Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

Comentario Bíblico Devocional del Evangelio de Juan

Introducción

En este comentario trataremos brevemente cada tema presentado por Juan, uno de los cuales es el de las señales y milagros de Jesús, intentaremos hallar sus propósitos en su tiempo y en el nuestro. También analizaremos qué significa que Jesucristo haya mostrado su Gloria y qué entendía Juan sobre la Gloria de Cristo al escribir este y otros textos.

Además hablaremos de cómo ordena Juan los relatos en su evangelio a partir de este momento, ya que hasta aquí, más allá de la introducción, estaban ordenados cronológicamente. Para este último punto tal vez sea de interés ver cuáles fueron los propósitos de Juan al escribir su evangelio.

Otro tema que abordaremos, muy brevemente, es el de las fiestas de las pascuas. Veremos qué sentido tenían y por qué Jesús asistió a las mismas. Más allá de todo esto te dejaremos links a otros estudios que posiblemente puedan ser de interés; y además intentaremos reflexionar sobre las enseñanzas de estos textos y aplicarlos a nuestras vidas.

Cómo aclaración necesaria debemos decir que antes de leer este comentario es muy conveniente leer primeramente los diez primeros versículos del capítulo dos de Juan, ya que Juan 2.11 se refiere a lo acontecido en aquellos versículos, es decir, lo que ocurrió en Caná de Galilea en la fiesta de bodas en que Jesús convirtió el agua en vino.

Por nuestro lado, y antes de comenzar con el análisis de los versículos que nos convocan, nos gustaría presentarte nuestro comentario bíblico devocional en unas pocas estrofas.

Unas palabras sobre este comentario

La presente es una porción del Comentario Bíblico sobre el Evangelio de Juan, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.

Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto y también con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.

Sin más, y primero que cualquier otra cosa, te invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor te llene de su sabiduría; sin lugar a dudas Él será la gran fuente de toda verdad y de todo entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudio de los versículos que nos convocan, leamos:

Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

El Texto

11 Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él. 12 Después de esto bajó a Capernaúm, Él, con su madre, sus hermanos y sus discípulos; pero allí no se quedaron muchos días. 13 La Pascua de los judíos estaba cerca, y Jesús subió a Jerusalén.

Juan 2.11-13 – LBLA

Comentario del Texto Bíblico

11

Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él

El principio de las señales

Ésta fue la primer ocasión en que Jesús mostró públicamente su poder, nótese que la palabra señales (σημεῖον) es también traducida como “señales milagrosas” por DHH, BLA, Kadosh y otras versiones. Los otros evangelios, al hablar de este tipo de acontecimientos, los llaman simplemente milagros.

El milagro referido por Juan

Hablando del milagro de la conversión del agua en vino, nos resulta interesante que Jesús lo haya hecho en aquel momento, ya que no estaba frente a grandes multitudes, es más, los principales beneficiarios del milagro no estaban presentes en el lugar en donde fue realizado, ni siquiera se lo habían pedido personalmente; pero aún así Jesús obró. Ver Juan 6.1-10.

Muchos comentaristas dicen en este punto que Jesús honró el matrimonio, dándonos a entender la importancia del mismo. También, gracias a él, podemos ver que a Dios le importan nuestras necesidades sean cuales fueren y que Jesús siempre está dispuesto a obrar en nuestras vidas ya sea que estemos o no conscientes de ello.

Otros estudiosos nos dicen que el mensaje era más espiritual que terrenal y hablan de simbolismos en donde, por ejemplo, las seis tinajas representaban a la ley (seis: número imperfecto) y que la conversión de agua en vino implicaba algunas de las siguientes cosas:

a) El anuncio de una nueva forma de relación entre los hombres y Dios.

b) Que así como Jesús les dio el vino a aquellos, también nos daría de beber de su “sangre” para llegar ser salvos (verse por ejemplo Juan 6.22-59, principalmente el 55 – Esto debe entenderse en forma espiritual. Comer y beber la carne y la sangre es vivir en comunión con Jesús y con la vida que Él quiere para nosotros).

c) La enorme bendición que representa la gracia para nuestras vidas, la cual es como el mejor vino en contraste con la vida vieja (representada como el agua).

Aquí solo hemos mencionado algunas de todas las interpretaciones posibles, pero tal vez lo más importante para nosotros es ver el propósito que Jesús tenía al dar aquellas señales, las cuales no sólo servían en aquel momento para quienes las presenciaban en primera persona, sino que aún hoy nos siguen hablando a todos nosotros.

Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

El propósito de las señales

Los eventos sobrenaturales efectuados por Jesús tenían un objetivo fundamental que era llamar la atención de las personas para darles luego el mensaje de vida eterna. Pero también, claro está, ayudar a las personas y liberarlas de sus padecimientos. Es obvio que cada milagro tuvo sus características propias, pero todos respondieron a estos objetivos primarios, luego de los cuales, Él siempre tuvo un mensaje para aquella/s persona/s.

Este mensaje de Jesús siempre procuró conducir a las personas al arrepentimiento, al cambio de vida y a una nueva relación con en Padre. Tal vez este propósito no se llevara a cabo en el mismo momento pero ciertamente esa era la meta hacia donde se apuntaba. Luego, al igual que hoy, la decisión estaba en la persona (ver por ejemplo lo que sucedió en el relato de Lucas 17.11-19).

Lamentablemente muchos vivenciaron milagros pero luego no llegaron a una nueva relación con Dios. Lo notable es que Jesús, sabiendo el resultado final, de todas maneras obró milagros para con muchos. Un ejemplo notable es la alimentación de los 5000, en donde tantas personas fueron alimentadas, pero luego la mayoría no logró entender el mensaje espiritual del pan de vida (Juan 6.25-71).

Entonces, los milagros se realizaban para que la gente pudiera prestar atención y oír su mensaje. Las señales eran como una bandera agitada para decir: “aquí está quien puede salvarlos, escuchen mi mensaje”. Esto último nos recuerda a lo dicho por el Padre Celestial tanto en el bautismo de Jesús como en el episodio de transfiguración: “Éste es mi Hijo amado, a Él oíd” (ver Mateo 3.13-17 y 17.1-14 respectivamente).

De paso debemos decir que cada milagro estaba orientado a apuntalar la fe de aquel que recibía tal regalo de Dios, sea éste una sanidad (Marcos 9.2-8), la provisión de alimentos (Lucas 9:10-17), la apreciación de algún evento climatológico (Juan 6.16-21), o cualquier otro, cada suceso era importante para la fe del individuo, y lo ayudaba a entender quién era Jesucristo, aunque no siempre lograban hacerlo (Juan 6 todo el capítulo).

Propósito específico del milagro de la conversión de agua en vino

En el caso de las bodas de Caná Jesús no solo le mostró a María que su ministerio había comenzado, sino que también hubo un mensaje hacia sus discípulos, quienes pudieron entender que no estaban frente a un simple maestro de doctrina judía, sino en presencia del mismísimo Mesías.

En relación con todo esto, recordemos la respuesta de Jesús al pedido de María (Juan 2.4) y entendamos que aunque aquel no era el tiempo de mostrarse como el Mesías frente a toda la nación, sus discípulos necesitaban acrecentar su fe y es por eso que tuvieron el privilegio de ver el Poder y la Gloria de Jesucristo. Y es por eso mismo que Juan nos cuenta que aquella señal les sirvió para que ellos comenzarán a creer por sí mismos.

Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

Veamos un poco más sobre este tama:

Las señales fueron un refuerzo para la fe de los discípulos

En el primer capítulo de su evangelio, Juan nos mostró cómo Jesús llamó a sus discípulos. De los seis hasta el momento (Pedro, Santiago, Andrés, Juan, Felipe y Natanael), el único que había notado algo más que extraordinario en Jesús fue Natanael, a quien le fue revelado qué estaba haciendo un tiempo antes de ser llamado (ver Juan 1.45-51 y comentario).

Pero casi todos los demás sólo lo siguieron solamente porque su anterior maestro, Juan el Bautista, los había dirigido hacia Él (Ver Juan 1. 29-31 y 35-37 y comentarios). Hallamos por ende una muy buena explicación para que el milagro de las bodas de Caná se realizara, ya que los discípulos necesitaban ver a quién estaban comenzando a seguir.

Por otro lado, no olvidemos que el mismo Jesús les había prometido ver cosas muy llamativas, las cuales nunca hubiesen imaginado ver y que solo podían haberlas experimentado al seguir a este Maestro tan especial, leamos lo dicho por Jesús en aquel momento:

Y le dijo: En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.

Juan 1:51 – LBLA

Éste fue entonces el principio de las señales, a partir de ese momento verían mucho más, y no sólo creerían en Él porque alguien más les dijo que debían hacerlo (Juan 1.36) sino porque Él mismo se fue manifestando de una manera única frente a ellos, con Autoridad, con Poder y con Gloria. ¿Se ha manifestado Jesús a tu vida? ¡Tal vez sea el tiempo de conocerlo!

Las señales en nuestros tiempos

Hoy Jesús también se manifiesta a los hijos de Dios, claro está que no le podemos ver obrando directamente como en aquel entonces, pero el Espíritu Santo suple cualquier necesidad de evidencias visibles.

El poder de Dios hoy se manifiesta en nuestras vidas, en medio de nuestras iglesias y en todo su pueblo. Obvio que no lo hace siempre que nosotros queramos pero sí cuando Él mismo lo determina. Pero lo que debemos observar sobre ellos es que el objetivo siempre es el mismo, así como lo era en aquellos días, también lo es ahora.

A través de los milagros Dios nos dice: “Miren a Jesús, crean en su mensaje y vengan a la nueva vida que les tengo preparada”.

Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

Reflexión

¿Vives una nueva vida en Jesús? Si no es así, te invito a pensar en ello; si por el contrario tú ya vives una nueva vida en Jesús, seguramente has podido experimentar el poder de Dios y has percibido su amor por ti, por tanto sigue adelante con tu fe a pesar de las pruebas y situaciones difíciles.

Entiende que Él estará siempre a tu lado más allá de tus problemas se solucionen o no con eventos sobrenaturales. Entiende que Dios nunca dejará de estar a tu lado y que no siempre obrará con milagros. Nuestra fe se irá incrementando solo cuando nos aferremos a Él a pesar de las circunstancias, del dolor o de las pruebas.

Si es eso lo que hoy experimentas, no huyas de la fe, no abandones a tu Señor, entiende que cada cosa tiene su propósito y que en todo tiempo es Él quien está al control de todas las cosas, que si hiciera milagros todo el tiempo, entonces nunca podríamos demostrar nuestra madurez ante Él y que es eso lo que Él busca de cada uno de nosotros.

Sepamos que no solo con milagros Dios se manifiesta, sino con amor a través de nuestros hermanos, con la comprensión de nuevas verdades espirituales y con su manifestación en tu interior que te demuestra que Él está a tu lado, que Él está contigo. Por tanto sigue firme, sigue con fe y nunca te arrepientas de haberlo seguido. Él siempre estará cerca de los que en Él confían (Salmos 145.18).

Veamos ahora qué significa que Jesús haya manifestado su gloria en aquel momento.

Jesús manifestó su gloria

Cuando hablamos de la Gloria de Jesús, muchas cosas pasan por nuestra mente, pensamos en el momento en que se transfiguró delante de su grupo íntimo (Pedro, Santiago y Juan), véase Mateo 17.1-8; y también pensamos en la Gloria que tuvo antes de venir al mundo (ver Filipenses 2.5-7 y comparar con Lucas 2.9), pero evidentemente el texto nos habla de otro tipo de manifestación.

Este tema ya fue tratado anteriormente en el estudio de Juan 1.14 donde Juan nos cuenta que él junto a los demás discípulos pudieron ver la Gloria de Jesús, Gloria como del Unigénito del Padre. En aquel estudio habíamos resaltado la bendición de haber podido ser testigo de primera mano de todo lo realizado por Jesús. No tocaremos aquí los mismos temas que en aquel estudio, pero puedes acceder a él a través del link.

La palabra utilizada por Juan para nuestra traducción “gloria” es “doxa” ( δοξαν), la cual se utiliza para referirse a la manifestación de Dios mismo en cada acto realizado por Jesús, es precisamente ese el sentido que nos quiere transmitir Juan tanto en este versículo como en Juan 1.14.

Por lo tanto entendemos que Jesús mostró aquí Su Gloria en relación a la manifestación de su poder, de su gracia y de su carácter divino para con la familia de los contrayentes, para con los discípulos y para con todos los presentes.

Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

Analicemos ahora con el siguiente versículo:

12

Después de esto bajó a Capernaúm, Él, con su madre, sus hermanos y sus discípulos; pero allí no se quedaron muchos días.

A partir de este momento Juan ya no nos cuenta los eventos del ministerio de Jesucristo en orden cronológico. Irá dándonos pinceladas de la historia, contándonos un poquito de cada una, dejando su impronta en cada anécdota narrada y cumpliendo su objetivo de mostrarnos a Jesús desde otro ángulo.

(Recordemos aquí que el propósito de Juan al escribir su evangelio era, entre otras cosas, mostrar a Dios en Jesús y hacer que muchos crean en Él – Juan 20.31).

Ésta es una de las pocas ocasiones en que su madre y sus hermanos le acompañan junto a los discípulos. Una más conocida es (Marcos 3.31-35) en donde al parecer no entendían lo que Él estaba haciendo. Desde luego que, aunque no se mencione explícitamente, para los últimos tiempos de su ministerio es muy posible que algunos de sus hermanos lo siguieran.

Recordemos también que para el momento de su crucifixión, su madre estaba entre la multitud de tal modo que se la pudo encomendar al apóstol Juan (Juan 19.25-27). Más tarde, ya en los primeros tiempos de la iglesia apostólica también vemos a Santiago en la función de pastor de la iglesia de Jerusalén. Se entiende que éste Santiago era hermano de Jesús (no debemos confundirlo con el hermano del apóstol Juan).

De lo que no podemos estar seguros es de cuánto tiempo estuvo Jesús en Capernaúm antes de ir a Jerusalén con sus discípulos. Por otro lado observemos que los discípulos de Jesús y su familia compartieron un tiempo juntos en aquellos días.Mencionemos ahora brevemente algo sobre Capernaúm, solo para entender un poco de su importancia.

Capernaúm

Capernaúm era un pueblo que se encontraba a orillas del mar de Galilea. En algunas versiones lo encontramos como Cafarnaúm y su nombre se puede traducir como “la ciudad de Naum”. Hay muchos textos en los evangelios que hacen referencia a este pueblo, notar que Mateo nos dice que Jesús se estableció allí (Mateo 4.13) y que Marcos cuenta que allí Jesús se encontraba “en casa” (Marcos 2.1).

Juan 2.11-13 - Principio de señales - Jesús manifestó su Gloria - Mapa de Israel con las primeras ciudades visitadas por Jesús en su papel de Mesías.
Mapa de Israel con las primeras ciudades visitadas por Jesús en su papel de Mesías

Jesús realizó muchos milagros en ese lugar, ver por ejemplo Mateo 8:5-13; Marcos 2:1-12; Juan 4:46-54. También fue allí el llamamiento de Mateo (Mt 9:9-13), el lugar en donde vivía Pedro, en donde Jesús sanó a su suegra (Mateo 8.14-15), y donde dio varios discursos, ver por ejemplo el de Juan 6.22-59.

Ciertamente fue un lugar muy importante para el ministerio del Señor. Es lamentable que por la falta de fe de sus habitantes, Jesús haya tenido que profetizar sobre su completa destrucción (Mateo 11.23-24). Hoy solo se encuentran ruinas en aquel lugar tan importante, lo que ciertamente pudiera llamarnos a la siguiente reflexión:

Las palabras y milagros de Jesús para con nuestras vidas nos serán verdaderamente importantes solo si aprendemos a escucharlas, a entenderlas y a tomarlas. Si solo disfrutamos de ellas por un un momento y luego nos olvidamos y seguimos en nuestros propios caminos, solo se hallarán ruinas donde en algún momento brilló el poder de Dios.

Por tanto: ¿Cómo utilizas lo que Dios te entregó? ¿Qué haces con ello? ¿Edificas para un tesoro espiritual o sigues pensando en lo terrenal? Dios te lleve a actuar con sabiduría y a dar importancia a lo que verdaderamente importa.

Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

Sigamos ahora con el siguiente versículo.

13

La Pascua de los judíos estaba cerca, y Jesús subió a Jerusalén

Determinación de la duración del ministerio público de Jesús

Según el relato de Juan hubieron tres ocasiones en las cuales Jesús participó de las pascuas (Juan 2.12, 6.4 y 11.55). Es en base a este evangelio que puede determinarse la duración de su ministerio público, el cual duró tres años. Esto es porque cuando se estudia a los demás evangelios, no puede determinarse claramente este tema.

Dado que la fiesta se realizaba una vez por año, y Jesús asistió en tres oportunidades, se determina entonces que su ministerio tuvo una duración de tres años (y esto a pesar de la particularidad del primer relato de Juan sobre la misma, algo que veremos en el próximo estudio).

Claro está que del análisis de todos los evangelios en su conjunto, llegamos luego a determinar la fecha exacta de su nacimiento y otros detalles históricos, geográficos, políticos y de toda índole que nos resultan muy importantes para luego analizar cada texto en su contexto.

Jesús cumple con la ley

Mientras estuvo en la tierra, Jesús cumplió con todo lo enseñado en la ley y los profetas. Si bien Él vino a establecer una nueva forma de relacionarnos con Dios, nuestro Señor se alineó perfectamente con las leyes mosaicas, más no con las reglamentaciones de los fariseos. (En el estudio anterior mencionamos una de ellas: “lavarse las manos antes y entre comidas”).

Jesús por tanto viajó cada año a Jerusalén para la fiesta de las pascuas, dado que las mismas eran obligatorias por la ley (Éxodo 12.14). Veamos por lo pronto qué significan y por qué se debían guardar estas fiestas, para luego seguir con nuestro estudio.

Las pascuas judías

Cuando Dios sacó al pueblo hebreo de Egipto, lo hizo gracias a una gran muestra de Su poder a través de las diez plagas, la última de las cuales fue tomar la vida de cada primogénito de esas tierras (Éxodo 11.1-12.51); el ángel ejecutor de tal tarea sólo pasaba por alto las casas cuyos dinteles, marcos de las puertas, estaban pintados con la sangre de un cordero. Se puede leer la historia completa en Éxodo 7.14-12.51.

Dios, incluso antes de ejecutar tal plaga le pidió a su pueblo que recordara dicho evento perpetuamente (Éxodo 12.14). En estas fiestas, los judíos comían un cordero pascual y, entre otras cosas, hierbas amargas. Ésta era la celebración de las pascuas judías, en las cuales conmemoraban aquel acontecimiento, luego del cual pudieron ser liberados de la esclavitud egipcia.

Ésta celebración se practicaba cada año y todos los que vivían a menos de cierta distancia (25 Kilómetros) debían ir. Los que vivían más lejos debían ir aunque sea una vez en la vida. Una vez allí se debía presentar un sacrificio a Dios y pagar un impuesto en el templo. Veremos más sobre este tema en el estudio siguiente.

Juan 2.11-13 – Principio de señales – Jesús manifestó su Gloria

Para reflexionar

Aunque Jesús era el Hijo de Dios, cumplió con todas las leyes establecidas. No sólo subió a Jerusalén, sino que cumplió con los sacrificios, con los impuestos del templo e incluso con los que les imponían los romanos (Marcos 12.17). Jesús siempre fue un ejemplo y se mostró como tal para con los demás. Es por eso y por el mensaje completo de la Biblia que sabemos que Él es nuestro ejemplo a seguir.

Por lo tanto, toda persona que pretenda ser un buen cristiano debe ser ordenado y cumplir con las leyes e impuestos de su país. Esto no sólo es imitar a Cristo, sino que también implica dar un buen testimonio para con quienes nos rodean. Es por eso que tal vez sea pertinente la siguiente pregunta:

¿Te nuestras cómo un buen cristiano frente a los demás?

Brindar un buen testimonio es una muy buena manera de agradar al Espíritu Santo y de tener autoridad a la hora de compartir la palabra. Entendemos que ambas cosas son fundamentales para tener comunión con Dios y para cumplir con nuestro propósito. Dios te llene de sabiduría, de recursos y determinación para demostrar con hechos que Cristo vive en ti.

Finalizando el comentario

Hasta aquí el estudio de estos versículos. En el estudio que sigue veremos más sobre la fiesta de la pascua y discutiremos sobre la limpieza que Jesús realizó en el templo. Si gustas puedes escribirnos y dejar tus comentarios o consultas, con gusto serán respondidas tan pronto como nos sea posible. ¡Dios te bendiga mucho!

Links

Te dejamos además algunos otros links que pudieran servirte:

Nota

La Cita Bíblica fue tomada con permiso de LBLA –http://www.lbla.com

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