Versículo Base: Marcos 6.2
Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga.
Contexto bíblico: Marcos 6.1-6
Jesús se marchó de allí y llegó a Su pueblo, y Sus discípulos lo siguieron.2Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo:
«¿DóndeobtuvoEste tales cosas, y cuál esestasabiduríaquele ha sido dada, y estos milagros que hace con Sus manos?3¿No es Este el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están Sus hermanas aquí con nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él.
4Y Jesús les dijo: «No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes y en su casa».
5Y no pudo hacer allí ningún milagro; solo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos.6Estaba maravillado de la incredulidad de ellos.
Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.
Reflexión – Meditación – Devocional: Predicar en el momento adecuado
¿Existe un momento adecuado para predicar o para realizar una tarea para el Señor?
Todos conocemos el texto bíblico que dice: “Predica la palabra. Insiste a tiempoyfuera de tiempo” (2 Timoteo 4.2 – NBLA), o como dice otra versión: “Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno” (NVI).
Sin embargo Jesús, después de haber llegado a su pueblo (Nazareth), esperó a que llegara el día Sábado para predicar en la sinagoga.
¿Hay aquí una contradicción en las Escrituras? ¡Por supuesto que no!
Lo que sucede es que Jesús siempre tuvo una estrategia. Aún Pablo y Pedro la tenían, también ellos predicaron en las sinagogas a los judíos primeramente.
Las sinagogas eran los lugares naturales de reunión. Todos los judíos se concentraban allí los días Sábados para honrar a Dios y aprender más de Su palabra.
Jesús esperó a que llegara ese día y no anduvo “gritando por todos lados”, o enseñando a uno u otro individualmente. No era necesario. El Sábado lo oirían todos juntos.
Estrategia. ¡Esa es la cuestión!
Con ella ahorras recursos y energías, maximizas resultados y logras lo que te propones (o por lo menos lo haces en la forma más eficiente; ten en cuenta el resultado que obtuvo Jesús de su predicación; lee todo el contexto propuesto).
En el Reino de Dios los esfuerzos y recursos no deben derrocharse. Y aunque es cierto que Dios pueda darnos todos los recursos posibles, nosotros debemos ser buenos administradores. ¿Lo eres?
No solo con sus actos, como en esta ocasión, sino con sus enseñanzas (considera Lucas 14.25-33), Jesús nos muestra que debemos considerar bien lo que hacemos y cómo lo hacemos.
Eso es lo que debemos aprender hoy de Jesús. Continúa meditando este tema y habla de ello con tu Señor. ¡Dios te bendiga mucho!
Links
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Devocional diario: El ministerio de Jesús
Devocionales basados en el evangelio de Marcos
Nota
Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 byThe Lockman Foundation.