Efesios 4:6: Un solo Dios y Padre de todos

Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “Efesios 4:6: Un solo Dios y Padre de todos”

Aunque algunas personas no lo perciban, la mayoría de los seres humanos tenemos conciencia de la existencia de Dios.

Esto hace que seamos muchos los que a lo largo de la historia hemos buscado relacionarnos con Él.

Pero el problema surgió cuando la humanidad llamó Dios a quien no lo es, e hicieron muchos dioses, y muchas cosas fueron adoradas como si lo fueran (el sol, la luna, la tierra, etc., etc.).

Por eso, Pablo se encarga de ratificar, de decir con todas las letras, que Dios hay solo uno.

Y siendo así, los cristianos entendemos que por más que la humanidad busque adorar lo que no debe, digno de adoración hay solo uno.

Aquel que nos creó, quien planificó nuestra salvación y nuestro destino, Él es el único y verdadero Dios. Todo lo demás es solo fruto de la imaginación que no lleva a nada bueno, o peor, demonios disfrazados.

En contraste con el mundo, nosotros hemos conocido al verdadero Dios, y aún mejor que eso, fuimos adoptados por Él como Sus hijos.

Y esto es algo que debemos, no solo agradecer, sino también comprender muy bien:

Si bien, Dios es el creador de toda criatura, no se considera Padre de todas ellas. Por tanto, la creación, a los ojos de Él, no es considerada como Su hija.

Pero sí lo somos aquellos que hemos depositado nuestra fe en Jesuscristo.

Hay muchos textos que nos hablan sobre todo esto, podríamos leer, por ejemplo, Romanos 8.15; Gálatas 4.5-9; Efesios 1.5; etc., etc.

Todo esto está en línea con lo que Jesús le dijo a sus oyentes:

«Y no llamen a nadie padre suyo en la tierra, porque Uno es su Padre, el que está en los cielos». Mateo 23:9

Además de lo ya dicho, Pablo también aclara que nuestro Dios es mayor que cualquiera de sus criaturas, y que por eso está por sobre TODOS, es decir por encima de cualquier otro ser.

Y además, que Él es por todos, que está a favor de todos sus hijos y que está en todos y cada uno de nosotros, esto es, a través del Espíritu Santo.

Esta realidad es posible gracias a Su inmenso amor por nosotros. ¿No es maravilloso?

Todas estas son excelentes razones para permanecer unidos en una misma fe, en un mismo cuerpo y en un mismo Espíritu.

Y es lo que Pablo nos alienta a comprender.

Todas estas cosas que Dios nos da y lo que Él nos permite tener y experimentar, a través de nuestra unión en Cristo, las deberíamos vivir en comunión con Él cuerpo de Cristo.

Esto es lo que Dios quisiera para nosotros, es lo que está en Su corazón, y por eso tantos textos de la Biblia nos hablan del amor entre los cristianos.

Dios nos bendiga para que, entendiendo Su voluntad, podamos llevarla a cabo cada día de nuestras vidas.