vuestras narices el hedor de vuestro campamento;

pero no os habéis vuelto a mí —declara el Señor.

11 Os destruí como Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra,

y fuisteis como tizón arrebatado de la hoguera;

pero no os habéis vuelto a mí —declara el Señor.

12 Por tanto, así haré contigo, Israel;

y porque te he de hacer esto,

prepárate para encontrarte con tu Dios, oh Israel.

13 Pues he aquí el que forma los montes, crea el viento

y declara al hombre cuáles son sus pensamientos,

el que del alba hace tinieblas

y camina sobre las alturas de la tierra:

el Señor, Dios de los ejércitos, es su nombre.

Amós 4.10-13 – LBLA

Analicemoslo brevemente

Comencemos por preguntar lo siguiente:

  • ¿Quién está hablando en el texto?
  • ¿Qué ha hecho o qué ha enviado?
  • ¿Cuál fue su propósito?

Entendemos que las respuestas son más que evidentes al leer el texto. Pero, ¿Por qué Dios envió semejante plaga a su pueblo? ¿Sabía Él que habrían consecuencias en la salud del mismo? 

Por supuesto que sí, sin embargo Él tenía un propósito mucho más alto, por lo que según su criterio, era más productivo o beneficioso para ellos tener que pasar por la plaga, que continuar sus vidas de la misma manera en la que estaban: alejados de Dios.

¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13 – Romanos 8.26-39

El propósito de Dios

El propósito de Dios fue más que entendible desde su mirada. Esto lo vemos al analizar y ver cómo Él se mueve en el conjunto de la revelación bíblica. Dios hará lo necesario como para que su pueblo se acerque a Él. Ahora, ésto también es cierto para con el resto de la humanidad.

Ahora, si bien este es un texto muy especial, y no se encuentran muchos similares, lo cierto es que Dios muestra aquí su interés, voluntad y determinación en utilizar herramientas que lleven a sus hijos a buscarle. Las mismas muchas veces serán muy livianas, pero otras tantas, un poco más pesadas según nuestros propios razonamientos.

Seguramente habrán en este punto personas que se atrevan a juzgar a Dios. Nosotros no haremos esto, sino que por el contrario, lo justificamos diciendo que Él es el creador y dueño de todo lo creado, incluso de la humanidad, y por tanto: Él bien puede hacer todo lo que quiera con nosotros.

¿Significa eso que puede hacer lo que se le dé la gana? Sí, pero no nos asustemos ni nos pongamos paranoicos. 

Dios permite muchas cosas pero solo teniendo en cuenta nuestro bien. Esa ha sido la experiencia de más de dos mil años de cristiandad, y por supuesto que también es la nuestra. Sus herramientas siempre sacan lo mejor de cada uno de nosotros y nos ayudan a crecer espiritualmente. 

También tengamos en cuenta que Él no nos obligará a nada, pero aún así nos ayudará a entender qué es lo mejor y obrará en nosotros conduciendonos a su presencia. Claro que, al final, la respuesta y la decisión siempre seguirán siendo nuestras. Él no nos quitará el libre albedrío. ¿Lo entiendes?

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Conclusión

Dios permite que nos sucedan muchas cosas, pero ninguna de ellas se escapa de su control. Él tiene un propósito para cada uno de nosotros, y para poder llevar a cabo sus planes en nuestras vidas, se vale de distintas herramientas.

Muchas veces permite que el sufrimiento y las enfermedades nos alcancen y las utiliza para que nosotros nos acerquemos más a Él. Debemos tener una clara conciencia sobre esto ya que al alcanzarnos los problemas, sabremos ya su propósito y podremos lidiar con ellos con la paz de aquel que conoce qué está sucediendo y cuál es el resultado que se espera.

De ser así la incertidumbre podrá erradicarse en medio de la prueba y podremos estar con la mente clara para hacer frente a la situación que debamos atravesar. 

Por otro lado, de hallarnos en ese nivel de entendimiento, no tendremos necesidad de tomar cualquier versículo para aferrarnos a él sin interpretarlo como corresponde, y por ende, no correremos el riesgo de exigir a Dios que haga lo que no prometió; no tendremos altercados con Él y nuestra fe podrá mantenerse firme.

Lo contrario sería pensar que Dios no cumple con lo que dice con su Palabra, que no es fiel a sus hijos, o que ha dejado de amarnos y se ha olvidado de nosotros. Todo esto es más que falso y es absolutamente opuesto a la realidad. 

Dios siempre se preocupó y se preocupará por todos nosotros porque nos ama. Solo que no nos promete guardarnos de todo sufrimiento. En vez de ello, lo que sí promete es acompañarnos en todo tiempo y darnos la vida eterna. Esas son las mayores y mejores promesas de su parte. ¿No lo crees?

Para despedirnos

Damos gracias a Dios por sus bendiciones y cuidados, aún sabiendo que lidiaremos con muchas circunstancias difíciles en nuestras vidas. Esperamos que también tú puedas tener esta certeza de que, más allá de lo que nos suceda, Él jamás te desamparará ni te dejará. 

Confía en Él y Él hará, y a pesar de lo que debas vivir, que en Él halles el refugio y la fortaleza para poder continuar. Dios te bendiga y te guarde, te ayude, guíe y sostenga en cada momento de tu vida; en el nombre de Jesús, amén.

Notas

Te dejamos el siguiente link hacia una publicación en la que hablamos sobre cómo mantenernos firmes en la fe a pesar de la pandemia por el Coronavirus. En ella vemos muchos textos que nos serán de ayuda, varios tips y consejos, información sobre el virus según la OMS y te brindamos varios links que pueden resultarte de utilidad.

Todas las Citas Bíblicas identificadas con LBLA fueron tomadas con permiso de LBLA – http://www.lbla.com

Y la identificada como NTV fue tomada con permiso de: 

Nueva Traducción Viviente – La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.

Imagen conformada a partir las publicadas por ParentingupstreamK. Kliche en Pixabay 

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¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13 – Romanos 8.26-39

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2 respuestas a «¿Protege Dios a sus hijos de las plagas? Salmo 91 – Amós 4.10-13»

Con todo respeto, los argumentos de que las plagas tocan a los hijos de Dios los tuerce el que redacto este estudio.
Las plagas en capítulo 6 de ezequiel dice claramente que les toco por su idolatría, a causa de su corazón fornicario, etc fue por castigo.
En cuanto al salmo 91 Dios te protege siempre y cuando habites en el abrigo y estés en obediencia pero si te sales del abrigo y andas de rebelde si te tocan las plagas.

Hola estimado Antonio. ¿Es eso lo que interpretas sobre lo expuesto? ¿Crees que las plagas solo tocan a los que han pecado? OK, perfecto, no nos oponemos a que cada hermano interprete las escrituras como mejor pueda, pero ¿qué de los que igualmente fueron tocados sin vivir en pecado? A pesar de no estar de acuerdo, igualmente queremos respetar tu interpretación.

Dado que nos interesa el debate, publicaremos tu respuesta y no diremos mucho al respecto, sino sólo lo siguiente:

Dios es soberano en la vida de sus hijos, Él permite que las enfermedades toquen a todos sus hijos sin distinción. Es por eso que todos nos enfermamos en algún momento, y eso no implica que hayamos pecado o que estemos viviendo en pecado. Con el virus pasó exactamente así, algunos se enfermaron y otros no.

El autor del estudio fue muy afectado en su salud por este mismo virus un tiempo después de escribir este artículo. El virus lo tomó mientras servía a Dios como desde hace tantos años y mientras buscaba, como siempre, andar en santidad delante de Dios. Tiempo después, y ya recuperado, le sigue sirviendo. No fue su hora de partir, sino sólo de experimentar el virus.

Por otro lado, lamentamos que nos acuses de “torcer” el texto bíblico. ¿Has notado que en todo momento hablamos sobre la correcta interpretación del mismo? En el nombre de Jesús, todo queda perdonado por nuestra parte, deseamos que el Señor se siga revelando a tu vida, que te lleve a toda verdad y que te bendiga grandemente en todas las áreas de tu vida.

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