Tabla de Contenidos
Versículo Clave: Efesios 2.20-21
20 Están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, 21 en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor.
Contexto Bíblico: Efesios 2.11-22
11 Por tanto, recuerden que en otro tiempo, ustedes los gentiles en la carne, que son llamados «Incircuncisión» por la tal llamada «Circuncisión», hecha en la carne por manos humanas, 12 recuerden que en ese tiempo ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo.
14 Porque Él mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15 poniendo fin a la enemistad en Su carne, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Él mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, 16 y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad.
17 Y vino y anunció paz a ustedes que estaban lejos, y paz a los que estaban cerca. 18 Porque por medio de Cristo los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
19 Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios. 20 Están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, 21 en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor. 22 En Cristo también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “Efesios 2:20-21: Cristo la Piedra Angular”
Al adoptarnos como Sus hijos, Dios nos hizo parte de Su familia espiritual. Y todos los que estamos dentro de esta familia; pertenecemos tanto al cuerpo, como a la Iglesia de Cristo.
A su vez, cada creyente dentro del cuerpo de Cristo es considerado como un miembro, y/o también, como “un órgano” del mismo (leer 1 Corintios 12.12.31).
Pero además de esta figura, al ser parte de la iglesia, también somos considerados por Dios “piedras vivas” que constituyen un Templo Santo.
Es de esto de lo que Pablo nos habla en nuestro texto de hoy, Efesios 2:20-21.
Nosotros, como piedras vivas, somos los que conformamos la Iglesia de Cristo, de la cual Jesús es la piedra fundamental.
Piedras vivas porque interactuamos y porque nos sostenemos los unos a los otros; porque no somos estáticos, como tampoco la Iglesia lo es.
Y también, somos piedras vivas, porque un día decidimos formar parte de la iglesia, y desde ese momento, cada día decidimos obedecer a Cristo para que la Iglesia siga creciendo.
El apóstol Pedro nos dice:
«También ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo». (1 Pedro 2.5)
Por lo tanto, más allá de hacer crecer a la Iglesia, nuestra función es ejercer un sacerdocio Santo, el cual sirve a Dios a través de sacrificios espirituales aceptables.
Esto es lo que Dios espera de cada uno de nosotros. ¿Estabas consciente de esto? ¿Vives de esta manera?
Por otro lado, la figura de Jesús como una piedra angular de la Iglesia es maravillosa.
Una piedra angular era una piedra muy especial que solo los maestros artesanos podían tallar. Y ésta era fundamental para aquellos tiempos, en donde no existían los métodos de construcción modernos.
La piedra fundacional, fundamental o angular, era la primer piedra en ser colocada al iniciar una edificación, y servía para darle el ángulo correcto a las bases de todo el edificio.
Cristo es la piedra fundamental de la Iglesia, el primero en ser resucitado, y aquel a través de quien todos seríamos justificados, santificados e ingresados a la familia de la fe.
Por eso es que Pedro, recordando la profecía de Isaías 28:16, nos trae las palabras del Padre sobre Su Hijo, diciendo:
«Yo, pongo en Sión una piedra escogida, una preciosa piedra angular, Y el que crea en Él no será avergonzado». (1 Pedro 2.6)
Jesucristo es quien le da forma a la Iglesia; y como su cabeza, es aquel quien la gobierna y la dirige con una meta y con un fin bien definido:
Que todo el edificio, bien ajustado, vaya creciendo para ser un Templo Santo en el Señor.
Esa es Su meta, pero debería ser también la nuestra.
Por eso mismo es que, en la Iglesia, no hay lugar para las críticas inútiles de quienes no ayudan a crecer, sino que en lugar de eso, simplemente critican lo que hacen otros.
También es por eso, que no debería haber tanta circulación entre miembros de una iglesia hacia otras.
En lugar de eso deberíamos quedarnos, tomar de la ayuda de Dios, e intentar corregir, o colaborar para cambiar “lo que esté mal”, en nuestra propia congregación.
Esto es más sano, más maduro y está más de acuerdo con el corazón de Dios, que andar deambulando de una a otra iglesia, con el fin de encontrar una en donde sí nos sintamos bien.
¿Cuánto tiempo duraremos en la siguiente? ¿Cuándo echaremos raíces? ¿Cuándo seremos de bendición, ayudando a subsanar defectos y ayudando a crecer a quienes lo necesitan?
Somos piedras vivas con un propósito, el cual no es disfrutar siempre, y sentirnos bien atendidos, sino servir, sanar y ayudar al crecimiento de las demás piedras que componen nuestro edificio.
Recordemos otra vez la meta de Dios:
Que todo el edificio, bien ajustado, vaya creciendo para ser un templo santo en el Señor.
Entonces, ¿de qué manera colaboramos para que esto sea posible?
Que Dios nos hable, nos guíe, nos dé sabiduría, nos ayude y nos fortalezca para cumplir con esta meta, que todos deberíamos asumir como propia.
¿Has recibido palabra del Señor? Si consideras que no es así, por favor, pide en oración que Él te hable más claro.
Oración
Padre Celestial, gracias por habernos aceptado dentro de tu familia e Iglesia, y también, gracias por habernos hecho piedras vivas de la misma.
Padre, bendícenos para alinearnos a Cristo Jesús la piedra angular de la Iglesia y ayúdanos reconocerlo y a obedecerlo como la cabeza de la misma.
Queremos hacer tu voluntad, ser llenos de ti y vivir para tu gloria. Te entregamos nuestras vidas y te adoramos, en el nombre de Cristo Jesús, amén.

Links
A más estudios de Efesios:
Otros estudios:
También te invitamos a leer reflexiones cortas a través de los siguientes links:
Devocionales basados en el evangelio de Marcos
O si gustas,
Comentarios bíblicos devocionales
Que son explicaciones y estudios exegéticos del texto de distintos libros de la Biblia, pero con una mirada más devocional que técnica.
Si quieres, puedes escribirnos, puedes hacerlo a través de la caja de comentarios.
Estamos a tu disposición hasta donde nos sea posible, esperamos poder ser útiles para tu vida espiritual. ¡Dios te bendiga en todo!
Notas
- Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.
- La imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida, utilizando una imagen de Brigitte Tohm.