Juan 4.1-3 – Jesús, ministerio de Judea a Galilea
Comentario Bíblico Devocional del Evangelio de Juan
Bienvenidos a este estudio del Evangelio de Juan, en él analizamos el significado de los textos e intentamos explicar y aplicar las enseñanzas de este hermoso Evangelio a nuestras vidas. Te invitamos a orar, leer y meditar en la palabra de Dios.
Introducción
En el capítulo 3 habíamos visto que Jesús estaba en Judea bautizando a muchas personas. El número de quienes iban a ser bautizados por Jesús era tan grande que los discípulos de Juan el Bautista se habían puesto celosos y le habían pedido a su maestro que hiciera algo al respecto. Podemos ver esto en Juan 3.22-24.
Esta parte del ministerio de Jesús, realizada en Judea, no ha sido contada en los demás Evangelios (llamados sinópticos), y por tanto sólo la encontramos aquí en Juan, al igual que todo el contenido de este capítulo cuatro, y también de los dos siguientes.
En los versículos que hoy nos convocan, veremos el momento en el que Jesús decide cambiar el lugar de su ministerio, en Judea, para irse a Galilea que es donde pasó la mayor cantidad de tiempo, y también donde inicia el relato de los demás Evangelios.
Sin embargo, no podemos esperar encontrarnos con muchos relatos paralelos, salvo algunas pocas excepciones, como por ejemplo la alimentación de los cinco mil y el milagro de caminar sobre el mar, entre otros (ambos del capítulo 6 de este Evangelio).
Hoy también veremos una aclaración del apóstol Juan sobre quien bautizaba, y notaremos también uno de los propósitos de Juan al escribir este Evangelio. Esperamos que el Señor nos hable a través de este texto y que en él podamos hallar el tan necesario alimento espiritual para nutrirnos y seguir creciendo.
Índice
- Texto Bíblico
- Versículo 1
- Versículo 2
- Versículo 3
Texto Bíblico
1 Por tanto, cuando el Señor supo que los fariseos habían oído que Él hacía y bautizaba más discípulos que Juan 2 (aunque Jesús mismo no bautizaba, sino sus discípulos), 3 salió de Judea y partió otra vez para Galilea.
Juan 1-3 – NBLA
Comentario
1
Por tanto, cuando el Señor supo que los fariseos habían oído que Él hacía y bautizaba más discípulos que Juan
Qué motivó a Jesús a cambiar el escenario de su ministerio
Más allá de responder a los tiempos y a los planes de Dios, Juan nos dice que Jesús se había percatado de que los fariseos ya habían oído sobre Él, y que esto motivó a nuestro Señor a emprender viaje rumbo a Galilea.
Para Jesús era evidente que los fariseos y saduceos pronto intentarían tomar “cartas en el asunto”, y más cuando vieron Su poder de atracción para con las multitudes.
Es por eso que “cuando el Señor supo que los fariseos habían oído que Él hacía”, decidió alejarse un poco de Jerusalén, yendo a Galilea que es donde comenzaría su trabajo más fuerte en relación con Su ministerio.
Cuándo sucedió ese evento
Es muy posible que, entre lo narrado por Juan en el capítulo tres, y este acontecimiento que estamos viendo ahora, no pasara demasiado tiempo, pero sí el suficiente como para que Juan haya sido prendido, encarcelado y decapitado (Marcos 6.14-19).
Como bien habíamos dicho en su momento, al ver el capítulo dos de este Evangelio de Juan, su autor no pretendió acomodar y detallar todos los eventos en orden cronológico, sino más bien complementar a los otros evangelios, narrando acontecimientos que los demás no hubieran contado y, narrar algunos de los que sí desde otra perspectiva.
Todo esto último es visible solo al estudiar profundamente la totalidad del libro, y también gracias a contrastar sus relatos con los del resto.
Ahora, dicho esto, es posible que habiendo sucedido lo de Juan, y en vista del recelo generado en los “representantes de la ley judía”, Jesús haya querido alejarse un poco para calmar los ánimos y para no tener que confrontarlos en forma anticipada, cuando todavía habían muchas cosas por hacer.
Un texto que sirve como apoyo para nuestra teoría es el siguiente:
12 Cuando Jesús oyó que Juan había sido encarcelado, regresó a Galilea. 13 Saliendo de Nazaret, fue a vivir en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí; 17 Desde entonces Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado».
Mateo 4.12, 13, 17 – Por favor, contrastar también con Marcos 1.14).
La aclaración de Juan sobre el número de los bautizados por Jesús
En contraste con Juan el Bautista, Jesús “bautizaba más discípulos”. Es interesante notar que Juan había bautizado a multitudes de personas, pero que siempre había señalado más allá de él; enseñando que vendría otro después de él quién era más poderoso y bautizaría con el Espíritu Santo y con fuego (Mateo 3.11).
Es así que cuando el Bautista vio a Jesús, no dudó en señalarlo como el Mesías, como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo (ver Juan 1.29-31). No era ilógico entonces que las multitudes comenzaran a seguir a Jesús en vez de a Juan, y por lo tanto que muchos más se bautizaran con Jesús con el correr del tiempo.
El celo de sus discípulos y las palabras del Bautista en Juan 3.30: “Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya” daban cuenta de esta realidad, y al mismo tiempo nos muestran cuán claro tenía Juan su propósito y cuánta humildad había en su corazón (¡Cuán buen ejemplo para todos nosotros! ¿Cierto?).
La palabra “discípulos”
El texto habla de discípulos (Mathētḗs – μαθητής) y no simplemente de personas que aceptaban bautizarse.
Un discípulo es aquel que sigue a su maestro, que aprende de él y que, en muchos de los casos, convive con él. Ésto era muy común en aquella época y obviamente era algo que también sucedía con quienes seguían a Jesús.
Esto nos muestra que los discípulos de Jesús no eran simplemente doce, como muchas veces podemos imaginarnos nosotros, sino que eran muchos más los que acompañaban a Jesús por donde Él fuera.
En relación con esto, ¡Cuán cierto es que Dios pretende que también nosotros seamos discípulos de Su Hijo! ¿Sigues tú a Jesús, cumples con sus enseñanzas, puedes llamarle Señor con toda certeza? Esperamos que sí.
Propósito del Bautismo de Jesús
Respecto a cuál era el propósito del bautismo de Jesús, entendemos que probablemente sería el mismo que el de Juan pero desde una nueva perspectiva, es decir: no solo el arrepentimiento de los pecados (para comenzar una nueva relación con Dios), sino también tomando el compromiso de tomar y seguir Sus enseñanzas.
El bautismo así como lo entendemos nosotros, como la obediencia al mandato de Jesús en la gran comisión, como la representación externa de lo que vivimos en el momento del bautismo del Espíritu Santo (el nacimiento de una nueva vida en Jesucristo), y como el testimonio público de nuestro cambio de vida y de nuestro compromiso con Cristo, no era posible en ese momento.
Veamos ahora otra aclaración de Juan:
2
Aunque Jesús mismo no bautizaba, sino sus discípulos
Esta aclaración podría llamarnos la atención, pudiéramos preguntarnos: ¿Por qué no lo hacía Él? ¿Por qué le había delegado esa tarea a sus discípulos? Pero en verdad, esto es algo que no debe preocuparnos. ¿O sí?
Tal vez lo mejor que pudiera sucedernos es darnos cuenta de que Jesús estaba comenzando a preparar a sus discípulos para continuar con su ministerio para cuando Él no ya estuviera (incluso desde este primer momento).
Para aquellos líderes que puedan observar tal enseñanza, seguramente será interesante notar que Jesús no abarcaba todo cuanto podía, sino que delegaba todo cuanto le era posible (dos maneras de ver el ministerio bastante distintas).
Hacia el final del libro seguramente podremos observar más vívidamente cómo es que Él preparaba a sus discípulos, especialmente en las enseñanzas en torno a la última cena (capítulos 14-17 de este Evangelio).
Pero eso no es algo que Él comenzara a hacer hacia el final de su ministerio, y cuando ya la partida estuviera cerca, sino que lo hizo desde el principio. Jesús enseñó y delegó. Cuando ya Él no estuviera, sus discípulos de seguro sabrían bien cómo hacer cada cosa.
¿No es interesante notar esta enseñanza? Esto es algo que podemos notar también en las dos comisiones previas a la gran comisión de Mateo 28.19-20, nos referimos a la comisión de los doce (Marcos 6.7-13) y a la de los setenta (Lucas 10.1-12). Estas eran más que misiones temporales, eran procesos de aprendizaje para cuando ya no lo tuvieran son ellos.
Tal vez puedas notar aquí una gran muestra de humildad y de grandeza de parte de nuestro Señor, junto con una estupenda enseñanza de cómo llevar adelante nuestro ministerio (continuamente preparando a alguien más – recordemos y tengamos siempre en claro que lo que hemos recibido es solamente un préstamo, ningún ministerio nos pertenece).
3
Salió de Judea y partió otra vez para Galilea
Más allá de la localización en el mapa de estas provincias, las cuales junto con Perea y Samaria conformaban el Israel bíblico en tiempos de Jesús, otra de las cosas a tener en cuenta en este versículo es que Juan nos dice que Jesús “partió otra vez para Galilea”.
Esto posiblemente sea porque si bien Jesús no había desarrollado allí su ministerio, es bien sabido que allí sucedió el “principio de Sus señales”, “en Caná de Galilea”, donde por primera vez “manifestó Su gloria, y Sus discípulos creyeron en Él” (Juan 2.11).
Finalizando el comentario de Juan 4.1-3
Hoy hemos visto que Jesús bautizaba a través de sus discípulos, y que había multitudes que se convertían en sus discípulos. Vimos que Jesús ministraba en Judea hasta que Juan fue encarcelado y que permitía que sus discípulos se vayan preparando, entrenandolos así para continuar con su ministerio.
En los próximos comentarios veremos el desarrollo de la historia de cómo Jesús salvó, no sólo a una mujer samaritana, sino a todo su pueblo. Deseamos que el Señor se siga revelando en tu vida a través de su palabra. Si gustas, puedes comunicarte con nosotros, te estaremos esperando. ¡Que Dios te bendiga mucho!
Links hacia otros estudios
Aquí te dejamos algunos otros links que pudieran servirte para continuar estudiando este precioso Evangelio:
- Índice general y presentación del Evangelio de Juan.
- Estudio introductorio sobre el cuarto evangelio (Evangelio de Juan). Te brinda un panorama general del Evangelio.
- Índice de los comentarios del Capítulo 4.
- Estudio anterior: Juan 3.35-36 – El que cree en el Hijo tiene vida eterna.
- Siguiente Estudio: Juan 4.4-6 – Contexto de la historia entre Jesús y la mujer Samaritana – El encuentro en el pozo de Jacob
Nota
Todas las Citas Bíblicas fueron tomadas con permiso de de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.