Milagros de Jesús – Sanidad de la suegra de Pedro
Mateo 8.14-15 – Marcos 1.29-31 – Lucas 4.38-39
El Texto bíblico según Mateo 8.14-15
14 Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste que yacía en cama con fiebre. 15 Le tocó la mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó y le servía. (LBLA)
El Texto bíblico según Marcos 1.29-31
29 Inmediatamente después de haber salido de la sinagoga, fueron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. 30 Y la suegra de Simón yacía enferma con fiebre; y enseguida le hablaron de ella. 31 Jesús se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía. (LBLA)
El Texto bíblico según Lucas 4.38-39
38 Y levantándose, salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. Y la suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta, y le rogaron por ella. 39 E inclinándose sobre ella, reprendió la fiebre, y la fiebre la dejó; y al instante ella se levantó y les servía. (LBLA)
Una mirada rápida
La situación
- La suegra de Simón estaba postrada en cama (Mt 8.14 – RVR1960), sufriendo por tener una fiebre muy alta, así que necesitaba ser sanada.
- Jesús fue a la casa de Simón, al parecer su suegra se estaba quedando en la casa de este último, o vivía con él.
- Le rogaron por ella, no dice quienes, posiblemente todos los de la casa.
- Jesús no interpuso excusas, simplemente hizo un milagro, una sanidad. La misma fue instantánea e indubitable. Todos pudieron ver los resultados al instante.
- Jesús reprendió a la enfermedad – Fiebre. (Pudiéramos debatir sobre el significado las implicancias de este hecho, pero tal vez lo más sano es concordar en que la autoridad y el poder de Jesús no conocen barreras que puedan detenerlos. ¡Gloria a Dios, porque ese poder está disponible para nosotros por su inmensa gracia!).
- La suegra de Pedro se levantó y les servía.
Texto y contexto
Posiblemente este evento esté relacionado con el milagro anterior, la expulsión del espíritu inmundo (Relatados tanto en Marcos 1.21-28 como en Lucas 4.31-37), el cual se sucedió en una sinagoga. Observar que tanto en Marcos como en Lucas se narra inmediatamente después; Mateo por su parte, lo ordena de manera distinta, pero esto no debe extrañarnos ya que él acomoda su relato en forma temática.
Saliendo ellos de la sinagoga fueron para la casa de Pedro. Éste no había sido llamado todavía para ser su discípulo, ver que esto sucede más adelante en Lucas 5.1-11. Esto nos demuestra que su relación con el maestro había iniciado antes de su llamamiento, lo que nos lleva a ver su búsqueda de Dios y de una vida espiritual. No es casualidad que el Señor lo haya llamado al ministerio. ¿Qué tal tu búsqueda de Dios?
Vemos también aquí que no eran los únicos dos hermanos que seguían a Jesús. La conección entre todos ellos y nuestro Señor se entrelaza en el momento que Juan el bautista señala a Jesucristo como el Cordero de Dios, ver Juan 1.35-42. Es así que desde ese momento ellos lo seguían como sus discípulos sin haber sido llamados al ministerio. (Primero debemos seguirle y amarle y luego esperar que nos llame al ministerio).
Ese día fueron de la sinagoga a la casa inmediatamente, o como dice la NVI, tan pronto como salieron de ella (Ver Marcos 1.29 en dicha versión).
Por otro lado, estos versículos nos muestran algo que para muchos pudiera ser polémico. Pedro tenía suegra lo que implica que el mismo era casado, aunque en verdad, en ningún lado se menciona a la esposa del mismo, con excepción de una única referencia sobre ella en 1 Corintios 9.5. (¡Cuán preciosa referencia! El ministerio de a dos es más sencillo).
Milagros de Jesús – Sanidad de la suegra de Pedro
Consideraciones y reflexiones sobre el milagro
Una muestra de cómo ayudar con Afecto
En muchos casos nuestro Salvador solo emitió la orden de sanidad, en otros; cuando correspondió hacerlo, hizo uso de su autoridad espiritual y echó a demonios que provocaban alguna enfermedad; y en otros, más allá de la sanidad en sí, Jesús demostró su compasión y su amor a través de algún gesto de afecto.
En este caso el Maestro tocó amorosamente la mano de la mujer y la ayudó a levantarse. De esta manera nos deja un ejemplo de cómo debemos manejarnos para con los demás. Jesús no solo hace lo que el prójimo necesita, lo hace con gestos de amor. A la hora de dar una limosna, de ayudar a alguien en situación de necesidad, de acompañar a quién lo necesite, ésta es la manera que a Dios le agrada.
Un ejemplo de actitud de servicio
Jesús pudo haberse rehusado, pero no lo hizo. No interpuso excusas, vio la necesidad y simplemente actuó. Él ya venía de haber hecho otro milagro, muy posiblemente haya enseñado en la sinagoga previamente al mismo. Es posible que estuvieran cansados del trajín del día; pero, nada le impidió mostrar compasión y ternura.
Jesús es nuestro ejemplo a la hora de pensar en el servicio a Dios. Para Él siempre es buen momento para hacer algo que glorifique a Dios. Posiblemente deba ser también así en nuestros ministerios ¿No lo crees? Te invito a leer Eclesiastés 9.10 y a contrastarlo con Santiago 4.17 – Todo lo que te viniere a la mano para hacer hazlo Vs. Aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace…).
Una respuesta esperable
La suegra de Pedro, inmediatamente después de haber sido sanada, comenzó a servirles. Agradecimiento, actitud y acción. Tres cosas fundamentales a la hora de tratar con Jesús. No hay forma de devolver o pagar por todo el amor que Él nos regala, ni por la bendición que recibimos por ser hijos de Dios. Pero una cosa podemos hacer, ponernos a servirle en lo que podamos tan pronto como nos sea posible.
Es en la actitud de dicha mujer que debemos reflejarnos. Otra vez, pero ahora desde el lado que quien recibe el milagro, no hay excusas. Jesús no interpuso excusas para sanar a la mujer, y ella, por su lado, tampoco se sirvió de ellas para dejar de hacer lo que le correspondía. Así que, siendo que Él cargó/llevó nuestras enfermedades (Isaías 53.4), tengamos también nosotros la actitud del profeta al manifestar: “Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6.8).
Una situación afortunada
Para terminar te invito a ver lo siguiente: Habrían muchas mujeres enfermas ese día, pero solo una era la suegra de Pedro, uno de los seguidores del Mesías. Nuestra buena relación con Dios representa un beneficio que se extiende más allá de nuestras vidas. Aquellos que nos rodean tienen la posibilidad de recibir la bendición de Dios como respuesta a nuestra oración y a lo que hagamos por ellos por amor al Señor.
Nuestra relación con Dios entonces bendice al resto y acerca el reino de Dios a quienes nos rodean. Revisa otra vez el texto de Lucas y descubre que ellos enseguida le hablaron de la mujer que sufría. Así que también debemos ponernos de acuerdo en que las cosas no suceden si no hacemos nada al respecto. Pongamos a todo nuestro entorno a los pies de Cristo en oración, y estemos seguros de que la oración jamás caerá en saco roto.
Por último, llevemos esta bendición con responsabilidad. Sepamos que muchos pueden ser y han de ser bendecidos por nuestras vidas. Tengamos eso como nuestra meta y seamos dignos representantes del reino de los cielos en la tierra. Recordemos siempre que más allá de ser embajadores de Dios somos santos sacerdotes con una misión muy específica: Anunciar las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable (1 Pedro 2.9).
Milagros de Jesús – Sanidad de la suegra de Pedro
Links
Si deseas ver un listado de los milagros de Jesús narrado por Lucas, te invito a clic en este link
Para leer sobre otros milgros realizados por Jesús, te invito a hacer clic en:
La sanidad de un hombre que tenía un espíritu inmundo.
El milagro de la pesca abundante
Nota
Las Citas Bíblicas fueron tomadas con permiso de LBLA – http://www.lbla.com
2 respuestas a «Milagros de Jesús – Sanidad de la suegra de Pedro»
Excelente informaciòn!!!! Bendiciones!!!!
Hola Mirla, muchas gracias por escribirnos. Dios la bendiga mucho!