El Nuevo Pacto

Reflexión Bíblica – Meditación Cristiana – Devocional Diario

¿Te has detenido a pensar en: A qué se refiere Jesús con el nuevo pacto? ¿De qué estaba hablando?

En primer lugar, este pacto ya había sido profetizado, veamos lo que dice Jeremías:

³¹Vienen días», declara el Señor, «en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto,

³²no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos», declara el Señor.

³³«Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días», declara el Señor. «Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo.

³⁴No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: “Conoce al Señor”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande», declara el Señor, «pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado».

Y a su vez, Pablo en 1Corintios 10 nos dice:

¹⁶La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo?¹⁷Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; porque todos participamos de aquel mismo pan.

Y en Romanos 8:

Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.²Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.

³Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dioslo hizo: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado ycomo ofrendapor el pecado, condenó al pecado en la carne,

⁴para que el requisito de la ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Entonces, ¿sabes qué hizo Jesús a través del derramamiento de Su sangre?

Nuestro Salvador pagó el precio que la justicia de Dios requería. Luego, con la deuda ya saldada, y habiéndonos comprado por el precio justo, Dios nos adoptó como a Sus hijos a todos aquellos que aceptamos por fe la salvación provista por Jesucristo.

Para simplificar mucho: El pacto nuevo es la salvación por Gracia, a través de la muerte sustitutiva de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Hoy podemos ser llamados hijos de Dios, y Él puede verter Su amor en nosotros a través de la obra del Espíritu Santo en nosotros.

Hoy sus hijos esperamos el regreso de nuestro Señor, sabiendo que tenemos un destino eterno y un futuro de Gloria en la presencia de nuestro Dios.

Bendito pacto de Gracia, de Amor, de Justicia y de Paz para con Dios.

¡Cómo no adorarte Señor! ¡Cómo no glorificar tu nombre!

¡Para ti la gloria por los siglos! Amén.