Texto bíblico base: Marcos 14.10-11
10 Entonces Judas Iscariote, que era uno de los doce discípulos, fue a los principales sacerdotes para entregarles a Jesús. 11 Cuando ellos lo oyeron, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él buscaba cómo entregar a Jesús en un momento oportuno.
Contexto Bíblico: Marcos 14.10-16
10 Entonces Judas Iscariote, que era uno de los doce discípulos, fue a los principales sacerdotes para entregarles a Jesús. 11 Cuando ellos lo oyeron, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él buscaba cómo entregar a Jesús en un momento oportuno.
12 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de la Pascua, los discípulos le preguntaron a Jesús: «¿Dónde quieres que vayamos y hagamos los preparativos para que comas la Pascua?».
13 Él envió a dos de Sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad, y allí les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo; 14 y donde él entre, digan al dueño de la casa: “El Maestro dice: ‘¿Dónde está Mi habitación en la que pueda comer la Pascua con Mis discípulos?’”.
15 Y él les mostrará un gran aposento alto, amueblado y preparado; hagan los preparativos para nosotros allí». 16 Salieron, pues, los discípulos y llegaron a la ciudad, y encontraron todo tal como Él les había dicho; y prepararon la Pascua.
Reflexión Bíblica – Meditación Cristiana – Devocional Diario
Las personas a nuestro alrededor siempre nos están observando. Siempre viendo a ver qué tan “santitos” o “puritanos” somos. ¿Lo has notado?
Ellos esperan el error, una palabra equivocada o alguna cosa que ellos identifiquen como pecado; pero no sólo para señalarlo como tal, sino también, para echarnos en cara que vivir diferente a ellos “no es posible”.
Esto último, claro está, desde la perspectiva de ellos…
¿Cuántas veces has oído de parte de tus compañeros de trabajo o estudios, o incluso de tus viejas amistades un: “¡bien!”, o un “¡vamos!” Vitoreando un error de tu parte?
Eso les alegra, en tanto que a nosotros nos demuestra que aún hay mucho por seguir creciendo. Que debemos seguir afirmándonos en Cristo cada día más y más.
Ahora, si hay algo que no te puedes es permitir que te afecte lo que los otros digan o piensen. Aquí sólo importa lo que Jesús piense y lo que Él vea en ti.
Cuando el Señor ve que en verdad lo buscas y que te afirmas el Él, entonces el qué dirán de quienes te rodean, carece de importancia.
Lo que a Él le importa en verdad es cómo vives tu experiencia de pecado, y también tu voluntad de ir creciendo. Luego, Él mismo aboga ante el Padre por nuestros pecados (1 Juan 2.1-2). Ese no es el problema.
Por tanto debes saber que un tropezón no es caída. Que todos pecamos (1 Juan 1.8-9) y que luego, todos seguimos adelante. Eso es lo normal en nuestro proceso de santificación.
Por tanto, no miremos a los otros, que no nos importe lo que digan o cuánto se alegren de nuestros errores o faltas.
Que nos importe sólo nuestra relación con nuestro Señor. El resto no tiene importancia alguna. ¿Lo comprendes?
¡Tú sólo sigue adelante, hacia los brazos de tu Salvador! ¡Eso es lo único verdaderamente importante!
Oración
Padre Santo vengo a tu presencia para pedirte perdón por mis pecados.
Ayúdame Padre a ser fuerte, a estar firme frente a las tentaciones, que pueda ser un cristiano íntegro.
Por favor obra en mi vida, me pongo en tus manos, te alabo y te necesito.
Para ti la Gloria Padre, en el nombre de Jesús, amén.

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Devocional diario: El ministerio de Jesús
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Notas
- Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.
- La imagen de portada es un trabajo de Gracia y Vida utilizando las imágen original de Keira Burton.