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Versículos Clave: Efesios 3.8-9
8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y sacar a la luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de todas las cosas.
Contexto bíblico: Efesios 3.1-13
1 Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de ustedes los gentiles 2 si en verdad han oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para ustedes; 3 que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes les escribí brevemente.
4 En vista de lo cual, leyendo, podrán entender mi comprensión del misterio de Cristo, 5 que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a Sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu; 6 a saber, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio.
7 Es de este evangelio que fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de Su poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y sacar a la luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de todas las cosas.
10 De este modo, la infinita sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él. 13 Ruego, por tanto, que no desmayen a causa de mis tribulaciones por ustedes, porque son su gloria.
Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “Efesios 3:8-9: Las Insondables Riquezas de Cristo”
Mientras habla sobre el Evangelio y sobre los misterios de Dios, Pablo hace un pequeño paréntesis, para contarles a los destinatarios de su carta, cual había sido su llamado.
Él dice: “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia”, la cual explica a continuación.
Pero nosotros, haremos un alto aquí, para notar una enorme enseñanza que no podemos dejar de lado:
¿Has notado la humildad de Pablo en esta introducción?
Sin lugar a dudas, hay muy buenas razones para que Pablo demuestre tal humildad.
Siendo Apóstol a los gentiles, y habiendo recibido maravillosas revelaciones, Dios debió poner un aguijón en su carne, para que no se exaltará a sí mismo más de lo que correspondía (2 Corintios 12.7).
Y por ende, gracias al conocimiento del carácter de Cristo, y a dicho aguijón, que era un recordatorio constante de que Dios pretendía que fuese humilde, Pablo comprendió que la humildad era algo que Dios esperaba de él.
Siendo así, ya no importaba a cuántos les había predicado, ni cuántas iglesias había fundado, ni tampoco, cuántas personas lo consideraban su líder espiritual, él sabía lo que Dios quería, y para lograrlo, él debió sujetar a su carne para poder obedecer.
Entonces, viendo este ejemplo, ¿será bueno que nos preguntemos si nuestro Señor pretende lo mismo de nosotros? ¿Tú qué piensas?
Y, para poder lograrlo, ¿cuántos de nosotros necesitaremos un aguijón en la carne que nos ayude a concretarlo?
Volviendo ahora al texto, luego de esa introducción, Pablo sigue diciendo cuál fue su llamado:
“Anunciar a los gentiles las inescrutables (insondables) riquezas de Cristo, y sacar a la luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios”.
La palabra INESCRUTABLE se utiliza para calificar algo que no puede ser averiguado o comprendido, esta es sinónimo de insondable, que es algo que no puede medirse.
Por ende, las riquezas de Cristo son tantas que, como dice la traducción NTV, no se las puede contar; otra versión nos dice que no se las puede calcular (NVI).
Ahora, ¿recuerdas que unos versículos atrás (3.6) se nos decía que somos coherederos con Cristo?
¿Cuántos son los cristianos que se desesperan por alcanzar riquezas terrenales, sin llegar a comprender que ya son más que ricos en Cristo Jesús?
Pero nosotros, que tenemos la oportunidad de saber cuál es nuestra situación real, al estar unidos a Cristo, dejemos de mirar las cosas terrenales como algo codiciable, y busquemos las cosas de arriba (Colosenses 3.1), las cuales son eternas y, ¡ya son nuestras!
Y hablando sobre cuestiones espirituales, cuando Pablo se refiere a la dispensación del misterio que ha estado oculto, está hablando de administrar y de distribuir la revelación de Dios a quienes estén dispuestos a conocerla.
Por eso también utiliza el término: “sacar a la luz”.
Pablo fue llamado a llevar la luz de Cristo a los gentiles; y al iluminarlos con Su luz, también ellos serían receptores de las verdades ocultas, y llegarían a ser administradores de la dispensación del misterio de Dios.
Así que:
¡Tú también has sido llamado a administrar las verdades del Evangelio! ¿Lo sabías?
Y entonces, ¿te estás comportando como un buen administrador de las mismas?
Cuando lo hagas, considera el buen ejemplo que nos dejó el apóstol Pablo, y recuerda que debes hacerlo en amor y en humildad.
Que Dios nos ayude, nos capacite y nos bendiga para hacer las buenas obras que Él mismo preparó de antemano para que anduviéramos en ellas (Efesios 2.10).
Y por favor, no olvides que somos parte de un mismo cuerpo, y que todos necesitamos de tu labor. ¿Será que la estás haciendo?
¡Que Él nos bendiga mucho!
Oración
Padre gracias por concedernos la oportunidad de anunciar las inescrutables riquezas de Cristo y por permitirnos administrar los misterios de tus planes para la creación.
Así como Pablo, tampoco nosotros nos merecíamos servirte, ni ser salvados por ti; pero tu gran amor nos permitió acercarnos a ti y hoy podemos ser tus siervos. ¡Gracias Padre!
Esperamos poder servirte siguiendo los ejemplos de tan grandes hombres como el apóstol Pablo. Esperamos tener la misma entrega, el mismo amor y la misma humildad que él.
Te entregamos nuestras vidas Señor y te adoramos. Oramos en el bendito nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.
Links
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Notas
- Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 byThe Lockman Foundation.
- La imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida, utilizando una imagen de Digital Buggu.