Juan 2.14-17 – Jesús echó a los mercaderes del Templo
Comentario Bíblico del Evangelio de Juan
Introducción al pasaje: Jesús y la limpieza del Templo en Juan 2
En el estudio anterior hemos visto el recorrido realizado por Jesús después de convertir el agua en vino en Caná de Galilea, también dijimos que Juan, aunque en un momento ordenó sus relatos en forma cronológica, desde este momento ya no lo hará constantemente de esa manera.
A propósito de esto, la historia que analizaremos en este estudio se encuentra casi al final del ministerio de Jesús según lo relatan los demás evangelios llamados sinópticos, sin embargo, Juan la coloca casi al principio del mismo. Más abajo charlaremos un poco sobre esto y te brindaremos un link hacia un estudio sobre el tema.
Otro tema que tocaremos es el de las pascuas. Ya en el estudio pasado vimos por qué se celebraban y qué significaban, ahora en cambio veremos de qué manera se llevaban adelante en el tiempo de Jesús, en qué fecha se realizaban y cuáles eran los animales necesarios para el sacrificio.
Más allá de esto último, el tema principal será qué hizo Jesús en el Templo, cómo y por qué lo hizo, y dejaremos para el próximo estudio las repercusiones de estos actos, la charla que le siguió y las enseñanzas que se desprenden del texto en general. Pero antes de comenzar con el análisis de este texto, nos gustaría presentarte brevemente nuestro comentario:
Sobre este comentario (metodología y enfoque)
La presente es solo una porción del Comentario Bíblico sobre el Evangelio de Juan, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.
Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto y con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.
Sin más, y primero que cualquier otra cosa, te invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor te llene de su sabiduría; sin lugar a dudas Él es la gran fuente de toda verdad y de todo entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudio de los versículos que nos convocan, leamos:
Texto de Juan 2:14-17
14 Y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados.
Juan 2.14-17 – NBLA
15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó a todos del templo, con las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas y volcó las mesas.
16 Y dijo a los que vendían las palomas: “Quiten esto de aquí; no hagan de la casa de Mi Padre una casa de comercio”.
17 Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: “El celo por Tu casa me consumirá”.
Análisis versículo por versículo de Juan Juan 2:14–17 – Jesús limpia el Templo
Estudio y explicación de Juan 2:14
Y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados.
En el estudio anterior hemos visto que Jesús se había dirigido a Jerusalén dado que ya estaba cerca la fiesta de la pascua – Juan 2.13. En el mismo hemos hecho una pequeña reseña sobre el significado de la pascua y también dijimos que Jesús asistió a tres celebraciones de estas fiestas durante su ministerio público.
Para entender todavía un poco más sobre el significado de los sacrificios y sobre cómo se realizaban, te recomendamos leer Levítico 16 y también puedes observar el cuadro comparativo que se encuentra en el siguiente link: Cuadro comparativo entre los sacrificios del antiguo testamento y el sacrificio realizado por Jesús.
Veamos ahora un poco sobre el contexto en el cual se celebraba las pascuas en aquellos tiempos:
Contexto de la celebración de las pascuas en tiempos de Jesús
Recordando lo dicho en el estudio sobre los versículos precedentes, los judíos venían a Jerusalén cada año para celebrar las fiestas de las pascuas. Quienes residían a menos de 25 Km debían hacerlo todos los años, pero los que vivían a mayor distancia no estaban obligados a participar siempre, sino que debían hacerlo aunque sea una vez en la vida.
Para los tiempos de Jesús, Jerusalén se llenaba de gente para aquella celebración. Las personas que llegaban debían hacer por lo menos las siguientes dos cosas, traer o comprar un animal ritualmente perfecto para realizar un sacrificio por los pecados, y pagar un impuesto en el Templo.
Cómo quienes venían no siempre manejaban la moneda del Templo, entonces los cambistas se disponían «adecuadamente» en el atrio de los gentiles, para que los viajeros provenientes de lugares lejanos, pudieran pagar el impuesto con la moneda aceptada en el mismo.
De igual manera, aquellos que vendían los animales «óptimos», también se colocaban en aquel lugar para poder ofrecer para la venta aquellos animales que de seguro serían aceptados para el sacrificio. Recordemos que los mismos eran examinados antes de ser utilizados con este fin por los sacerdotes.
Queda bien claro que todos los que comerciaban en el Templo obtenían ganancias por la transacción; y por otro lado, era bien sabido que existía una buena cuota de subjetividad de parte de aquellos que examinaban a los animales no comprados en el Templo. Por ambas cosas se entiende el motivo del enfado de Jesús, aunque no era lo único que le molestaba.
Tal era la situación, que a quienes venían a presentar la ofrenda para el sacrificio les convenía más traer el dinero para comprar el animal, que venir cargando con él todo el viaje, corriendo así con el riesgo casi seguro, de no ser aceptado por los sacerdotes. Obviamente Jesús tuvo buenas razones para llamar a aquel lugar “cueva de ladrones” (véase Mateo 21.13; Marcos 12.17; Lucas 19.46).
Fecha de las pascuas
Para saber en qué momento del año judío se festejaban estas fiestas, debemos leer Éxodo 12.2, 13.4 y/o Deuteronomio 16.1. Estos nos cuentan que Dios mismo le pidió a su pueblo que tomen como el primer mes del año al mes en el cual recordarían la primer pascua en Egipto. Estas fiestas también son llamadas “las fiestas de pesaj”, que significa “pasar por alto”.
En un primer momento a este mes se lo llamó Abib, que quiere decir espiga, aunque después del cautiverio babilónico a ese mismo mes se lo llamó Nisán, que quiere decir “primer mes”. En relación con nuestro calendario, por ejemplo en el 2019, se festejaron dichas fiestas desde el 19 y hasta el 26 de Abril (las mismas duran una semana).
Animales sacrificados en el Templo: bueyes, ovejas y palomas
Bueyes, ovejas y palomas eran animales aceptados para el sacrificio en el Templo. El Antiguo Testamento los nombra constantemente en referencia a los sacrificios, pero también porque algunos eran animales que se utilizaban para trabajar y hasta para comer.
A continuación mencionaremos solo unas pocas de las muchísimas referencias sobre los mismos, siempre en relación con los sacrificios:
- Bueyes o novillos: Éxodo 20.24, 29.1; Números 7.3; Levítico 4.3; 9.4; 2 Samuel 24.22; 1 Reyes 8.63.
- Ovejas, también llamadas carneros o corderos: Éxodo 29.1, 20.24; Levítico 1.10, 4.32, 9.4; 1 Reyes 8.63.
- Palomas, también llamadas tórtolas o pichones: Levítico 1.17, 5.7, 12.8; Lucas 2.24.
Veamos ahora qué sucedió al ingresar Jesús al Templo en aquella oportunidad:
Análisis versículo por versículo de Juan 2:15
Y haciendo un azote de cuerdas, echó a todos del templo, con las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas y volcó las mesas.
Para lograr comprender mejor lo sucedido debemos considerar varios temas, el siguiente será el
Contexto histórico-cultural: la Pascua y el Templo en el ministerio de Jesús
Como ya hemos dicho, los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) nos cuentan esta misma historia pero la ubican luego de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, poco tiempo antes de ser crucificado.
Es decir, que según ellos, este evento sucedió luego de aquella ocasión en la que Jesús ingresó montado sobre un burro (señal de soberanía mesiánica – Zacarías 9.9) y con el pueblo aclamándole y diciendo:
9…¡Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor; 10 Bendito el reino de nuestro padre David que viene; ¡Hosanna en las alturas!
Marcos 10.9-10 – LBLA
Esta diferencia entre los evangelios sinópticos y el de Juan ha traído algunos inconvenientes para la ubicación cronológica de dicho evento. La pregunta a responder es: ¿Por qué Juan la ubica en este lugar, y en todo caso, cuándo fue que sucedieron estos hechos en la vida de Jesús?
Como te imaginas, han habido distintas posturas y explicaciones diversas al respecto, pero nosotros hemos entendido que el texto del evangelio de Juan no nos presenta todos los eventos de forma cronológica sino que hay ciertos eventos que están ubicados con otros arreglos.
Por eso es que preferimos la ubicación de los demás evangelios a la del presente. Pero también dejamos en claro que solo es una interpretación de los hechos y que no podemos ni debemos creer que tenemos mayor autoridad que otros en este tema. De todas maneras, Te dejamos un link para que puedas leer más sobre el tema.
Análisis de las diferencias entre evangelios – La purificación del Templo
Ahora sí, habiendo visto este detalle sobre el texto, podemos ir al análisis del contenido del mismo en su contexto. Para ello nos convendrá leer también Mateo 21.12-17; Marcos 11.15-19 y Lucas 19.45-48 y sus respectivos contextos. Veamos entonces qué hizo Jesús:
Juan 2.14-17 – Jesús echó a los mercaderes del Templo
Análisis del acto de Jesús, la purificación del Templo
Este acto ha sido denominado: “La purificación del Templo”.
Los judíos esperaban que el Mesías realizara un acto de purificación del pueblo. Hemos tocado este punto en el estudio sobre Juan 1.24-28 en donde los judíos le preguntaban a Juan por qué bautizaba si no era el Cristo. En ese estudio hicimos referencia a Ezequiel 36.22-37, en donde se profetiza sobre tal limpieza. Véase también Malaquías 3:1-4.
Jesús en este acto no purificó al pueblo pero sí manifestó ira para con quienes comerciaban en el Templo. El motivo de esto es evidente en el contexto: la religión, en vez de acercar a las personas a Dios las alejaba. Los sacerdotes y demás religiosos habían manchado los propósitos, las reglas y todo acto realizado en el Templo.
Las personas eran llevadas a cumplir con la “letra de la Ley” pero nada hacían sus líderes religiosos por ayudarlas a comprender el “espíritu” (los propósitos y significados espirituales) de la misma. Eso era lo que había alejado a las personas de Dios, de tal manera que estaban ciegos a los principios espirituales y por ello no lograban entender las enseñanzas de Jesús.
Veamos ahora dos detalles, que agregaron los demás escritores de los evangelios, sobre el hecho específico de la limpieza:
Mateo nos dice que Jesús, además de las mesas, también volcó las sillas de los cambistas (21.12), evidentemente tenían puestos bien constituidos, tal vez como los que vemos en las ferias de ventas callejeras. Marcos también agrega que: “no permitía que nadie transportara objeto alguno a través del templo” (11.16).
¿Cómo llevó a cabo Jesús este acto? (mirada racional y sobrenatural)
Mirada racional
Evidentemente Jesús era bien conocido por el pueblo en aquel momento específico, y por otro lado, siempre habían muchas personas que lo seguían y otros tantos que esperaban oírle. Eso también explica el hecho de que ni los vendedores, ni los cambistas y ni siquiera los soldados del Templo mostraran resistencia ante su accionar para con ellos.
A todo esto se le suma la expectativa siempre creciente, de todo el pueblo, de que en algún momento Jesús llevara a cabo algún acto sobrenatural que les demuestre que indiscutiblemente Él era el Mesías. (Entiéndase en este punto que todos los milagros como por ejemplo el de la multiplicación de panes y peces, las sanidades, y la expulsión de demonios no les alcanzaba, siempre estaban necesitando algo más…).
Por otro lado, la falta de resistencia por parte de quienes estaban en el Templo, indica por un lado, que la autoridad de Jesús para realizar este acto era indiscutible, y por el otro, que la conciencia de quienes comerciaban en el Templo no estaba verdaderamente limpia, es decir, que ellos sabían que lo que hacían no era correcto.
Por otro lado, muy posiblemente estos acontecimientos nunca se habían sucedido antes y seguramente también los tomó por sorpresa.
Mirada sobrenatural
Podríamos suponer que la sumatoria de todo lo que acabamos de mencionar le dio libertad al Señor de obrar como lo hizo. Sin embargo si quisieras entender esta falta de resistencia de aquellos hombres por el lado del poder divino de Jesús, tu mirada no sería para nada objetable, sino que por el contrario.
Sabemos que Él tenía toda autoridad y poder para hacer cualquier cosa que se propusiera.
Y de hecho vemos en muchos textos cómo se escapó en distintas oportunidades de quienes querían prenderle (véase por ejemplo Juan 7.44, 10.31-39, etc.). Esto sin duda fue para cumplir con los tiempos y formas prefijados por el Padre para su muerte. Pero lo que hacía que una multitud no lo pudiera apresar, era de seguro su poder. En este caso, Ese poder y autoridad estaban presentes en Él de manera muy visible.
El acto de purificación – Reflexión
Es así entonces que tomó cuerdas, hizo una especie de látigo (ver traducción de NVI) y echó a todos los que ofendían a Dios con esas ganancias mal habidas, es decir, a aquellos que se aprovechaban de la fe y obediencia de los creyentes. Esto debería llevarnos a reflexionar en cómo obtenemos nosotros nuestras ganancias. Por ende:
¿Honra a Dios tu manera de ganar tu sustento? Y, ¿Está Él orgulloso de tu honestidad? Dios te guíe para hacer todo de tal manera que, quienes te vean, sientan deseos de acercarse más a Él en vez de alejarse. Ten siempre en cuenta que tu testimonio es más que importante para que otros puedan acceder a conocerle.
Juan 2.14-17 – Jesús echó a los mercaderes del Templo
Veamos ahora qué dijo mientras volcaba todo y hacía un gran desastre entre aquella gente:
Análisis versículo por versículo de Juan 2:16
Y dijo a los que vendían las palomas: “Quiten esto de aquí; no hagan de la casa de Mi Padre una casa de comercio”.
Ésta fue una orden dada por el Señor. Evidentemente le hirvió la sangre al ver todo aquello. Esto nos lleva a pensar en muchas cosas. Pero en vez de abarcar muchos temas, para no escribir un estudio demasiado largo, solo nos centraremos en unos pocos.
¿Cuántas personas y cuántos sistemas religiosos buscan ganancias deshonestas engañando a las personas que quieren encontrar a Dios? Eso ya pasaba en los tiempos de Jesús y de Pablo (1 Timoteo 6.3-5) y lamentablemente sigue pasando hoy en día.
En verdad no quisiéramos estar en los zapatos de aquellos que engañan a las personas en este modo. En textos como Ezequiel 22.13 y Habacuc 2.9 vemos lo que Dios piensa sobre tales personas (ver dichos textos en su contexto). Ciertamente habrá un gran castigo para los tales.
Pero más allá de lo que a aquellos les suceda, sepamos que Dios quiere otra cosa para nosotros, veamos por ejemplo 1 Timoteo 3.3 y 3.8, Tito 1.7 y 1.11 y por último 1 Pedro 1.2. Entendamos que aunque dichas referencias están centradas en pastores y diáconos, también aplican para todos aquellos que amamos a Dios y queremos servirle.
Por otro lado, esperamos querido lector que sepas buscar tu propia Iglesia con ayuda de la sabiduría de Dios a través de la oración. Y si eres cristiano ya de años, esperamos que tu amor hacia el dinero haya ido menguando a través de aquellos años, recuerda que no es posible servir a dos señores (Mateo 6.24), en algún momento deberás decidir.
Veamos ahora dos
Textos del Antiguo Testamento que han sido reproducidos por Jesús en la Limpieza del Templo
Isaías 56:5-11
5 Les daré en mi casa y en mis muros un lugar,
y un nombre mejor que el de hijos e hijas;
les daré nombre eterno que nunca será borrado.
6 Y a los extranjeros que se alleguen al Señor
para servirle, y para amar el nombre del Señor,
para ser sus siervos, a todos los que guardan el día de reposo sin profanarlo,
y se mantienen firmes en mi pacto,
7 yo los traeré a mi santo monte,
y los alegraré en mi casa de oración.
Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar;
porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
8 Declara el Señor Dios que reúne a los dispersos de Israel:
Todavía les juntaré otros a los ya reunidos.
9 Bestias todas del campo,
venid a comer,
bestias todas del bosque.
10 Sus centinelas son ciegos,
ninguno sabe nada.
Todos son perros mudos que no pueden ladrar,
soñadores acostados, amigos de dormir;
11 y los perros son voraces, no se sacian.
Y ellos son pastores que no saben entender;
todos se han apartado por su camino,
cada cual, hasta el último, busca su propia ganancia.
Isaías 56:5-11 – LBLA
Juan 2.14-17 – Jesús echó a los mercaderes del Templo
Y el segundo está en
Jeremías 7:11
¿Se ha convertido esta casa, que es llamada por mi nombre, en cueva de ladrones delante de vuestros ojos? He aquí, yo mismo lo he visto —declara el Señor.
Jeremías 7:11 – LBLA
Evidentemente la búsqueda de ganancia a través de la religión no es nueva y Dios no es ciego a esa realidad. Pero también vemos que Él ya sabía de antemano qué es lo que habría de pasar y que tiene un plan bien concertado, el cual está llevando a cabo.
Jesús es la respuesta divina a todos los problemas de los hombres, pero somos nosotros los que debemos buscarle y elegir correctamente. ¿Qué es lo que tu eliges? Esperamos que sea seguirle y servirle. Eso llenará de bendición tu vida y la vida de quienes te rodean.
Veamos ahora qué pasaba por la mente de los discípulos en aquel momento en que Jesús efectuaba aquel acto:
Análisis versículo por versículo de Juan 2:14-17
Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: “El celo por Tu casa me consumirá”.
Esta aclaración es la de una persona que estaba presente en aquel momento. Juan fue un testigo presencial de aquel acontecimiento. Los detalles y anécdotas que nos regala son únicos y absolutamente reveladores.
Entre paréntesis decimos que estas aclaraciones son las que le dan sentido a leer cada texto posible en relación con algún evento particular, ya que mediante la sumatoria de todos lograremos entender mucho mejor lo que sucedió en cada evento. Por tanto siempre será aconsejable buscar si existen otros relatos en los evangelios sobre algún evento del que estemos leyendo.
En este caso Juan nos muestra el pensamiento de los más fieles seguidores de Jesús, sus apóstoles, quienes estuvieron con Él aunque no siempre entendieron todas las cosas que estaban pasando. Evidentemente en este caso ellos conocían aquel texto de los Salmos que aplicaron a Jesús en ese momento.
Juan 2.14-17 – Jesús echó a los mercaderes del Templo
El texto se encuentra en el libro de los Salmos y dice lo siguiente:
7 (8) Por ti he soportado ofensas;
mi cara se ha cubierto de vergüenza;
8 (9) ¡soy como un extraño y desconocido
para mis propios hermanos!
9 (10) Me consume el celo por tu casa;
en mí han recaído las ofensas
de los que te insultan.
10 (11) Cuando lloro y ayuno, se burlan de mí;
11 (12) si me visto de luto, soy el hazmerreír de todos.
Salmos 69.7-11 – DHH
Más allá de la aplicación del Salmo 69.9 a Jesús, podemos ver cómo muchas partes de su contexto también se aplican a lo que Jesús pudiera estar sintiendo en aquellos momentos. Cuán desalentador sería para Él que su pueblo no lograra comprenderlo, que despreciaran sus enseñanzas y que no lograran ablandar sus corazones (Véase Mateo 23.37).
Reflexiones sobre la limpieza del Templo
En este punto deberíamos cada uno de nosotros mirar nuestro corazón y pensar si hay en él un lugar apropiado para que habite Cristo. Ver si tenemos lugar para guardar sus enseñanzas, si nuestro corazón tiene la disposición para amoldarse a su corazón. ¿Verdaderamente le amas? Si es así, no defraudes a tu Señor.
Por otro lado, ¡Cuánto amor tenía el Jesús por la verdadera fe! ¿Será que también nosotros tendremos ese mismo amor por las cosas de los Cielos? ¿Nos consumirá el fuego por su causa, por las almas, por quienes nos rodean, por hacer su voluntad? Quiera Dios ayudarnos para que así sea.
Además de todo esto sepamos que si no tenemos una verdadera entrega a Dios, si no estamos dispuestos a seguir sus palabra, no estaremos muy lejos de aquellos que engañaban a la gente y utilizaban la religión como medio de ganancia. Ellos fueron condenados, no corramos nosotros esa misma suerte.
Por último, entendamos que un corazón duro para con Dios nos lleva a tener las mismas actitudes que aquellos falsos maestros de la ley, quienes después de ver lo que Jesús hacía y lo que enseñaba, no tuvieron mejor idea que matarlo para poder seguir tranquilos con sus vidas de pecado (Ver Marcos 11.18). ¿Hacia adonde apunta tu fe? ¿Cuán blando es nuestro corazón?
Textos bíblicos relacionados con la Limpieza del Templo
A continuación una lista de pasajes que apoyan o amplían el mensaje de Juan 2:14-17 (limpieza del Templo, autoridad de Jesús, celo por la casa de Dios, comercio religioso). La introducción al bloque:
- Salmo de David 69:9 (NBLA) – “porque el celo de tu casa me ha consumido; los vituperios de los que te vituperan han caído sobre mí.”
- Jeremías 7:11 (NBLA) – “¿Se ha convertido esta casa, que es llamada con mi nombre, en covil de ladrones delante de vuestros ojos? —declara el Señor— .”
- Isaías 56:7 (NBLA) – “los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”
- Mateo 21:12-13 (NBLA) – “Y Jesús entró en el templo de Dios y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo… dijo: «Escrito está: Mi casa será llamada casa de oración; pero ustedes la han hecho cueva de ladrones».”
- Marcos 11:15-17 (NBLA) – similar relato del Templo: “Y les enseñaba diciendo: ¿No está escrito: ‘Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos’? Pero ustedes la han hecho cueva de ladrones.”
- Lucas 19:45-46 (NBLA) – nuevamente: “Y entró en el templo, y comenzó a echar fuera a los que vendían, diciendo: «Está escrito: Mi casa será casa de oración; pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones».”
- Hechos 20:28-30 (NBLA) – Aunque no directamente de este episodio, sirve para ampliar el tema de la vigilancia de la iglesia frente a falsos maestros y prácticas corruptas: “Tened cuidado de vosotros mismos y de todo el rebaño… porque entre vosotros entrarán hombres… arrastrando tras sí mismos gente para que les sea aprovechado.”
Análisis de las palabras claves y su significado
| Palabra (griego) – n.º Strong | Transliteración | Significado básico | Sentido contextual en Juan 2:14-17 |
|---|---|---|---|
| ζῆλος – S 2205 | zēlos | Celo, ardor, fervor intenso. | Expresa la pasión divina de Cristo por la gloria del Padre. No se trata de enojo humano, sino de una devoción que no tolera la corrupción del culto. |
| οἶκος – S 3614 | oikos | Casa, morada, familia. | Jesús llama al templo “la casa de Mi Padre”, revelando su relación filial única con Dios y mostrando su autoridad sobre el lugar sagrado. |
| ἐμπορεύομαι – S 1710 | emporeuomai | Comerciar, negociar, traficar. | Simboliza la manipulación espiritual o religiosa. Jesús denuncia el uso de lo sagrado con fines de lucro o conveniencia personal. |
| ἱερόν – S 2411 | hieron | Templo, recinto sagrado. | Se refiere al complejo del templo, no al santuario interior (naos). Indica el ámbito visible de la adoración, donde debía reflejarse la santidad de Dios. |
| μάστιξ – S 3148 | mastix | Azote, látigo, instrumento de corrección. | El “azote de cuerdas” (probablemente hecho de juncos o sogas usadas en el comercio) simboliza el juicio divino y la autoridad justa de Cristo al purificar el templo. |
Explicación adicional:
- Zēlos resalta el aspecto espiritual y emocional del amor de Cristo hacia el Padre: su celo es una expresión de santidad, no de ira descontrolada.
- Oikos muestra el contraste entre “casa del Padre” y “mercado”: el templo debía ser un lugar de comunión familiar y oración, no de negocios.
- Emporeuomai apunta a la corrupción del propósito original del templo: el comercio desplazó el encuentro con Dios.
- Hieron y mastix completan la escena: el primero define el lugar de acción y el segundo el símbolo de la autoridad purificadora de Jesús.
Estas palabras, en conjunto, comunican que Jesús no solo limpia un edificio, sino que restaura el propósito de la adoración: Dios debe ser el centro, no el interés humano.
Cuadro sinóptico comparativo: “Jesús purifica el Templo”
| Evangelio | Referencia | Ubicación en el ministerio de Jesús | Detalles distintivos | Enseñanza principal |
|---|---|---|---|---|
| Juan | Juan 2:14-17 | Al inicio del ministerio público (después de las bodas de Caná). | Menciona el azote de cuerdas; cita Salmo 69:9; Jesús dice: “No hagan de la casa de Mi Padre una casa de comercio”. | Jesús revela su autoridad mesiánica y su celo por la casa del Padre. Su identidad divina se manifiesta desde el principio. |
| Mateo | Mateo 21:12-13 | Durante la última semana antes de la crucifixión (entrada triunfal). | Cita Isaías 56:7 y Jeremías 7:11. Llama al templo “casa de oración”. | Jesús denuncia la corrupción religiosa y reafirma el propósito espiritual del templo. |
| Marcos | Marcos 11:15-17 | También durante la semana de la pasión. | Describe la enseñanza de Jesús mientras echaba a los mercaderes; destaca “para todos los pueblos”. | Universalidad del culto verdadero; crítica al exclusivismo del templo judío. |
| Lucas | Lucas 19:45-46 | Después de la entrada triunfal en Jerusalén. | Versión más breve, con énfasis en la enseñanza diaria en el templo. | Jesús enseña que el templo debe ser casa de oración, no de abuso o lucro. |
Comentario del cuadro:
El evangelio de Juan coloca este evento al inicio del ministerio, mientras que los sinópticos lo ubican al final. La mayoría de los estudiosos entiende que Juan utiliza este hecho como señal inaugural del ministerio mesiánico de Jesús, mostrando su autoridad divina desde el principio.
Tanto si se trata del mismo evento relatado con propósito teológico distinto, o que Jesús haya purificado el Templo en dos ocasiones (inicio y fin del ministerio), en ambos casos, el mensaje central es el mismo: la pureza de la adoración y la autoridad de Cristo sobre la casa de Dios.
Ayudas para maestros y pastores sobre Juan 2:14–17 – Jesús limpia el Templo
Cómo explicar el texto: puntos clave
- Asegúrese de que los oyentes conozcan el contexto cultural y religioso del Templo judío, la Pascua, los sacrificios, el cambista y el vendedor de animales.
- Destaque la autoridad de Jesús al cambiar el orden del Templo: no sólo por limpieza, sino porque Él se identifica con la casa de su Padre.
- Muestre la dimensión tipológica: la purificación del Templo anticipa la redención en Cristo, el acceso nuevo al Padre y la adoración restaurada.
- Invite a la aplicación concreta: ¿Cómo se ve hoy el “templo” (la iglesia, el cuerpo, la vida del creyente)? ¿Dónde hay comercio, privilegio o manipulación en lugar de adoración genuina?
Esquema sugerido para enseñanza/predicación
- Introducción: Ubicación del pasaje (Juan 2:14-17) y tema general.
- Contexto cultural-temporal: la fiesta de la Pascua, el Templo, los sacrificios.
- Versículo 14 — ¿Qué encontró Jesús en el Templo?
- Versículo 15 — ¿Cómo actuó Jesús? (azote de cuerdas, expulsión, mesas volcadas).
- Versículo 16 — ¿Qué dijo el Señor y cuál es la enseñanza moral? (“No hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio”).
- Versículo 17 — ¿Qué comprendieron los discípulos? (El celo por la casa de Dios).
- Significado teológico: Cristo, el Templo, la adoración nueva.
- Aplicación práctica: iglesia, vida individual, testimonio.
- Conclusión/pastoral: llamado al celo, pureza, adoración real.
- Tiempo de reflexión o preguntas al auditorio.
Qué tener en cuenta al abordarlo
- Evite dramatismos excesivos que desvíen de la seriedad teológica.
- No reduzca el pasaje a “solo una lección moral”; enfatice la acción de Jesús como acto revelatorio de su identidad.
- Contextualice para la audiencia: para creyentes de distintas culturas o generaciones, ponga ejemplos actuales de “templo” (iglesia, comunidad, vida diaria).
- Ofrezca espacios de reflexión o pequeño grupo para que los participantes identifiquen áreas donde su vida necesita “purificación” o reordenamiento.
Conclusión teológica y pastoral sobre la limpieza del Templo
En este pasaje (Juan 2:14-17), vemos al Señor Jesús ejerciendo su autoridad mesiánica y revelando su celo por la pureza de la adoración.
Este acto no es mero enojo, sino un signo claro: en Él se cumple la promesa de que Dios habitaría con su pueblo y restauraría la verdadera adoración.
El Templo, como casa del Padre, no estaba para lucro o comercio, sino para comunión y encuentro. Así, Cristo reclama el centro de la adoración para el Padre, y denuncia toda distorsión que aleje al ser humano de Dios.
Para la vida de la iglesia y del creyente hoy, este episodio nos habla de tres aspectos clave:
- Soberanía de Cristo sobre la iglesia y la adoración: no somos nosotros los que definimos el culto, sino Él.
- Llamado a la pureza de adoración: toda práctica, ministerio o servicio debe testificar de la presencia de Dios, no de intereses personales o lucro espiritual.
- Celo por la gloria de Dios: tal como “el celo por tu casa me ha consumido”, el creyente maduro debe ser impulsado por el amor al Padre y la misión de hacerle fruto.
Que esta reflexión nos impulse a examinar nuestras actitudes – en la iglesia, en el servicio, en el negocio – y a renovar una adoración que sea “en espíritu y en verdad” (Juan 4:23-24 NBLA), para que en todas las cosas Dios sea glorificado.
Preguntas frecuentes sobre Juan 2:14–17
¿Por qué Jesús se enojó en el templo, el enojo es pecado?
La ira de Jesús no fue pecaminosa, sino una expresión de santa indignación. Él reaccionó ejerciendo justicia ante la profanación del templo, que debía ser “casa de oración” (Isaías 56:7; Mateo 21:13).
Su enojo no surgió del ego o del orgullo, sino del celo por la gloria de Dios y la pureza del culto. Además, debemos enfatizar que el Padre le ha puesto por juez, como lo dice Él mismo más adelante :
«Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo». (Juan 5:22).
Por otro lado, debemos aclarar que el enojo no es pecado, como lo dice el apóstol Pablo el siguiente texto:
“Airaos, pero no pequéis”, y Jesús encarna perfectamente esa ira santa. (Efesios 4:26).
El onojo en sí no es pecado, lo que hacemos cuando estamos enojados, eso sí puede ser pecado. Oremos para que el Señor nos incremente el dominio propio.
¿Por qué había vendedores y cambistas dentro del templo?
Los vendedores ofrecían animales para los sacrificios y los cambistas facilitaban el intercambio de monedas extranjeras por las que se usaban en el templo.
Sin embargo, estas actividades se realizaban dentro del atrio de los gentiles, el espacio donde las naciones podían acercarse a Dios. Esto convertía el lugar santo en un mercado religioso, obstaculizando la adoración genuina.
Jesús denuncia que habían hecho de la casa de su Padre “una casa de comercio” (Juan 2:16).
¿Qué significa la expresión “el celo por Tu casa me consumirá”?
Esta cita del Salmo 69:9 describe una devoción ardiente por la santidad del templo. En Jesús, ese celo alcanza su cumplimiento: Él no solo se enoja por el hecho en sí, sino por el alcance de lo que se hacía, colaborando con el mero ritualismo en la adoración, y aprovechando la circunstancia para ganancias deshonestas.
Su celo lo lleva a intentar enderezar la situación de manera práctica.
¿Significa esto que Jesús estaba contra todo comercio religioso?
No necesariamente contra el comercio en sí, sino contra su mal uso en el contexto del culto. Jesús no condena la economía, sino la corrupción espiritual que convierte la adoración en negocio.
Su acción denuncia a quienes usan la fe para obtener ganancias (1 Timoteo 6:5). La enseñanza es clara: la adoración no puede mezclarse con la explotación.
¿Cómo se aplica este pasaje hoy a la iglesia y a los creyentes?
Hoy, el templo de Dios no es un edificio, sino los creyentes mismos (1 Corintios 3:16–17). Por eso, el mensaje sigue vigente: debemos examinar nuestro corazón y nuestras comunidades para expulsar todo lo que contamine el culto.
Jesús sigue purificando a su pueblo, buscando una adoración en espíritu y en verdad (Juan 4:23).
¿Por qué Juan coloca este evento al inicio del ministerio de Jesús, y los otros evangelios al final?
Juan ubica este hecho al comienzo (Juan 2), mientras que los sinópticos lo narran al final (Mateo 21, Marcos 11, Lucas 19).
Existen dos interpretaciones principales:
- Dos purificaciones distintas: una al inicio y otra al final del ministerio (lo que explicaría las diferencias de contexto).
- Una sola purificación, pero Juan la coloca al principio por razones teológicas, para presentar desde el inicio el conflicto entre Jesús y las autoridades religiosas.
En cualquier caso, el énfasis de Juan es mostrar que Jesús, como cabeza del nuevo templo, desea que el mismo sea puro.
Links a más estudio para profundizar tu estudio
Te dejamos además algunos otros links que pudieran servirte:
- Si deseas, haz click aquí para ir al Índice del estudio y presentación del Evangelio de Juan.
- Estudio introductorio sobre el cuarto evangelio (Evangelio de Juan). Nos da un panorama general del libro completo.
- Estudio Anterior: Juan 2.11-13 – Principio de Señales, Jesús muestra su gloria.
- Estudio Siguiente: Juan 2.18-22 – Destruyan este templo, y lo levantaré de nuevo en tres días.
Nota:
Todas las Citas Bíblicas identificadas con Las citas bíblicas NBLA fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation), pero para la lectura, tú bien puedes utilizar la que gustes.
Las identificadas como DHH, fueron tomadas de:
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.


9 respuestas a «Juan 2:14–17 – Jesús limpia el Templo»
Cuales son sus redes sociales
Hola Josué, están al pie de página. Bendiciones!
Impresionante la labor de contextualizar los hechos narrados en la Biblia. Un paseo gratificante y altamente edificante por esos versículos plenos de sabiduría. Dios siga dirigiéndo el corazón y el alma de quienes escriben en «Gracia y Vida» y sea siempre por medio de la obranza del Espíritu Santo.
Hay claridad absoluta y objetiva. No existe pretensiosa pluma que complique el texto. Realmente es un gran servicio prestado a los que buscamos caminar en el sendero angosto y serle verdaderamente fieles a Dios, con entendimiento firme de Su Palabra Santa.
Gracias incontables a ustedes y a nuestro amado Señor.
Muchísimas gracias Armando. Si te es posible, por favor, ora por el ministerio. Dios siga bendiciendo tu vida en gran manera.
En oración por su obra que es la obra del Señor. Gracias a ustedes, siga Dios bendiciendo el camino de Gracia y Paz.
Muy bendecido con este estudio. Me fue de gran ayuda para la predicacion asi como varios articulos de gracia y vida que he leido. ADMIRO SU OBJETIVIDAD Y EQUILIBRIO PARA LA ENSEÑANZA CRISTOCENTRICA.
Muchísimas gracias Jorge, Dios le bendiga mucho!!
Muy agradado por este estudio.
Dios los continúe bendiciendo.
Igualmente Hernán, Dios te bendiga mucho!!