1 Pedro 1:10-12 La salvación profetizada

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1 Pedro 1:10-12 la salvación profetizada

Comentario Bíblico Devocional


La presente es una porción del Comentario Bíblico sobre la epístola de 1 Pedro, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.

Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto histórico y también con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.

Sin más, y primero que cualquier otra cosa, le invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor lo llene de su sabiduría, sin lugar a dudas será Él la gran fuente de toda comprensión y entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudio de los textos que nos convocan, leamos:

El texto: 1 Pedro 1:10-12

10 Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a vosotros, diligentemente inquirieron e indagaron, 11 procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. 12 A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a vosotros, en estas cosas que ahora os han sido anunciadas mediante los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar (1 Pedro 1:10-12 – LBLA)
 

 

Profetas

Eran personas que buscaban conocer y servir a DiosHombres comunes llamados por Dios para servirle y a través de quienes Él le enviaba su mensaje a su pueblo. Estos hombres no eran distintos del resto, sólo tenían una entrega a Dios, una disposición de servirle y una relación con Él, la cual guiaba sus vidas.

En este pasaje Pedro nos habla sobre estos hombres y los pone como ejemplos para nuestras vidas. Él dice que la revelación a la que ellos accedieron siempre procedió de Dios; pero más allá de eso, los profetas no se sentaron a esperar tal revelación sin hacer nada. Esto constituye una enseñanza para nuestras vidas, ya que nos sería bueno hacer lo que ellos. Pedro dice que ellos:

Inquirieron e indagaron

Acerca de los planes de Dios, que les habían sido revelados. Los profetas entonces, buscaban conocer aún más y entender todo lo que les fuera posible a cerca de todo lo que Dios les mostraba. Esto pone de manifiesto que ellos no obtenían la explicación sobre lo revelado, pero aún así lo anunciaban.

Entonces, aunque les era incomprensible buena parte de lo que El Espíritu les mostraba; no por eso dejaban de ejecutar la labor para la cual habían sido llamados. Ellos sabían quién los había reclutado para la tarea y eso les bastaba. Cuán buena lección para nosotros, ya que no siempre tendremos todas las piezas del rompecabezas, junto con un instructivo que nos indique qué hacer.

Aún así, seamos obedientes al llamado. Confiemos en quien nos llama; sepamos que en tiempos pasados, muchos trabajaron arduamente para nuestra salvación. Hagamos nosotros lo propio en nuestra tarea de anunciar el reino (Mateo 28:18-20). Obedezcamos a Dios y sirvamos con corazón dispuesto.

Tengamos bien en claro que ellos sabían sobradamente que la tarea que desempeñaban era para beneficio de otros, pero esto a ellos no les importó. Por eso también son un ejemplo para nosotros. Ese es el grado de entrega que Dios busca en sus hijos. ¿Tendremos nosotros esa misma entrega? Dios nos dé el suficiente valor y el entendimiento adecuado como para hacer lo que debemos.

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1 Pedro 1:10-12 La salvación profetizada
Anunciemos el evangelio con la ayuda del Espíritu

Por otro lado, que ellos no entendieran y entonces indagaran diligentemente (Isaías 6:11; Daniel 7:15–16; Mateo 13:17), representa otra gran enseñanza para nosotros, dado que no podemos quedarnos sentados y sin hacer nada, a la espera de que Dios nos hable; por el contrario, debemos buscar conocer su voluntad.

Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. (Jeremías 29:13 – LBLA)

Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1:5 – LBLA)

 
Buscando una respuesta de parte de Dios

¿Cómo saber qué debemos hacer? O ¿Cuál será la voluntad de Dios en determinada situación?

Más allá de hacer lo que se nos enseña en Santiago 1:5, podemos buscar sus respuestas haciendo alguna o varias de las siguientes cosas: leer su Palabra; buscarle en oración; pedir consejo a otro cristiano (que sea maduro en la fe); muchas veces Dios utiliza a algún hermano para hablarnos.

Algunas otras serán: escuchar la exposición de su palabra; pudiéramos buscar mensajes con temas relacionados a lo que nos sucede, tal vez googleando o en algún buen libro; tener tiempos de retiro espiritual; ayunar separando ese tiempo exclusivamente para la comunión con Dios. Existen muchas formas de no quedarse inactivo.

Entonces, habiendo tantas maneras de buscarle y sabiendo del ejemplo de los profetas, quienes le buscaron con éxito, también nosotros busquemos diligentemente a Dios. De seguro podremos encontrar sus respuestas y mucho más; es decir, experimentar que Él no se esconde, que siempre responde y que está a nuestro lado; y darnos cuenta de que en verdad le interesamos.

Esto es cierto, aún cuando su respuesta no siempre llegue en el momento exacto en el que nosotros la esperamos. Todos sabemos que esto bien pudiera darse y mucho más si somos impacientes. Pero Él siempre está presente y actúa en el momento adecuado.

Por tanto, no tomemos por abandono o desidia la tardanza en una respuesta. Dios nunca se comportará de tal modo. Más bien, estará todo el tiempo cerca nuestro, supervisando cada etapa del desarrollo de nuestra madurez espiritual. (Véase más sobre este tema en: https://graciayvida.com/santiago-1-2-4/)

1 Pedro 1:10-12 La salvación profetizada
La gracia de Dios nos fue dada para nuestra salvación

 

Profetizaron de la gracia

Ya hemos venido hablando sobre la gracia en estudios anteriores, así que no daremos aquí la definición ni tampoco su implicancia. Pero baste decir en este punto que si bien los profetas no estaban en la dispensación de la Gracia, debieron hablar sobre cosas que correspondían a la misma.

A nosotros en cambio, esta gracia nos llegó junto con Jesús y con el Espíritu Santo. Y a partir de su llegada, sabemos que este es el tiempo de la gracia de Dios, en el cual podemos relacionarnos libremente y sin intermediarios con Él. Esto es algo maravilloso que deberíamos saber aprovechar.

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Si me permite amigo lector, quisiera decirle que si aún no ha iniciado una relación de comunión con Dios, éste es un tiempo apropiado; hoy tiene oportunidad de buscarle y encontrarle. Por ende, le invito a hacerlo en este mismo momento. Háblele con confianza y sin tabúes. Él bien sabrá manifestarse a su vida.

Permítame decirle que si lo hace, su vida cambiará para mejor; a partir del momento en que lo haga y para siempre, se sentirá acompañado, tendrá alguien que le brinde consuelo, guía, y también amor. Él traerá sobre usted sus bendiciones y hará que vivir esta vida tenga un sentido. Pruebe y verá que es verdad.

Qué persona o tiempo

Dios les mostró muchas cosas a los profetas. Entre ellas, la salvación, un tiempo de nuevas oportunidades para relacionarse con Él; les mostró que vendría un salvador; la gloria que éste tendría, los padecimientos por medio de los cuales pasaría; y muchas otras cosas más.

Pero la verdad es que no estaba todo bien claro para ellos, dado que la revelación no se había efectuado de manera completa. Ésta fue la razón por la cual los profetas investigaron inquiriendo e indagando sobre el significado de lo revelado.

Algunas de esas revelaciones sólo se pudieron entender a partir de la encarnación del Cristo; y otras todavía esperan su desarrollo y cumplimiento pleno. Es tan real que la revelación está velada en ciertos detalles, que incluso el mismo Jesús, hablando del tiempo de su regreso, dijo que no hay quien lo sepa, ni siquiera Él mismo, sino solamente el Padre ( Mateo 24.36).

Pero eso no implica que no sepamos nada, ya que la revelación es para darnos conocimiento de lo que sucederá; aunque sea solo en algunos aspectos. Ahora, ¿Y cómo sabemos que las profecías son verdaderas? Lo sabemos porque muchas ya se cumplieron en la primer venida de Jesús. Por si gusta, le dejo un link para ver algunas de las tantas que hablaban sobre el Cristo:

Profecías cumplidas en la vida de Jesús según el Evangelio de San Mateo

De otras muchas de cumplimiento futuro, ya hablaremos en otros estudios.

1 Pedro 1:10-12 La salvación profetizada
Estudiemos la Biblia con diligencia

 

El Espíritu de Cristo

En la Biblia encontramos varios nombres con los que se menciona a la persona del Espíritu Santo. Se lo llama simplemente Espíritu, pero también, Espíritu de Dios, de Jesucristo, del Señor, y de muchas otras maneras.

Lo que es importante saber sobre este tema, es que no importa cómo se lo nombre; siempre se habla sobre el mismo Ser. Él es la tercera persona de la Trinidad, y Dios mismo. A continuación les dejo solo unos pocos versículos donde se lo nombra de diferentes maneras, para que veamos que siempre se refiere a la misma persona.

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Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y él vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre El. (Mateo 3:16 – LBLA)

Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.

11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.   (Romanos 8:9‭-‬11 – RVR1960)

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.(2 Corintios 3:17 – LBLA)

Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba! ¡Padre!» (Gálatas 4:6 – NVI)

 

Los sufrimientos y las glorias de Cristo

Si bien los profetas pudieron ver los acontecimientos revelados, estaban demasiado lejos de ellos, tanto en tiempo como en espacio. Fue así que tanta distancia acompañada de algunos silencios, generaron una gran confusión entre dos aspectos referidos al advenimiento del Mesías; por un lado debían anunciar que el Cristo habría de venir en gloria y por el otro, que también habría de sufrir.

Era natural entonces, que frente a estos dos aspectos tan contrapuestos entre sí, hubiera en ellos una gran cuota de perplejidad. Por ende también era muy comprensible que las personas que escuchaban los mensajes de los profetas, se encontraran un poco confundidas.

Esta situación al final derivó en que todo el pueblo, se centrara más en la gloria y el poder que habrían de acompañar al Cristo, que en sus sufrimientos.

Tanto fue así que incluso en los tiempos de Jesús, la gente no logró entender su propósito; ya que en lugar de un siervo sufriente, ellos esperaban un rey político-militar. Esa es la razón fundamental por la cual ni siquiera sus discípulos entendieran los anuncios de Jesús respecto de sus padecimientos. Véanse Mateo 16:21-23; Marcos 8:31-33 y Lucas 24:25-26.

Para entender un poco más sobre esta dualidad de circunstancias profetizadas para la vida de Jesús, baste con leer algunos versículos referidos a:

 
El siervo sufriente

Salmo 22; 53:3-12.

 
La gloria del mesías

Génesis 49:10; Salmos 2; 16:8-11; 110; Daniel 2:44; Isaías 52:13.

 

El evangelio enviado del cielo

Entonces, ¿Cuál era el mensaje? ¿Qué anunciaban los profetas?

El mensaje era por un lado el de salvación para los hombres y por el otro, sobre quién vendría de parte de Dios para llevarlo a cabo, es decir, el Mesías. En esto consistía la buena nueva enviada del cielo (evangelio); es decir, el mensaje de esperanza que procedía de Dios.

El objetivo de Dios al dar a conocer el evangelio era que todo aquel que lo oyera se encontrara con la salvación (ver Juan 3:16). Esto mismo es lo que nos dice Pedro en su segunda epístola. Allí él nos refuerza este concepto diciendo que:

El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan (2 Pedro 3:9).

Tengamos también en cuenta cuál debe ser la procedencia del mensaje que nosotros debemos transmitir; el cual no debería salir de nuestras mentes, o de nuestro entendimiento propio, sino de la revelación de Dios. Los profetas primero indagaban y buscaban tal revelación, para luego tener algo que decir al pueblo.

pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios (2 Pedro 1:21 – LBLA)

Tomemos pues el ejemplo de ellos. Que nuestro mensaje entonces provenga sólo de Dios, y que siempre apunte a la salvación de las almas. Para esto debemos basarnos en el estudio de la palabra, en la oración y en la comunión con el Espíritu de Cristo.

1 Pedro 1:10-12 La salvación profetizada
La obra de Dios en nuestras vidas es hermosa

 

Los ángeles anhelan mirar

Es interesante notar que no sólo los profetas querían indagar sobre la persona y los tiempos; sino que los Ángeles también lo hacen. Ellos literalmente observan cómo se desarrolla el plan de Dios para con los seres humanos aquí el la tierra.

Todo esto es realmente apacionante y más sabiendo que nosotros mismos formamos parte de toda esta gran historia de amor. Una historia donde los hijos niegan al Padre y lo abandonan, pero después, al verse en necesidad, se dan cuenta de que Él sigue estando cerca, y que pueden ser rescatados. Ver Lucas 15:11-32.

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Ésta es la historia de un amor no se agota, de un Padre siempre dispuesto a perdonar, de un Dios que utiliza su gracia en favor de quienes lo rechazaron, dado que su amor es enorme. Tan grande es este amor, que envió a su único hijo para que muera en lugar de los deudores, de quienes voluntariamente mente se apartaron de Él.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16 – RVR1960)

Este plan está en marcha. Los seres humanos, quienes estuvimos tan lejos de Dios por tanto tiempo, pronto estaremos en su presencia eternamente. Éste es el Dios a quien amamos, Él es quien hizo todo posible por su gran amor. A Él sea la gloria por los siglos, amén.


1 Pedro 1:10-12 La salvación profetizada


Le invito a seguir leyendo el comentario de este apasionante libro de 1ª Pedro a través de los siguientes links:

Índice

1 Pedro 1:8‭-‬9 Lo aman a pesar de no haberlo visto

1 Pedro 1:13‭ Esperemos en la gracia de Dios


Nota:

Todas las Citas Bíblicas identificadas con LBLA fueron tomadas con permiso de LBLA – http://www.lbla.com

Las identificadas como NVI, fueron tomadas de:

Escritura de la Santa Biblia, NEW INTERNATIONAL VERSION®, NIV® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por Biblica, Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Las identificadas como RVR1960, fueron tomadas de:

la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.


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9 respuestas a «1 Pedro 1:10-12 La salvación profetizada»

Que apasionante es el plan de salvación de Dios, y saber que somos parte de ese plan. Muchas gracias por sus estudios e información Él los bendiga al ciento por uno!!!

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Hola Dios les bendiga este estudio me ayudo a entender todo porque sinceramente no entendia nada Muchas gracias Dios siga usandolos y supliendo cada necesidad para seguir impartiendo la palabara de Verdad de nuestro señor y salvador Jesucristo

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Gracias por sus enseñanzas.
Se que los estudios de la palabra fortalecerá mi vida y me ayudarán a ser la persona que Dios quiere.
DIOS LES BENDIGA

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Me gustó mucho el estudió, muy edificante!.Dios les siga usando para gloria de su Nombre, solo una cosa me faltó entender, que es lo que los ángeles anhelan mirar según el versículo 12. Muchas gracias!.

Hola Aldo, gracias por escribirnos. Los ángeles anhelan ver cómo se desarrolla y cómo va a terminar el plan de Dios para con la humanidad.

La gracia de Dios es algo sumamente grande, interesante y diferente a cualquier otra actitud, acción y sentimiento. Dios permitiendo que su criaturas, quienes se apartaron de Él, lo negaron y se volvieron sus enemigos (Ver primeros capítulos de Romanos); se reconciliaran con Él por medio de la obra de Jesús. Esto iba más allá de la misericordia y del amor, la gracia de Dios es distinta y sumamente maravillosa.

Todo esto es apasionante, un misterio guardado en los tiempos hasta la manifestación de Jesús y próximo a completarse en cuanto Él regrese. Los ángeles “alquilaron todos los palcos” para ver cómo se desarrolla esta historia de Amor. Entendemos que ese es el mensaje de este texto.

¿Logras entenderlo ahora? ¿Hemos logrado ayudarte por medio de esta respuesta? Esperamos que así sea, pero sino, vuélvenos a escribir (no nos molesta), e intentaremos seguir explicando hasta que en verdad se comprenda. ¡¡Dios te bendiga mucho!!

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Hola Sara, nos alegramos mucho de haber podido ayudar. Por favor, si te es posible, ora por el ministerio. Muchas bendiciones!!

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