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Reflexiones sobre la vida Cristiana

La humildad que el Señor nos pide – Contraste Coré-Moisés

La humildad que el Señor nos pide – Contraste Coré-Moisés

En esta meditación trataremos la rebelión de Coré y el contraste entre éste, y sus seguidores, con la actitud que tomó Moisés. Trataremos luego de aplicarlo a nuestras vidas en forma personal y también congregacionalmente. Si te parece bien, comencemos por preguntarnos lo siguiente:

¿Por qué hay tantas situaciones de conflicto en nuestras iglesias? ¿Qué nos lleva a ofendernos, a peleamos y a separarnos entre nosotros? En el texto en el que basamos esta reflexión encontraremos motivos actuales en eventos antiguos. En él también veremos que los seres humanos no hemos cambiado tanto con el paso del tiempo.

¿Has leído este texto alguna vez? Y si lo has hecho, ¿Has pensado qué llevó a Coré a actuar como lo hizo? Y por último, ¿Has observado la reacción y la actitud de Moisés? Este texto sin dudas describe una situación que bien pudiera suceder en nuestros días, en nosotros mismos y en nuestras iglesias.

Te invitamos a pensar junto a nosotros y a encontrar un ejemplo útil para nuestras vidas. Pero antes que nada, por favor, ora para que nuestro Señor sea quien te hable mucho más que nosotros, y luego, te invito a que leamos juntos el texto. ¿Estás de acuerdo? Adelante:

Texto Bíblico

Coré, que era hijo de Izar, nieto de Coat y bisnieto de Leví, y los rubenitas Datán y Abirán, hijos de Eliab, y On hijo de Pélet, 2 se atrevieron a sublevarse contra Moisés, con el apoyo de doscientos cincuenta israelitas. Todos ellos eran personas de renombre y líderes que la comunidad misma había escogido. 3 Se reunieron para oponerse a Moisés y a Aarón, y les dijeron:

—¡Ustedes han ido ya demasiado lejos! Si toda la comunidad es santa, lo mismo que sus miembros, y el Señor está en medio de ellos, ¿por qué se creen ustedes los dueños de la comunidad del Señor?

4 Cuando Moisés escuchó lo que le decían, se inclinó ante ellos 5 y les respondió a Coré y a todo su grupo:

—Mañana el Señor dirá quién es quién. Será Él quien declare quién es su escogido, y hará que se le acerque.

Números 16.1-5 – NVI
Nota-aclaración

Si luego de leer este texto y la reflexión, todavía quieres saber más sobre lo que sucedió en este acontecimiento, por favor, lee todo el capítulo, pero no te detengas allí.

Ve cómo Dios les da señales claras a todo el pueblo sobre quienes habían sido elegidos para servirle (Capítulo 17), y más adelante en el capítulo18, establece reglas para los levitas y para todo el pueblo.

Dios siempre es claro y paciente, una y otra vez nos muestra su voluntad, sin embargo aborrece al de corazón altivo (Santiago 4.6; Salmos 138.6). Pero dejando todo esto por ahora, vayamos a la reflexión que nos ocupa.

Reflexión sobre Números 16.1-5

El mal ejemplo de Coré

La rebelión de Coré fue una muestra auténtica, real y actual de lo que un corazón vanidoso puede hacer en una congregación. Coré se olvidó por completo de qué hacía que Moisés fuera líder de la nación, por lo que comenzó a observar con mayor atención a aquello que su ego le demandaba y fue convirtiéndose poco a poco en un no vidente de las realidades en las cuales vivía.

Cuando las personas toman estas actitudes conflictivas, normalmente arrastran a otras junto con ellos, convenciendolas de seguir con sus causas. En este caso no solo él estaba disconforme con el resultado del liderazgo de Moisés, así que cuando la flama comenzó a arder, el reguero de pólvora continuó su camino. Muchas personas se sumaron a él y pronto la rebelión tomó lugar.

Tomemos en cuenta que todos ellos ya eran líderes del pueblo (V2), ya eran personas de renombre y tenían una posición privilegiada. Entonces, ¿Qué más querían tener? Obviamente esperaban escalar más posiciones, tener el privilegio de hablar con Dios y de dirigir a pueblo sin que ningún otro hombre tuviera dominio sobre ellos.

Nuestra propia Iglesia

Ahora, ¿Cuántos de nosotros hemos visto iglesias divididas, hermanos enojados y otros tantos apartados? Muchas veces por el simple hecho de no llegar a conclusiones comunes y a decisiones concertadas… Pero lamentablemente esto no es todo. ¿Cuántos hemos visto peleas y conspiraciones por poder dentro de nuestras Iglesias?

Entonces, ¿Cuánta preponderancia tiene nuestro ego y qué lugar debería tener dentro del cuerpo de Cristo? ¿Tú que crees? Veamos ahora el ejemplo de Moisés y contrastémolo con nuestras actitudes, nuestros acciones, con lo que hacemos con otros cuando creemos tener razón o cuando nos parece que somos afectados en nuestros intereses. Veamos qué hizo él:

El ejemplo de Moisés

En lugar de enojarse contra ellos, la primer actitud de Moisés fue inclinar su cabeza frente a aquellas personas. ¡Cuánta humildad de parte de un hombre que estaba por sobre todos ellos! Bien hubiese podido regañarlos, los hubiera podido mandar a arrestar y mucho más. Cualquiera de nosotros, tal vez, hubiese reaccionado de otra manera. ¿Qué hubieras hecho tú?

Pero no él, ya que era el hombre más humilde de la tierra (Números 12.3). Moisés solo los escuchó y encomendó a Dios aquel tema, esperó en Él y sólo cuando estuvo seguro de cuál era Su voluntad, actuó. ¡Cuán lejos estamos muchos de actuar de esta manera! ¡Cuánto debemos crecer aún! ¿Cierto? Ciertamente deberíamos aprender mucho más de Moisés.

La humildad que el Señor nos pide - Contraste Coré-Moisés
Desierto donde sucedió la rebelión de Coré

Imagen de Gidon Pico en Pixabay

La humildad que el Señor nos pide – Contraste Coré-Moisés

¿Y qué de nosotros?

¡Cuánta falta nos hace valorar e imitar su ejemplo de humildad, pero aun también, su esperanza y su confianza en Dios! ¿No lo crees? Y además, te has preguntado: ¿Por qué los cristianos pasamos tanto tiempo leyendo las escrituras sin aprehenderlas (tomarlas para nosotros), ni comprenderlas, ni menos dejándonos moldear por ellas?

Si tan solo prestáramos más atención al espíritu y a la intención del texto sagrado; y si nos dejáramos moldear por el mismo, suprimiendo nuestro ego y creciendo en santidad; si considerásemos más al otro, así como nos enseñó Jesús, en lugar de valorarnos tanto a nosotros mismos; ¡Cuán diferente sería la historia de nuestras congregaciones! ¡Cuántos más se acercarían a Dios viendo el ejemplo de nuestra unidad!

Quiera Dios ayudarnos a considerar más el ejemplo de Moisés y a no seguir el de Coré. Nos bendiga Él para valorar más a nuestros líderes, en vez de buscar en ellos tantos defectos. Nos ayude Dios a mirar más a Cristo en las personas y no tanto nuestra propia imagen de lo que es bueno y correcto. ¡Cuánto nos ayudaría tomar la “sugerencia” de Pablo en Romanos 12.3 y considerarnos a nosotros mismos con la medida justa!

Si tan solo pudiéramos hacerlo nosotros, y enseñarselo a otros, mucho cambiaría en nuestra iglesias, todo lo que hacemos tomaría aún más fragancia a adoración verdadera que a religión falsa y mediocre (como lo es en ciertos casos).

Nosotros, en Gracia y Vida, queremos mirar más a Jesús y seguir sus enseñanzas. Queremos una Iglesia mejor, una con mayor amor, con más empatía, en donde los miembros sigan el ejemplo de Jesús y donde no haya lugar para el espíritu de Coré.

¿Nos ayudarías, serías parte de esa iglesia, mostrarías ese amor, esa humildad, ese respeto por Dios y por los líderes que Él eligió? ¿Orarías con nosotros por todo esto?

Oración

Padre Santo, que estás en medio nuestro, te suplicamos Señor que nos des tu ayuda en esta tarea, que nos bendigas proveyéndonos de aquella humildad que hubo en Cristo Jesús y también en Moisés.

Por favor Señor bendice a nuestras Iglesias, llénanos de fortaleza, de sabiduría y por sobre todo, de humildad. Levanta líderes íntegros, sabios y prudentes, que te escuchen y que te sigan así como lo hizo Moisés.

También nosotros nos ponemos en tus manos para que nos utilices según tu voluntad, en el lugar, en la tarea y en el tiempo que tu quieras. Para ti sea la gloria por los siglos, en el nombre de Jesús, amén

Si te ha gustado esta reflexión, si quieres leer más, puedes hacerlo a través del siguiente enlace: Más reflexiones para la iglesia de hoy.

Nota

Las citas bíblicas fueron tomadas de:

Escritura de la Santa Biblia, NEW INTERNATIONAL VERSION®, NIV® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por Biblica, Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.

La humildad que el Señor nos pide – Contraste Coré-Moisés

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