Milagros de Jesús – la pesca milagrosa

Anuncio

Milagros de Jesús – la pesca milagrosa

El texto: Lucas 5:4-7


4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Sal a la parte más profunda y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes. 6 Y cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían; 7 entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 

Lucas 5.4-7 – LBLA

Una mirada rápida

  • Jesús le pide a Simón que vayan a pescar nuevamente (lo habían intentado toda la noche sin lograr nada).
  • Pedro (Simón) reconoce autoridad en Jesús. Sin importar su experiencia y conocimientos sobre la materia, obedece a quien será luego su Maestro.
  • Jesús realiza una demostración de poder. Su deidad comienza a ser demostrada a quienes le seguirán en breve.
  • Este milagro es evidente también a otros pescadores, quienes también le seguirán como discípulos (Andrés y Juan).
  • Esta es la manera de Jesús de llamar la atención de estos hombres. A partir de ese momento verán mayores cosas que las que cualquiera de ellos hubiese podido imaginarse, ver Juan 1.51 y contexto.

Análisis del contexto

Qué sucedió antes de ese evento:

1 Y aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre Él para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret, 2 vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca.

Lucas 5.1-3 – LBLA
Qué pasó después de este acontecimiento y cuáles fueron los resultados

8 Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador! 9 Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la redada de peces que habían hecho; 10 y lo mismo les sucedió también a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. 11 Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron.

Lucas 5.8-11 – LBLA

Qué podemos ver a través del contexto

  1. Lo más importante que debemos saber es que, los que habrían de ser llamados discípulos, habían intentado pescar toda la noche y no lo habían logrado. Así es que, habiendo salido del mar, estaban ya limpiando las redes cuando Jesús pasaba por el lugar. Ellos se habían cansado de intentar y no lograr por sí mismos, algo que sabían hacer muy bien, pescar.
  2. Jesús era ya seguido por muchos. Evidentemente estos cuatro hombres todavía no lo hacían todo el tiempo, aunque ya lo habían hecho en distintas ocasiones, ver por ejemplo: Juan 1.35-42 y Marcos 1.29-31. (En el estudio anterior sobre el milagro de sanidad de la suegra de Pedro ya habíamos hablado sobre este hecho, ver)
  3. Jesús tuvo dos objetivos en mente en este relato: Enseñar a quienes querían oír la palabra de Dios y, llamar a quienes continuarían con la tarea una vez que el ya se hubiera ido.

Milagros de Jesús – la pesca milagrosa

Consideraciones y reflexiones sobre el milagro

Jesús es a quien debemos obedecer

Sin importar nuestra experiencia y conocimientos, Él es nuestra autoridad: “Pero porque tu lo pides”. Pedro era un profesional del rubro pero esto no le impidió obedecer al maestro. Los resultados fueron más que evidentes. Cuando obedecemos a Dios nuestra vida cambia.

No importando lo que los demás puedan decirnos, lo que nosotros creamos más razonable, la experiencia con la que contemos u otras muchas cosas más, Dios sigue siendo el Señor todopoderoso que puede hacer cosas más increíbles de las que pudiéramos imaginar.

Solo debemos tener dos cosas: humildad y obediencia. ¿Tendremos la grandeza de ponerlas a disposición de nuestro Señor? Él puede seguir obrando en tu vida, solo debes dejarlo.

Dios puede traer bendicion que sobreabunde

Encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían”. De seguro los futuros discípulos estaban atónitos por la situación, al ver la reacción de Pedro al terminar de levantar los peces no nos quedan dudas de su estado de shock (Ver Lucas 5.8-11).

¿Quién era este hombre que podía lograr tal milagro?

Evidentemente estaban en presencia de Emmanuel (Dios con nosotros).

Ahora, éste no es un suceso aislado en la experiencia de los Hijos de Dios. Él hace milagros en las vidas de sus hijos todo el tiempo. Lo malo en algunos de sus hijos es que a veces solo estamos esperando ver cosas sobrenaturales, pero dejamos de prestar atención a lo cotidiano.

No miramos el día a día y esas cosas que suceden para beneficiarnos y ayudarnos a continuar con nuestras vidas. A veces deberíamos volver a ser como niños para aprender a sorprendernos por las cosas más simples, ya que en todas está Dios obrando a nuestro favor. Si no podemos verlas nos estaremos perdiendo de disfrutar más de la vida que Él nos regala.

Pero Dios no se queda solo con eso, Él es más grande que lo cotidiano y lo natural, su poder excede todo lo que conocemos y en nuestras iglesias podemos observar que muchas situaciones se resuelven en forma sobrenatural. Siempre hay alguna sanidad de la cual podamos testimoniar o una solución que no puede explicarse de ningún otro modo.

Anuncio

El Dios de los milagros todavía obra a favor de sus hijos y cuando lo hace no podemos más que humillarnos en nuestros corazones y adorar a quien merece toda gloria. ¡Acerquémonos a Él con fe y veamos cómo nos sorprende! (Eso sí, también sepamos esperar sus tiempos).

Particularidades del texto y enseñanzas secundarias

El lago de Genesaret

Lucas es el único que llama a esta masa de agua como lo que realmente es, un lago. Mateo y marcos lo llaman Mar. Vemos aquí el esfuerzo de Lucas por narrar todas las cosas de la mejor forma posible. Vemos aquí un ejemplo de meticulosidad y búsqueda de la verdad a la hora de transmitir el mensaje. Haríamos bien en esforzarnos también nosotros en este sentido.

El gentío se agolpaba sobre Él (Jesús)

Nadie podría estar cómodo enseñando a los empujones. Jesús, más allá de su objetivo, hizo lo necesario para cumplirlo sin sufrir distracciones. Al subirse a la barca pudo hacer ambas cosas y, por otro lado, les dio también mayor comodidad y quitó la distracción de aquellos que lo escuchaban (ya nadie se agolparía alrededor del maestro empujando al resto).

¿Recibimos una lección para aplicar a la hora de hacer evangelismo? A la hora de organizar algún evento, los detalles también son importantes. En este ejemplo, Los oyentes pudieron estar más cómodos y preocuparse tan solo por escuchar; y por el lado de quien daba el mensaje, lo mismo.

Jesús eligió la barca de Pedro

De las dos disponibles, Él eligió la barca del hombre de acción. Jesús sabía bien a quién se la pedía y lo que éste sería capaz de hacer. Pedro no dudó, dejó lo que estaba haciendo, la limpieza de las redes, y obedeció al Maestro. Esto nos deja dos enseñanzas:

La primera relacionada a Jesús: Él eligió bien a quien pedirle la tarea que necesitaba que se haga. Nosotros debemos hacer lo mismo, debemos observar bien antes de encomendar tareas, la emocionalidad normalmente se esfuma, lo que importa es el testimonio y eso no se observa de un día para el otro.

Para ver los frutos debemos darnos tiempo, eso nos evitará dolores de cabeza, ministerios inconclusos y problemas que nazcan de la inmadurez espiritual. Sé que es duro, pero a veces es mejor esperar antes que tener más conflictos que frutos, pero esto último es solo una opinión personal.

La segunda relacionada con Pedro: Ésta sería la primera vez en el relato que dejaría todo para seguir a Jesús, en el texto que le sigue (Lucas 5.8-11), él dejará no solo las redes sino toda una vida ya formada para comenzar otra muy distinta.  

Él obedeció a Jesús inmediatamente, no interpuso excusas. Supo quién era el que le daba instrucciones y lo obedeció. Ésto, entre otras cosas es lo que hace que tengamos más oportunidades de servicio. Si queremos servir más y más al Señor, ésto es lo que debemos hacer: Obedecer sin interponer excusas. En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré (Mateo 25.23)

Anuncio
Vio dos barcas y se subió a una de ellas

Jesús supo aprovechar la situación y lo que tenía disponible. A veces damos muchas vueltas para que todo quede según lo que imaginamos como óptimo, y al final, como no todo se puede dar como queremos, terminamos no haciendo nada.

Cuando hay un objetivo por cumplir, debemos ver qué tenemos a disposición y cumplirlo utilizando todo de la mejor manera.

No siempre tendremos a disposición todo lo necesario o lo que pudiera parecernos ideal (Creo que la mayoría de las veces nos faltan recursos de todo tipo), pero esto no puede hacer que nos detengamos. Jesús nos enseña a ser expeditos en nuestros propósitos y objetivos, sigamos su ejemplo.

Pidieron ayuda a sus compañeros

La humildad es una de las condiciones sine qua non para quienes servimos a Cristo, como dicen 1 Pedro 5.6: Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo, Santiago nos dice exactamente lo mismo en 4.10: Humillaos en la presencia del Señor y Él os exaltará (ambos de LBLA).

Además de otros muchísimos pasajes, podemos ver también la enseñanza clara y directa de Jesús en Marcos 9.35: “Sentándose, llamó a los doce y les dijo: Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos”.(Véanse también Filipenses 2.2; Romanos 12.16 y Efesios 4.2). Por ende, volviendo a nuestro pasaje, debemos saber cuándo pedir ayuda, ya que nadie puede hacer todo solo.

Se presentan también algunas ocaciones en las cuales “el querer resolver las cosas a nuestra manera” y teniendo la posibilidad de “hacer todo según nuestras propias reglas” nos juega en contra. De sucedernos esto debemos revisar cuál es nuestro verdadero objetivo, a quién queremos darle gloria y honra. Si es a Dios, seguramente podremos compartir tareas y responsabilidades. Por otro lado si queremos sobresalir entonces estamos en problemas, ya que, de ser así, no habrá bendición.

Seamos pues humildes, sepamos cuándo pedir ayuda, entendamos que trabajar en compañía es una opción válida y muchas veces imprescindible, y busquemos solo la gloria de Dios. Él sabrá exaltarnos cuando sea el debido tiempo, aunque lo mejor que podemos recibir de su parte siempre será: “ Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25.23 – LBLA).

Para concluir

Ésta es entonces una situación bisagra, a partir de este acontecimiento, Jesús comenzará a llamar a sus discípulos para ir formándolos para que continúen su ministerio cuando Él ya no esté. (¡Qué buen ejemplo! ¿Haces tú lo mismo?).

Jesús utiliza la situación para dos cosas: enseñar a sus seguidores desde la costa y más tarde para mostrarle a sus futuros discípulos algo de su inmenso poder y su deidad. Después de esto, como ya hemos dicho, Jesús llamará a esos hombres para ser sus discípulos. También vemos esto en los relatos de:

Mateo

18 Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. 19 Y les dijo: Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres. 20 Entonces ellos, dejando al instante las redes, le siguieron. 21 Y pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, remendando sus redes, y los llamó. 22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.

Mateo 4.18-22

Y de Marcos

16 Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando una red en el mar, porque eran pescadores. 17 Y Jesús les dijo: Seguidme, y yo haré que seáis pescadores de hombres. 18 Y dejando al instante las redes, le siguieron. 19 Yendo un poco más adelante vio a Jacobo, el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes. 20 Y al instante los llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.

Marcos 1.16-22

Me despido aquí. ¡Que Dios se siga manifestando en tu vida, que puedas servirle cada día y que Él te bendiga mucho!

Anuncio

Milagros de Jesús – la pesca milagrosa


LINKS

Si deseas ver un listado de los milagros de Jesús narrado por Lucas, te invito a clickear en este link

Para leer sobre otros milgros anteriores realizado por Jesús, te invito a clickear  en:

La sanación de la suegra de Pedro

La sanidad de un hombre que tenía un espíritu impuro

Nota

Las Citas Bíblicas fueron tomadas con permiso de LBLA – http://www.lbla.com


Comparte con quien quieras

2 respuestas a «Milagros de Jesús – la pesca milagrosa»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anuncio
Anuncio