Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

Comentario Bíblico Devocional del Evangelio del apóstol Juan

Introducción

En los estudios anteriores hemos visto, en el versículo 1, que Jesús es el Logos de Dios, que estaba antes de la creación y que era Dios desde la eternidad; y en los versículos 2 y 3, que Jesús existía con Dios desde el principio y que es el creador de todas las cosas.

En este estudio veremos que Jesús no solo es la fuente de la vida, sino aquel que nos ilumina para que logremos acercarnos a Dios. Y a su vez, en el siguiente estudio veremos que no hay oscuridad que pueda hacerle frente con expectativas de victoria y que la oscuridad no le puede comprender ni aceptar.

Pero antes de comenzar con el análisis del texto, permítenos presentarte muy brevemente este comentario:

Unas palabras sobre el comentario de Gracia y Vida

La presente es una porción del Comentario Bíblico sobre el Evangelio de Juan, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.

Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto y con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.

Sin más, y primero que cualquier otra cosa, te invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor te llene de su sabiduría; sin lugar a dudas Él es la gran fuente de toda verdad y de todo entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudio de los versículos que nos convocan, leamos:

El texto

En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

Juan 1.4 – LBLA

Comentario

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

En Él estaba la vida

Juan nos habla de un Verbo que trasciende todo lo conocido. Es por eso que desde los primeros versículos nos habla de algo que nos es muy difícil de imaginar, un ser eterno que es Dios al igual que el Padre pero que no es la misma persona, que estaba con Él pero que no era Él, y que sin embargo compartía la deidad con el Padre (ver Juan 1.1 y comentario).

El apóstol nos permite observar que Jesús está mucho más allá de lo que es comprensible. Es así que tanto su vida, su eternidad, su poder y su amor, entre otras muchas cosas, nos son inalcanzables de discernir plenamente. Por ende lo mejor que podemos hacer es no ir más allá de lo que nos habla el autor de este evangelio.

Lo que Juan dice es que la vida no estaba en otro lado ni en otra persona. Jesús era el portador de la misma, y por ende, de Él proviene toda vida, sea humana, animal, vegetal y hasta angélica. Pero aunque pudiéramos interpretar que la vida de la cual se habla es la terrenal, no le haríamos justicia al texto, y nos estaríamos olvidando de una parte muy importante.

La vida de la cual Juan nos habla es una vida de características espirituales y eternas, que trasciende lo terrenal, material y temporal. Pero aún así, es una vida que nos compete a los seres humanos.

Veamos, con ayuda del contexto:

¿A qué se refiere Juan cuando habla de la vida que estaba en Jesús?

A lo largo de todo su evangelio, Juan se preocupa en mencionar muchos eventos en los cuales Jesús habla de la vida. Y es de notar que siempre que habla de vida se refiere a algo que solo Jesucristo nos puede ofrecer y que el mundo no conoce. La vida de la cual hablamos viene directamente de Él a través del Espíritu Santo, y a su vez, la misma nos da la oportunidad de disfrutar de una real comunión con el Padre.

Notemos también que la Biblia llama a las personas que viven, sin conocimiento de Dios, personas muertas (Esto es en un sentido espiritual, muertos en delitos y pecados – Efesios 2.5; Colosenses 2.13-). Sin embargo cuando conocemos a Cristo y le entregamos nuestras vidas a Él, se dice que hemos pasado de muerte a vida (ver Juan 5.24 y 1 Juan 3.14, entre otros). Esto es así dado que nacemos a una nueva vida en el Espíritu (Juan 3.1-10; 2 Corintios 1.17; 1 Pedro 1.22-25, 1.3; Colosenses 2.13).

Una vida eterna

Ahora, esta vida no es cualquier clase de vida, sino que es una vida de características eternas, la cual comenzamos a disfrutar en esta tierra, pero continuamos conservando más allá de ella, en la presencia de Dios (ver Juan 3.16; 10.28-30; etc. Más abajo hablaremos más al respecto).

Es precisamente a esto a lo que el apóstol se refiere cuando habla de la vida que estaba en el Verbo, una vida eterna, lista para ser otorgada a los que acepten por fe a Jesús (Romanos 10.9-10; 1 Juan 5.11-13). Una que está más allá de la vida de los seres humanos, la de las plantas o los animales en este mundo. Es una vida que teníamos en un principio, al iniciarse la creación a través de Adán, pero que por el pecado hemos perdido.

¿Tienes tú esa vida eterna? ¿Sabías que el Espíritu Santo puede darte convicción de que la tienes? Permítenos guiarte a través de otra publicación de Gracia y Vida. Debes saber lo siguiente: Cuando te arrepientes de tus pecados y le entregas a Él tu vida, entonces, tienes vida eterna. Haz click y lee más al respecto.

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

Veamos ahora qué nos dice Juan de esta vida en otros pasajes:

Pasajes Juaninos acerca de la Vida en el Espíritu

Mientras leemos estos textos, prestemos atención al sentido de eternidad que los mismos contienen. A esto nos referíamos al decir que Juan siempre está hablando de la vida con esta idea en mente. Leamos:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3.16 – LBLA

En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.

Juan 5.24 – LBLA

39 Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; 40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

Juan 5.39-40 – LBLA

Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final.

Juan 6.40 – LBLA

(…) yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 10.10 – LBLA

Y yo les doy vida eterna y nunca perecerán, y nadie arrebatará de mi mano.

Juan 10.28 – LBLA

Jesús le dijo: Yo soy el camino y la verdad y la vida; Nadie viene al padre sino por mí.

Juan 14.6 – LBLA

¿Puedes ver cómo esta vida es puesta a tu disposición? ¿Logras vislumbrar el objetivo de Jesucristo al venir a la Tierra? Él solo busca darte esta vida, queda en ti el tener el valor de recibirla. Si lo deseas, haz clic en el siguiente link para saber cómo obtener la vida eterna.

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

Veamos ahora cómo sigue el texto:

Y la vida era la luz de los hombres

En esta parte del análisis veremos la relación entre: la vida, la luz y las tinieblas (las cuales se encuentran en el corazón de los seres humanos y son generadas por efecto del pecado).

Por el contexto observamos que Juan nos está hablando de Jesús como el Verbo de Dios, y que también lo llama en ciertos pasajes: la Vida y el dador de la Vida, y en otros, la Luz. Entonces, para Juan, Jesús no solo es el Verbo, sino que también es la Luz y la Vida.

Ya hemos visto algunos de los muchos pasajes en los cuales Jesucristo aparece como la Vida, así que lo que nos queda es ver otros en donde se lo muestra como la Luz. Es llamativo que Juan registre que Jesús se llama a Sí mismo la luz del mundo, veamos en dónde y qué dice de sí mismo:

Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Juan 8.12 – LBLA

Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.

Juan 9.5 – LBLA

Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de la luz.

Juan 12.36 – LBLA

Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas.

Juan 12.46 – LBLA

Por tanto, si sientes que tu vida está en oscuridad, que no te es posible encontrar a Dios, debes saber que en Jesús encontrarás toda la luz de Dios que es posible encontrar. Solo debes buscarle e iniciar una relación con Dios.

Veamos ahora qué relación tiene el pecado con la oscuridad espiritual:

Las tinieblas y el pecado

En toda la Biblia existe una relación muy estrecha entre las tinieblas y el pecado. En los versículos seleccionados podremos ver dos características sobre las tinieblas: primero, que son en sí un medio propicio para que las personas den rienda libre al pecado; y segundo, que las mismas son un obstáculo para quienes deseen conocer y acercarse a Dios.

Esto es así porque nadie que vive en la oscuridad espiritual del pecado podrá ver por sí misma/o a Dios. Esa es una de las situaciones que Jesús vino a solucionar. Necesitábamos ver a Dios pero la densa oscuridad en nuestros corazones, no nos permitía hacerlo. En breve analizaremos distintos versículos al respecto, pero algo importante es ver por qué Jesús es considerado la Luz. Veamos:

Jesús es la luz porque alumbra el camino para que nos podamos acercar hacia Dios; lo es porque es una lumbrera para nuestro entendimiento, para que podamos comprender las cosas espirituales (en esto también participa el Espíritu Santo); y también porque, gracias a Él, Dios el Padre puede ser visto por quienes antes no podían.

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres
Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

Pero antes de ver los textos en donde se nos muestra cómo opera la luz de Jesús, Te invitamos a ver cómo se relaciona la oscuridad con el pecado. Veamos algunos:

Versículos que relacionan las tinieblas con el pecado

No saben ni entienden; caminan en tinieblas; (…)

Salmos 82.5 – LBLA – Hablando de los impíos

¡Ay de los que, para esconder sus planes, se ocultan del Señor en las profundidades; cometen sus fechorías en la oscuridad, y piensan: «¿Quién nos ve? ¿Quién nos conoce?»!

Isaías 29.15 – NVI

La lámpara de tu cuerpo es tu ojo; cuando tu ojo está sano, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando está malo, también tu cuerpo está lleno de oscuridad.

Lucas 11.34 – LBLA – Este texto debería ser entendido en un sentido espiritual

Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.

Juan 3.19 – LBLA

Si decimos que tenemos comunión con el, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad;

1 Juan 1.6 – LBLA

Como éstos, hay muchísimos otros; pero para no extendernos todavía más, dejaremos algunas citas para que puedas buscarlas si lo crees apropiado (siempre ten en cuenta que a mayor cantidad de versículos vistos, mayor comprensión tendrás del tema que estés estudiando. -Solo es un consejo más-).

Puedes buscar: Proverbios 2.13, 4.19; Efesios 6.12; 1 Juan 2.8-9, 11; 1 Tesalonicenses 5.4-5.

Entonces, al vivir en pecado andamos en plena oscuridad. Ahora, ya habíamos hablado de Jesús como la Luz que ilumina nuestro entendimiento, veamos el respaldo bíblico en algunos pocos ejemplos (Colocamos aquí solo unos pocos versículos, creemos que con estos bastan para entender el concepto, pero te animamos a continuar con tu estudio sobre el tema):

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

Jesús trae luz al pecador

El pueblo que andaba en tinieblas ha visto gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra de muerte, la luz ha resplandecido sobre ellos.

Isaías 9.2 – NVI – los mismos conceptos de este versículo se encuentran en Mateo 4.16

En ese día los sordos podrán oír cuando alguien les lea, y los ciegos podrán ver, libres de oscuridad y de tinieblas.

Isaías 29.18 – DHH

Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Juan 8.12 – LBLA

Para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados.

Hechos 26.18 – LBLA – Ésto es lo que Jesús le dijo a Pablo.

Conclusión de la relación entre la vida, la luz y las tinieblas

La luz que trae Jesús al alma nos ayuda a ver la salvación que Dios ofrece. Esta salvación, al ser tomada, nos da vida eterna. Es por esto que la luz es la vida de los hombres: Necesitamos que nuestros ojos espirituales sean iluminados/alumbrados, como para poder ver la vida que se nos ofrece. Y por otro lado la vida es la luz ya que nos lleva a tener comunión con Dios, nos brinda un verdadero conocimiento de aquel que es la luz del mundo y nos guía para caminar en el camino de la verdad de Dios.

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

Por eso es que podemos afirmar junto con el apóstol Pablo:

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

2 Corintios 4:6 – RVR1960

Al ver esa maravillosa luz y, la salvación que gratuitamente nos ofrecía, al arrepentirnos de nuestros pecados y aceptarlo como Señor de nuestras vidas, lo siguiente tuvo lugar:

Porque El nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado,

Colosenses 1.13 – LBLA

Y habiendo sido trasladados al reino de Dios tenemos una responsabilidad: Debemos comportarnos como dignos hijos de la luz:

Porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz.

Efesios 5.8 – LBLA

Y además, el Señor nos insta a que:

No participen en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas;

Efesios 5.11 – LBLA

Por lo tanto haríamos bien en preguntarnos en qué camino andamos y cómo andamos en él. ¿Somos verdaderos representantes de la luz? ¿Mostramos la luz de Cristo ante quienes nos rodean? Dios nos dé la fortaleza, la entrega, el valor y sabiduría para llegar a ser verdaderos embajadores suyos.

Este es un buen momento para hablar con Él y pedirle que te ayude a ser apto, que te fortalezca, dirija y te llene de su Santo Espíritu como para poder hacer la tarea que Él te encomendó. Si te es posible, tómate un instante para dialogar con Él. Dios está esperando con mucho amor este momento.

Terminamos aquí este estudio, esperamos sea de bendición para tu vida. Nos ponemos a disposición por si pudiéramos ser útiles para ti, así que si lo deseas, escríbenos en el cuadro de comentarios. ¡Dios te bendiga mucho! Nos vemos en el próximo estudio.

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

Links

Si deseas, haz click aquí para iral índice del estudio y presentación del Evangelio de Juan.

También puedes ver el estudio anterior en el que se mostrará a Jesús como Creador: Juan 1.2-3 – El Verbo es el creador de todas las cosas.

En el próximo estudio veremos que Jesús es la Luz del Mundo: Juan 1.5Jesús es la luz que resplandece en las tinieblas. Haz click para dirigirte hasta dicho estudio.

Nota:

Todas las Citas Bíblicas identificadas con LBLA fueron tomadas con permiso de LBLA –http://www.lbla.com

Las identificadas como NVI, fueron tomadas de:

Escritura de la Santa Biblia, NEW INTERNATIONAL VERSION®, NIV® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por Biblica, Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Las identificadas como RVR1960, fueron tomadas de:

la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Y las identificadas como DHH, fueron tomadas de:

Dios habla hoy ®,©Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.

Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres

5 respuestas a «Juan 1.4 – Jesús la Vida y la Luz de los hombres»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *