Efesios 4.28 – El que roba no robe más

Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación – Significado: Efesios 4.28: “El que roba no robe más”

Unos versículos más atrás Pablo decía: “despojen[se] del viejo hombre” (Efesios 4.22, corchetes agregados), y ahora, en este texto, dice: “El que roba, no robe más”.

Lo que hace el apóstol en esta parte de su epístola, es tomar algunos ejemplos de lo que podría llamarse “la anterior manera de vivir”, y nos dice:

Esas actitudes y acciones, que antes eran habituales o normales en ustedes, ahora, habiéndonos unido a Cristo, deben ser diferentes. Debemos dejarlas atrás.

¡Ya no podemos vivir como antes!

Siendo así, Pablo comenzó hablando sobre la falsedad, el engaño, y el enojo, todas actitudes que le “dan oportunidad al diablo” para volver a arrastrarnos al pecado.

Y luego, ya en este versículo, el apóstol habla específicamente de un pecado particular, el de robar; y luego también agrega cómo deberíamos generar ingresos para nuestros gastos y cómo deberíamos manejarnos, desde la perspectiva del Señor.

Ahora, al leer este versículo, ¿sabes qué nos llama la atención?

Pablo le escribe a una Iglesia; los receptores de esta epístola eran tan creyentes como nosotros, pero sin embargo, al parecer, algunos de ellos practicaban el hurto como algo habitual o normal.

Esto es algo que podemos ver por la conjugación del verbo en el original, en el cual deberíamos traducir la palabra “hurta o roba” de esta manera: “el que habitualmente hurta”. Es decir, que Pablo sabía que había quienes practicaban el hurto como algo cotidiano o normal.

A esas personas, el apóstol les dice: “El que roba, que no robe más”.

Por lo tanto, el apóstol da una orden clara y directa, ¡el texto está en imperativo! Con esto da a entender que no hay ningún lugar para el robo en la vida de un cristiano y, ordenaba que esa práctica cese de manera inmediata y para siempre.

Considerando el texto entendemos que, sin importar si otros también lo hacen; o si la persona a quien yo le robo, me roba también a mí; o si creo que necesito algo para vivir, o que no tengo oportuniad de obtener algo que necesito de ninguna otra manera. ¡No debo robar! Ya no. Nunca más.

En lugar de eso, Pablo nos dice que debemos esforzarnos para ganar nuestro propio sustento y todo lo que necesitamos para vivir. Esa es la normalidad de un creyente. Hablando de este mismmo tema, el apóstol escribe:

¹⁰ Porque aun cuando estábamos con ustedes les ordenábamos esto: Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma. ¹¹ Porque oímos que algunos entre ustedes andan desordenadamente, sin trabajar, pero andan metiéndose en todo. ¹² A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo, que trabajando tranquilamente, coman su propio pan.

2 Tesalonicenses 3.10-12

Ahora, esto es algo que no tenemos por qué hacerlo solos, podemos y deberíamos pedir la ayuda Dios, quien sabemos que siempre estará dispuesto a bendecirnos. ¿Lo has comprobado en tu propia vida?

Ahora, algo que debe estar claro es que, lograremos la bendición y la ayuda de Dios siempre que vivamos como a Él le agrada, es decir, con una nueva manera de vivir, que deje atrás las antiguas prácticas del pecado.

Continuando con la idea del texto, y habiendo quedado claro que no se puede robar, la frase: “Haciendo con sus manos lo que es bueno” nos habla de cómo ganar nuestro sustento. Así es como Dios quiere que vivamos: ¡Trabajando!

Pablo lo hacía, aún siendo misionero. Y sí que tenía el derecho de pedir a las iglesias que lo sustenten. Ellas le debían el haber conocido la salvación por este mismo ministerio. Sin embargo, el trabajaba para ganar su propio sustento (1 Tesalonicenses 2.9; 2 Tesalonicenses 3.8).

Ahora, siguiendo con la idea de nuestro texto, no sólo debemos pensar en ganar lo necesario para nosotros, sino que exciste un segundo objetivo, que es obtener lo suficiente para tener “qué compartir con el que tiene necesidad”.

Por lo tanto, Pablo nos enseña que Dios espera que trabajemos honradamente con la meta de sustentarnos, y además, que con nuestros ingresos podamos ayudar a los demas. Ese debería ser nuestro propósito, y lo que deberíamos tener por meta.

¿Habías considerado todo esto? Dios nos guíe para poder vivir en cada área de nuestra vida según la voluntad de Dios.