Parábola del vestido viejo y el vino nuevo – Escuela Bíblica para niños – Mateo 9.16-17
Escolares
Este croquis solo es una guía, cada maestro puede seguir el orden que bien se adecue con las normas de su Iglesia y/o con lo que la clase necesite.
En la charla previa lo que buscamos es un acercamiento con los niños. Cada uno de ellos se relacionará con el resto de manera distinta, pero nuestra tarea, entre otras cosas, es hacer que ellos se sientan parte de la clase y que entiendan que son importantes para la misma.
El texto bíblico de hoy no es fácil de entender, incluso para nosotros los maestros, pero lo que verdaderamente nos interesa, es que ellos se lleven una enseñanza clara y sencilla, y no un tratado teológico. La enseñanza siempre debe ser sencilla, útil y aplicable a sus vidas.
Veamos primeramente lo que entendemos nosotros sobre el texto bíblico:
En el texto vemos que ante la pregunta de los discípulos de Juan sobre el ayuno, Jesús les respondió que, para sus discípulos, no había necesidad de ayunar. En verdad, el ayuno es una herramienta espiritual que nos ayuda para acercarnos a Dios, pero resulta que Él estaba allí junto a sus discípulos; por lo cual no era necesaria para ellos en aquel momento.
Luego el Señor les dice la parábola que vamos a leer hoy, la cual debe entenderse como parte de este contexto. Ella trata sobre la relación entre los creyentes y Dios, la cual estaba a punto de cambiar, dado que ya no sería necesario buscarlo y relacionarse con Él de la misma manera en que lo venían haciendo hasta aquel momento.
Los viejos ritualismos, y la observación de las leyes farisaicas ya no serían necesarias. Recordemos que para aquel momento todavía había un intermediario entre Dios y las personas (un sumo sacerdote); pero que a partir de la obra de Jesús, y de la venida del Espíritu Santo, todos podemos acercarnos a Él en forma directa.
Más adelante Jesús les diría a sus discípulos que les convenía que Él se fuera, porque siendo así les enviaría al Espíritu Santo (Juan 16.7-15). Una nueva dispensación estaba a punto de iniciar. El vino nuevo bien pudiera pensarse como esta nueva relación de los creyentes con Dios, a través del Espíritu Santo.
Esta nueva manera de relacionarnos con Dios no podía ser comprendida desde la mirada de la religiosidad del momento, y por lo tanto, aún si se hubiese querido poner un “remiendo nuevo” para emparchar la vieja religión, el mismo, al final de cuentas, la terminaría destruyendo.
Ésto es lo que Jesús les dice a los discípulos de Juan el Bautista. Pero, ¿Cómo se lo explicamos a los niños?
Podría ser algo así:
Bueno niños, hoy vamos a ver una enseñanza muy importante de Jesús, así que ya pueden ir buscando en sus Biblias la parábola del vestido nuevo y del vino nuevo (Mateo 9.16-17 o Lucas 5.36-39 – puedes elegir cuál de los dos textos leer).
Esta parábola (cuento con enseñanza) nos va enseñar que Jesús, además de venir para permitir nuestra salvación, también vino a darnos una manera distinta y muy especial, para que todos podamos relacionarnos con Dios.
Hasta ese entonces las personas solo se acercaban a Él siguiendo reglas y rituales de la religión, pero Dios quería cambiar eso.
Él pretendía tener una relación directa y amorosa con cada uno de sus hijos, una relación personal y única, como la que cada uno de nosotros podemos tener, por ejemplo, con nuestra mamá o nuestro papá.
Que vinieron ciertos discípulos de Juan el Bautista y le hicieron una pregunta a Jesús.
Los discípulos eran personas que estaban tan abocadas y entregadas a aprender de su maestro, que dejan todos sus quehaceres y se iban a vivir con él.
Ellos preguntaron sobre el ayuno (una manera de buscar -y de acercarnos- más a Dios), pero Jesús les respondió sobre el ayuno, y después también les dijo esta parábola que vamos a leer.
Leamos el texto bíblico:
16 Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo; porque el remiendo al encogerse tira del vestido y se produce una rotura peor. 17 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces los odres se revientan, el vino se derrama y los odres se pierden; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan».
Aquí solo hemos puesto el texto de la parábola, pero si Dios te guía a hacer que tus niños lean también el contexto, por favor hazlo con libertad, también puedes hacer que alguno lea el texto de Mateo y que otro, por ejemplo, lea el de Lucas.
A veces esas posibilidades ayudan para la comprensión. También es bueno tener varias versiones disponibles.
Por otro lado, cada grupo de niños tendrá su propio nivel de necesidad y de madurez, y además, su propio promedio de edad, por eso es deseable que la/el maestra/o logre tener la sabiduría como para saber qué es mejor para ellos (recuerda siempre Santiago 1.5).
Un odre es un recipiente de cuero. En el tiempo de antes no existían los termos, las botellas o las jarras. La gente transportaba y almacenaba el vino, el aceite y hasta incluso el agua en recipientes como estos y en tinajas (algo así como floreros grandes).
Parábola del vestido viejo y el vino nuevo – Escuela Bíblica para niños – Mateo 9.16-17
Además de hablarles de la nueva manera de acercarnos a Dios, también podríamos hablar sobre la inutilidad de la religiosidad para lograr un correcto acercamiento a Dios.
Si bien los judíos eran super religiosos, aún así no lograron reconocer a Jesús, ni tampoco pudieron tener la relación que Dios esperaba tener con ellos. Es interesante ver en Juan 4 lo que Jesús le dice a la mujer samaritana sobre la verdadera adoración:
La adoración no está en lo externo sino en la disposición y en la entrega de cada persona. La religión pudiera servirnos como una herramienta, pero es más importante la relación que cada uno llegue a tener con Dios.
En el caso de los discípulos de Juan, ellos hacían todo lo que se les había enseñado, pero lamentablemente no era suficiente. Si hubiesen logrado acercarse y escuchar verdaderamente a Dios, seguramente ya no seguirían siendo discípulos de Juan, sino de Jesús.
Por otro lado, también podríamos hablar sobre los tiempos de Dios (para esto, obvio debemos leer los versículos anteriores). Dios nos permite vivir distintos tiempos, pero lo principal que debemos saber es que cada tiempo debe ser aprovechado y disfrutado.
Aquel no era el tiempo del ayuno, pero cuando fuera apropiado, el ayuno sería más que necesario para los discípulos de Jesús (y lo es también hoy para nosotros en nuestras situaciones especiales).
Nosotros debemos aprender a distinguir los tiempos de Dios. Eso es algo en lo que cada uno se va perfeccionando. Pero la mejor etapa para comenzar a aprender es cuando aún somos niños.
Además también, las mejores herramientas para ayudarnos a interpretar los mismos son la comunión con Dios y la oración cada día. ¿Será que podremos transmitir este concepto a nuestros niños?
Actividad Nº 1: Colorea y escribe el versículo debajo del vestido nuevo.
“Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo; porque el remiendo al encogerse tira del vestido y se produce una rotura peor.” Mateo 9.16
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Conversa con la clase y responde.
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Responde V o F
____ | Si pongo un remiendo en una tela vieja siempre se rompe la tela nueva. |
____ | Soy chiquita/o pero igual puedo tomar vino en mi casa. |
____ | Puedo jugar sin preocuparme por mi ropa, total después mamá me la remienda o me compra otra. |
____ | Como no entiendo las parábolas cuando las leo solo, entonces lo mejor es que no las lea. |
____ | No importa mi relación con Dios porque todavía soy chica/o. |
____ | Si pongo vino nuevo en la tela vieja no se mancha la tela nueva. |
____ | Ninguna de las anteriores no es verdadera pero quizás alguna no se falsa. |
____ | Quiero que la pregunta anterior la responda la maestra. |
____ | Dios me da la posibilidad de relacionarme con Él cada día a través del Espíritu Santo. |
Qué aprendimos hoy, escribirlo aquí abajo
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Querido Dios, venimos a ti con agradecimiento por todo lo que haces en nuestra vida. También queremos reconocer que a veces pecamos, pero que quisiéramos no hacerlo.
Nos gustaría tener una buena relación contigo, así que te pedimos que nos ayudes a acercarnos a ti cada día, que nos hables a través de tu palabra y que bendigas nuestras vidas.
También te queremos pedir que ayudes a nuestros padres y a toda nuestra familia para que puedan conocerte y tener una buena relación contigo.
Te pedimos todo esto en el nombre de Jesús, amén.
Si lo deseas te invito a ver otras clases bíblicas para niños
El texto utilizado fue tomado con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation
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