Efesios 3.7: Conforme al don de Dios

Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: “Efesios 3.7: Conforme al don de Dios”

Pablo, sabiendo que Dios lo había llamado específicamente para anunciar el Evangelio, no dejaba de hacerlo, aun estando preso.

Él había entendido el propósito de Dios para su vida, y por eso, lo realizaba “conforme al DON de la gracia de Dios”, que había recibido.

La palabra don hace referencia a algo que todos conocemos muy bien, una “herramienta” espiritual, que nos ayuda a realizar la tarea que Dios nos ha encomendado.

Todos tenemos dones (no solo uno), los cuales nos son repartidos por el Espíritu, y son de provecho cuando nos entregamos a Dios para Su servicio.

En este sentido, es bueno comprender esta frase utilizada por Pablo: “conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido”.

Pablo se sentía completamente seguro de que estaba utilizando el don que Dios le dio, al ejercer la tarea para la cual Dios lo llamó.

Sería más que interesante que todos pudiéramos tener claro el propósito de Dios para nosotros y cuáles son nuestros dones. ¿Cierto?

Muchas veces recibimos el mensaje de que debemos servir a Dios, y queremos hacerlo, pero no siempre tenemos claro nuestro llamado. ¿Lo tienes claro?

Más abajo hablaremos sobre esto.

Otra cosa que deberíamos tener en cuenta, a la hora de servir a Dios, es lo que vimos al leer Efesios 2:10:

«Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas».

Teniendo en cuenta este versículo, se realza mucho más la importancia de servir conforme al don que hemos recibido, y por ende, conforme a nuestro llamado.

Sólo cuando todo esto se conjuga es que podemos estar tranquilos de que vivimos dentro de la voluntad de Dios, haciendo las buenas obras que Él preparo de antemano para nosotros.

Y, sólo en ese momento, podemos estar completamente seguros que estamos obrando “según la eficacia de Su poder”.

Lo cual se evidenciará en el resultado de nuestro servicio, pero también, en el gozo que Él ponga en nuestros corazones.

Entonces, ¿cuán seguros estamos de ejercer el don de Dios en las obras que Él preparo de antemano para nosotros?

Hagamos un alto aquí, antes de que nos agarre desesperación, incertidumbre y nos llenemos de preguntas existenciales.

Todo esto no es para desesperarse, sino para entender que debemos buscar lo que en verdad necesitamos: una verdadera comunión con Dios.

Sólo cuando la consigamos tendremos la convicción de lo que Dios espera de nosotros.

Todos pudiéramos preguntarnos si estamos o no en el lugar correcto, en el ministerio adecuado, pero en verdad, cuando lo estamos, Dios nos concede Su paz y Su gozo.

Si los tienes, no importa si es que limpias los baños, o si eres el director de alabanza. No hay tareas más o menos dignas.

No las hay porque cada uno debemos estar en el lugar en el cual Dios nos llame. Si hacemos lo que Dios quiere, entonces nuestro ministerio es tan digno como el de cualquier otro.

Ahora, si bien es cierto que los dones de uno o de otro pudieran ser más “vistosos”, aún así, para que esos dones puedan estar en función también lo deben estar los demás (incluso los tuyos y los míos).

Por ende, todos los dones y todos los servicios son necesarios.

Y lo más importante de esto es que Dios ve de igual manera a quien le sirve con el don más “vistoso” que a quien le sirve con el que humanamente no es tan valorado.

Ambas personas son igualmente valoradas por Dios, porque ambos utilizan el don que Él les dio para hacer la tarea que Él les encomendó.

¿Se entiende? ¡Ninguno es mejor o mayor que el otro! ¡Todos somos parte de un mismo cuerpo!

Por ende, todo lo que hagamos será para Su Gloria, si lo hacemos con amor y gratitud, entendiendo nuestro llamado y cual es nuestro lugar.

¡Esto es lo que debemos tener en cuenta!

Por lo tanto, busca la comunión con Dios y entrégate de corazón a Él.

Si lo haces, Él te guiará, y se manifestará a través tuyo sin importar el lugar en que estés sirviendo o qué estés haciendo.

Dios te guíe, te bendiga y te llene de paz.