Juan 1.43‭-‬46 – Felipe y Natanael conocen a Jesús

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Juan 1.43‭-‬46 – Felipe y Natanael conocen a Jesús

Comentario Bíblico Devocional sobre el evangelio de Juan

Introducción

En todo el contexto estamos viendo cómo Jesús va sumando discípulos. Ya contaba con sus primeros cuatro y ahora es el turno de Felipe, el quinto hombre en seguir a Jesús; quien al igual que los primeros dos, de inmediato fue a buscar a alguien más, Natanael.

En este estudio veremos que Jesús tomó la iniciativa con Felipe, y que éste, al darse cuenta de quién era Jesús, el Mesías tan esperado, salió a buscar a Natanael para llevarlo a Cristo. Veremos su charla y el ejemplo de sabiduría de Felipe.

Al mismo tiempo que vayamos viendo estos textos los analizaremos, veremos su significado, haremos algunas hipótesis explicativas e intentaremos aplicar a nuestras vidas las enseñanzas que éstos nos dejan.

Una aclaración pertinente es que el estudio siguiente y el presente conformarían una unidad, pero se han dividido para acortar la lectura. Te hemos dejado un link hacia el mismo en la parte inferior del presente.

Antes de comenzar con el este estudio, nos gustaría dejarte

Unas palabras sobre este comentario

La presente es una porción del Comentario Bíblico sobre el Evangelio de Juan, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.

Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto y también con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.

Sin más, y primero que cualquier otra cosa, te invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor te llene de su sabiduría; sin lugar a dudas Él será la gran fuente de toda verdad y de todo entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudio de los versículos que nos convocan, leamos:

El texto

43 Al día siguiente Jesús se propuso salir para Galilea, y encontró a Felipe, y le dijo: Sígueme. 44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe encontró a Natanael y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José. 46 Y Natanael le dijo: ¿Puede algo bueno salir de Nazaret? Felipe le dijo: Ven, y ve.

Juan 1:43‭-‬46 – LBLA

Comentario

Juan 1.43‭-‬46 – Felipe y Natanael conocen a Jesús

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Al siguiente día

Las referencias temporales en Juan

Ya en otras oportunidades hablamos sobre el propósito de Juan al escribir este evangelio, el cual era contar la parte que sus lectores no conocían sobre el ministerio de Jesús.

Dijimos que sus destinatarios ya tenían acceso a los otros tres, o por lo menos, a alguno de los otros evangelios, pero dado su desconocimiento acerca de esta parte de la historia, es que se le pidió a Juan que la narrara. (Ver la introducción a este evangelio).

Siendo éste el caso, en esta parte del primer capítulo, Juan nos relata distintas anécdotas que corresponden al día a día de la primer semana del ministerio de Jesucristo. Algo que solo alguien que estuvo presente en ese tiempo podía contar.

Se puede observar la sucesión de días en los siguientes versículos: 1.19; 1.29; 1.35 y 1.43. Las referencias de tiempo que veamos desde el capítulo dos ya no se corresponden con esta primer semana del ministerio de Jesús (ver 2.1 y 2.19).

Mateo y Marcos comienzan a narrar lo que pasó después de que Jesús llegó a Galilea, dicen ellos: “Después del encarcelamiento de Juan el bautista” (ver Marcos 1.14). Pero ya vemos que Juan nos cuenta muchas cosas más, las cuales sucedieron antes de aquel acontecimiento. Veamos lo siguiente:

Las referencia geográficas

En el capítulo dos de Juan Él se dirigirá a Caná de Galilea (2.1), de allí irá hasta Jerusalén (2.13) y ya en el capítulo 3, de Jerusalén, luego de la charla con Nicodemo, vuelve a estar en el mismo lugar donde lo encontramos en éste momento, en Judea (3.22). Es en este lugar en cual vemos que Juan todavía sigue bautizando, aunque Jesús ya había ido y venido por varios lugares.

Todos estos detalles no aparecen en los otros evangelios, por tanto, más allá del evangelio espiritual que todos vemos, el de Juan es un evangelio muy rico en detalles y anécdotas, las cuales no encontramos en los otros (sinópticos). Haremos bien en prestarle la debida atención para lograr enriquecernos más, conociendo mejor a Jesús desde ésta muy particular perspectiva juanina.

Juan 1.43‭-‬46 – Felipe y Natanael conocen a Jesús

Jesús se propuso salir para Galilea

Jesús comienza a dar los primeros pasos para asistir a la boda de Caná (Juan 2.1-12), pero antes irá al encuentro de sus próximos dos apóstoles. Cuán bueno es ver que todo estaba contemplado y planificado por el Señor, que nada era descuidado, ni el más mínimo detalle. Él estaría en las bodas pero no sólo, habrían seis personas a su lado.

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Al leer que Jesús se había propuesto partir, debemos entender que había algo más que una simple decisión, había un objetivo y una meta. Cuán interesante sería seguir el ejemplo de Jesús, cuán productivo para nosotros.

Si pudiéramos planificar, además ir haciendo lo que nos viene a la mano para hacer, no tendríamos tantos obreros cansados en nuestras iglesias, personas corriendo todo el tiempo de aquí para allá sin lograr la eficiencia que pudieran.

Algo que a veces llama la atención es que todos sabemos que Dios planifica las cosas, pero aunque siempre hablamos de sus planes, no siempre nos proponemos imitarlo en ese aspecto y por ende, no nos damos el tiempo para planificar bien nuestras estrategias.

Si pudiéramos lograr la planificación después de plantear objetivos y ponernos metas, seguramente lograríamos mayores cosas sin tanto agotamiento. ¡Que el Santo Espíritu nos dirija, nos guíe y llene de sabiduría a la hora de poner las manos en el arado!

Encontró a Felipe, y le dijo: Sígueme

Por todo lo que venimos hablando vemos que Jesús no lo encontró de casualidad (en el estudio previo vimos que Jesús era omnisciente, algo que también se pondrá de manifiesto en el siguiente). Felipe era parte del plan de Jesús, así como también tú. Cuando Él te llame, bien harías en hacer lo que Felipe.

Jesús no esperó que Felipe lo siguiera por si solo, ni siquiera que lo abordara; fue Jesús quien le salió al encuentro, quien tomó la iniciativa. Nada sabemos sobre si hubo algún tipo de relación o conocimiento previo entre Felipe y Jesús, pero lo que sí sabemos es que él no se negó a seguirle, posiblemente también viera con Él a los demás seguidores de Juan el Bautista y que eso lo ayudará en su determinación. Son muchas suposiciones…

Más allá de nuestras incógnitas, hay algo que sí sabemos, y es que la mirada de Jesús, su llamado y el poder de sus palabras, no pueden pasarse por alto. Todo aquel que busca a Dios y se encuentra con Jesús, no puede luego darle la espalda. Por otro lado, nadie que se niegue al llamado de Cristo podrá nunca ser su discípulo. Ésta es una cuestión de decisión. ¿Y tú, ya lo has hecho, te has decidido? Él está esperando que lo hagas.

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Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro

Betsaida quiere decir “casa de pesca”, era una ciudad cercana a la costa oriental del mar de Galilea o Genesaret. Se suele confundir esta ciudad con otra llamada Betsaida Julia, nombre puesto por el tetrarca Felipe en honor a la hija de Augusto, pero esta última estaba situada en el extremo nor oriental del mismo lago (Se le llama mar por su extensión pero obviamente no lo es).

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Según vemos en este texto los tres discípulos eran de allí, véase también Juan 12.21.

Mapa completo de Israel y Palestina en tiempos de Jesús
Mapa completo de Israel y Palestina en tiempos de Jesús

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Felipe encontró a Natanael

Vemos en felipe al tercer evangelista del Nuevo Testamento, ya Andrés y Juan habían hecho lo propio al buscar a sus hermanos. Felipe hizo un poquito más, buscar a alguien que no era de su sangre. Lo bueno es que no hay registro de que alguien lo enviara, lo que nos permite suponer que salió por sí mismo.

Felipe pudo entender que había encontrado al Mesías (el Ungido de Dios), alguien que podía conducirlo por el camino de Dios, pero no se quedó conforme con atesorar para él esta información. Felipe hizo algo más, fue a buscar a otro para compartirle su hallazgo. Lo hizo de manera natural, así como lo deberíamos hacer tú y yo.

Reflexión

Es cierto que Felipe sería un apóstol, pero de momento, solo era alguien que conoció a Jesús. No había sido llamado para ser apóstol todavía, no había sido bautizado con el Espíritu Santo, no había recibido ninguna comisión de parte de Jesús (como por ejemplo aquella en la que setenta fueron de dos en dos – Lucas 10.1-16).

Este simple hombre habló y alguien más pudo acercarse a Jesús. Esa es la esencia del evangelismo. Así de simple, así de práctico. Dios nos llama a hacer lo mismo. Pudiéramos querer decir: “pero yo no tengo el don”, y aún si fuera cierto, es no sería una buena excusa, así como él no lo necesitó, tampoco nosotros.

El no les hablo a grandes multitudes sino sólo a un hombre, a Natanael.

Tenemos muchos en derredor nuestro que necesitan que alguien más los lleve a Cristo. ¿Seguirás tú el ejemplo de Felipe, o esperarás que alguien más les hable? Dios espera que tomemos la responsabilidad, que tengamos el valor y que cumplamos nuestra parte. Dios te llama hoy mismo. ¡Ve y haz como Él te pide! Ya que eso es lo que Él espera.

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Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas

Hemos visto ya en otros estudios como Jesús cumplió con las profecías que de Él se habían escrito. Te dejamos el vínculo a uno específico sobre este tema, el cual puedas leer más si deseas: Profecías cumplidas por Jesucristo tomadas del evangelio de Mateo. También podrías leer el capítulo 1 de Hebreos para ver el arreglo magistral que su autor hace sobre las profecías sobre Jesús y cómo se cumplieron en Él.

Respecto a la expresión: “Hemos hallado”, claramente indica que no había ningún tipo de dudas en Felipe, lo creyó, lo supo y lo anunció, pero fue todavía más allá, lo afirmó ante alguien que no creyó demasiado, quién le puso peros y argumentó en contra de tal afirmación. Sin embargo su convicción fue firme, muy firme. ¿Qué tal la nuestra?

Jesús de Nazaret

No haremos un estudio exhaustivo sobre la vida de Jesús, sin embargo sí nombraremos lo esencial en referencia a los lugares en los cuales vivió. Cómo es bien conocido, Jesús nació en Belén (Lucas 2.6-7), pero su madre era de Nazaret (Lucas 1.26) y su padre de Belén (Lucas 2.3-4); después de una serie de traslados de su familia por diferentes circunstancias, se terminó instalando en Nazaret donde vivió por años con su familia.

Veamos cómo fueron esos traslados: De Belén (Lucas 2.6-7) fueron hacia Jerusalén para ser presentado en el Templo (Lucas 2.22-24). En este punto es posible que hayan vuelto a Belén y que el ángel les hablara para huir a Egipto, algo de lo cual Lucas no habla. Estuvieron un tiempo allí hasta la muerte de Herodes (Mateo 2.13-15) y luego volvieron a Nazaret (Mateo 2.22-23; Lucas 2.39-40).

Más tarde, luego de tantas idas y vueltas, ellos se radicaron permanentemente allí en Nazaret. El viaje que se narra en (Lucas 2.41-52) solo fue temporal y por la fiesta. Es así que, hasta donde la Biblia nos muestra, Jesús estuvo allí hasta el momento de iniciar su ministerio. Es por eso que a Jesús se lo llama en tantas ocasiones Jesús nazareno o Jesús de nazaret.

El hijo de José

Está es una referencia difícil de entender, a menos que consideremos que ambos hombres pudieran conocer al padre de Jesús; pero definitivamente esto es imposible de probar. Pudiéramos en este punto hacer una larga lista de suposiciones pero lo mejor es admitir que esta referencia está fuera de nuestra comprensión.

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Aún así, una argumentación digna de ser tenida en cuenta es que, en estas culturas, era normal nombrar a una persona con su nombre, e inmediatamente después decir de quién era hijo. Esto es lo que vemos cuando, por ejemplo, a Pedro se lo llama hijo de Jonás (Juan 1.42), o cuando a Santiago y a Juan se les llama hijos de Zebedeo (Mateo 4.21). Si buscamos en la Biblia encontraremos muchas otra referencias.

Tal vez ésta última sea la mejor explicación a nuestro alcance.

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Y Natanael le dijo: ¿Puede algo bueno salir de Nazaret?

Aquí comienza una argumentación de Natanael refutando la afirmación de Felipe. En su análisis, el primero entiende que lo que le dice el segundo no es posible. ¿Por qué Natanael le dice esto a Felipe? Bueno, la explicación es más que obvia: Las profecías no decían nada sobre este lugar (nazaret), por lo que un conocedor de las escrituras como él, no podía identificar a esta ciudad como posible origen del Mesías.

Tal vez una buena enseñanza en este punto sea la de no dar nada por sentado o por imposible, y menos cuando hablamos de lo que Dios puede hacer en las personas. Hay muchos conocedores de la Biblia que creen saber todo en cuanto a Dios, pero que no pueden verlo a Él ni a su obrar por estar con sus mentes cerradas en posiciones y estructuras de pensamiento rígidas.

Este tipo de posiciones, poco permeables, nos llevan a un estancamiento en la fe más que a un crecimiento espiritual; algo que termina volviendo frías a las personas respecto de la verdadera fe. Viendo esta condición o situación en la que muchos se encuentran, tal vez podamos hacer una mirada introspectiva y preguntarnos: ¿Cuál será mi postura delante de Dios? Y, ¿Cómo me paro frente a las situaciones de la vida?

Dios nos guíe a su verdad y a una fe siempre fresca, siempre nueva, para que nunca perdamos nuestro primer amor y para que nuestra fe sea siempre como la de un niño, auténtica y verdadera, creyendo y confiando en aquel quien todo lo puede. ¿Será así tu fe? ¡Dios nos ayude para que así sea!

Felipe le dijo: Ven, y ve

Si ante la invitación a venir al Señor, alguien brinda una oposición tan férrea como la de Natanael, la mejor respuesta, la más sabia de todas siempre será “ven y ve”. La experiencia de conocer a Jesús puede derribar cualquier argumento en contra de la fe, por lo tanto, más allá de las palabras, debemos, en lo posible, intentar brindar la posibilidad de la experiencia personal con Él.

Reflexión

La fe muchas veces puede prestarse a confusión, la gente puede tener ideas equivocadas, y por otro lado, siempre encontraremos alguno que intente argumentar en contra. Para todos los casos, explicar y argumentar nunca será una mala idea, pero hay veces en que las charlas resultan infructuosas.

En esos casos, lo mejor será no perder el tiempo ni las energías en discusiones, eso a veces cierra más las puertas de lo que las abre. En su lugar, lo mejor que podemos hacer es orar más que nunca por la persona en cuestión, brindar el mejor testimonio y aguardar a dar con el momento adecuado, llevando las palabras justas.

Dios siempre nos proveerá distintas oportunidades para hablar por quienes estamos orando, por lo que nuestra sabiduría y comunión con Él se pondrán de manifiesto en el hecho de saber interpretar el momento adecuado, sin discutir sin sentido ni perder la oportunidad de demostrar la madurez del fruto del Espíritu.

Juan 1.43‭-‬46 – Felipe y Natanael conocen a Jesús

Por último debemos entender que la conversión depende solo de la persona y de su relación con Dios. No podremos hacer nada más que mostrarle la verdad. Intentar convencer a cualquier costo, obligar a la persona a cualquier decisión o manipular sus sentimientos no la llevarán a una entrega auténtica, por lo que de nada servirá.

Seamos sabios, no busquemos convencer sino sólo presentar a Jesús, el Espíritu hará la obra en los corazones dóciles, Él es quien los convencerá de justicia, de juicio y de pecado (Juan 16.8); dejemos que sea Él quien obre para que así veamos resultados auténticos y por tanto duraderos.

Unas últimas palabras de Gracia y Vida

Damos gracias a Dios por la posibilidad que nos da de llegar hasta ti con este estudio. Anhelamos que Él obre y se manifieste en gran manera en tu vida, y además, nos gustaría mucho saber que los estudios que presentamos para ti, te resulten de provecho. Así que si gustas, puedes escribirnos en el espacio de comentarios, intentaremos ser de bendición en todo lo que nos sea posible. ¡Dios te bendiga mucho!

Links

Te dejamos además algunos otros links que pudieran servirte:

Nota

La Cita Bíblica fue tomada con permiso de LBLA –http://www.lbla.com

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