Ropaje de la vieja naturaleza

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Versículo Clave: Efesios 4.22

En cuanto a la anterior manera de vivir, ustedes se despojen del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos.

Contexto Bíblico: Efesios 4.17-30

17 Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ustedes ya no anden así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente. 

18 Ellos tienen entenebrecido su entendimiento, están excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón. 19 Habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas. 

20 Pero ustedes no han aprendido a Cristo de esta manera. 21 Si en verdad lo oyeron y han sido enseñados en Él, conforme a la verdad que hay en Jesús, 22 que en cuanto a la anterior manera de vivir, ustedes se despojen del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, 23 y que sean renovados en el espíritu de su mente, 24 y se vistan del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.

25 Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablen verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo, 27 ni den oportunidad al diablo.

28 El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad. 29 No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.

30 Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, por el cual fueron sellados para el día de la redención. 31 Sea quitada de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos, insultos, así como toda malicia. 32 Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo.

Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “El ropaje de la vieja naturaleza – Efesios 4.22”

Al haber conocido a Dios, y al haber nacido a una vida espiritual en Cristo, hemos recibido nuevas y maravillosas enseñanzas sobre cómo vivir nuestra nueva vida, según la voluntad de Dios.

Hoy nuestra vieja naturaleza no tiene el mismo poder que antes sobre nosotros, y además, el Espíritu Santo que vive en nosotros nos guía y fortalece (siempre y cuando lo busquemos).

Otra versión, la NVI tarde este mismo texto de la siguiente manera:

Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos.

Efesios 4.22 – NVI

Este texto nos ayuda a comprender que: “El ropaje de pecado que antes vestíamos (cuando no conocíamos a Dios) ya no tiene lugar en nuestra vida“, es por eso que nuestra traducción habla sobre: “la anterior manera de vivir”, contrastándola con nuestra nueva vida en Cristo.

¿A qué se refería el apóstol cuando hablaba del ropaje de la vieja naturaleza?

Obviamente NO se refería a la moda. Por eso es que no podemos hacer doctrina sobre nuestra manera de vestirnos, utilizando este texto. Polleras, blusas, pantalones, camisas, corbatas, nada de eso es tratado por nuestro texto.

Aunque entre paréntesis bien pudiéramos decir que, una vez en Cristo, muchos cambiamos nuestro aspecto, tratando de ser ubicados en nuestra forma de vestir, de no ser provocativos o extravagantes. Pero este texto no se refiere a eso.

¿A qué se refiere entonces? A lo siguiente:

¿Andamos cada día en santidad? ¿Vivimos según lo aprendido de la Biblia y, según el ejemplo que vimos en la vida que llevó Jesucristo, o todo esto es algo que solamente conocemos, pero que no aplicamos?

En la primer epístola de Pedro encontramos otro texto que nos desafía, en el cual Dios nos dice: ¡Sean santos porque yo soy Santo! Es más que desafiante porque esto es lo que Dios espera de nosotros.

Y es a esto a lo que Pablo se refiere en nuestro texto, a nuestra forma de vivir.

Para eso debemos despojarnos del viejo hombre y de su antigua manera de vivir. Porque si no lo hacemos, la naturaleza de pecado nos llevará nuevamente a vivir de la misma manera que antes.

Teniendo una nueva naturaleza, una nueva vida, una nueva meta y, la mayor y mejor ayuda que Dios podía darnos, el Espíritu Santo, debemos estar vestidos como Dios lo espera. ¿No lo crees?

Por otro lado, ¿recuerdas la parábola de las bodas en Mateo 22.1-14? Por favor, búscala. ¿Qué sucedió con aquel que no estaba vestido para la ocasión (versículos 11 al 14)?

¡Eso no va a sucedernos a nosotros! Pero también, para que esto sea cierto, debemos buscar la santidad sin la cual nadie verá a Dios.

Tengamos por seguro que nuestro Rey viene por nosotros, que Su llegada es inminente, y que lo que no puede sucedernos, es que cuando vuelva, nosotros no estemos listos para recibirlo (Mateo 25.1-13).

Nadie sabe cuándo vuelve, pero eso sí, todos debemos estar preparados, no sea que nos suceda lo que al siervo infiel de Mateo 24.45-51. ¿Alguna vez te has preguntado el por qué de todas estas advertencias?

(Por si hay alguien leyendo, quien ha estudiado la Biblia con mayor rigurosidad que el promedio, entendemos que estos capítulos de Mateo están dirigidos al pueblo de Israel, sin embargo, aún a pesar de esto, nuestro contexto nos deja pensando en qué experimentará aquel que, aún conociendo la voluntad de Dios, sigue viviendo su vida como se le antoja).

Tanto para aquellos como para nosotros, las siguientes palabras podían ser más que apropiadas: “seamos precavidos, sepamos qué está en juego y, despojémonos de todo aquello que nos vuelva a llevar al pecado, de lo que nos aleja de Dios y de la santidad que espera que tengamos”.

¿Estás de acuerdo? Si es así:

Corramos la buena carrera, alcancemos la meta que Dios nos ha puesto por delante. Él está aguardando en la línea de llegada, y ninguno que lleve el lastre del pecado puede correr lo suficientemente bien.

Por ende, ¡entreguemos nuestra vida a Cristo, permitamos que obre en nosotros y vivamos cómo Él espera!

Oración

Padre de amor y misericordia, gracias por darnos la bendición de poder despojarnos de “el ropaje de la vieja naturaleza”.

Gracias por haber perdonado nuestros pecados, y por bendecirnos con la presencia del Espíritu Santo, quien nos ayuda en todo momento.

Señor, Tú sabes que nos cuesta vivir en santidad, pero queremos hacerlo. Por favor, perdona nuestros pecados y obra en nuestras vidas para que podamos vivir como Tú quieres.

También, Padre, queremos estar preparados para cuando Cristo Regrese. Ayúdanos para estar listos. Nos ponemos en tus manos, te adoramos y agradecemos por todas tus bendiciones.

Oramos en el nombre de nuestro Señor Jesús, amén.

El ropaje de la vieja naturaleza – Efesios 4.22


A más estudios de Efesios:


Estudio Anterior

La verdad que está en Jesús – Efesios 4.20-21

Siguiente Estudio

Ser renovados en el espíritu . Efesios 4.23

Links a otros estudios:

También te invitamos a leer reflexiones cortas a través de los siguientes links:

Devocionales Diarios

Devocionales basados en el evangelio de Marcos

O si gustas,

Comentarios bíblicos devocionales

Que son explicaciones y estudios exegéticos del texto de distintos libros de la Biblia, pero con una mirada más devocional que técnica.

Si quieres, puedes escribirnos a través de la caja de comentarios.

Estamos a tu disposición hasta donde nos sea posible, esperamos poder ser útiles para tu vida espiritual. ¡Dios te bendiga en todo!

Notas

  • Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.
  • La imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida, utilizando una imagen de Pixabay.

El ropaje de la vieja naturaleza – Efesios 4.22

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Gracia y Vida

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