Somos familia de Dios – Devocional Diario – Marcos 3.35
Bienvenida/o a tu devocional del día de hoy. Dios te bendiga y le hable a tu vida. Comencemos:
Al aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador, al abrazar la fe arrepintiéndonos de nuestros pecados, al cambiar nuestras vidas eligiendo servir a, y vivir para Dios. Él nos adopta como sus hijos y entonces comenzamos a ser parte de Su familia. ¿Sabías esto?
En el texto del devocional de hoy veremos que Jesús considera como familia a aquellos que le seguimos, a cada uno de los que buscamos hacer su voluntad cada día. Te invitamos a pensar juntos en esto en nuestro devocional de hoy.
Antes de comenzar, si te es posible, nos gustaría pedirte que tomes unos instantes para orar. Seguramente nuestro Padre te ha de hablar y de mostrar cuán valioso eres para Él, cuánto aprecia que seas su hija/o y qué espera de ti.
Si ya has orado, entonces comencemos por leer el
Texto base del devocional de hoy
Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, ese es Mi hermano, y hermana y madre.
Marcos 3.35 – NBLA
Pensemos juntos
Contexto del texto bíblico que leímos
Jesús había llegado a una ciudad y entrado en una casa (posiblemente la casa de Pedro en Capernaún). La multitud lo seguía de tal manera que no podía ni siquiera comer, pero aún así, Jesús seguía enseñando, sanando y expulsando demonios (Ver Mateo 12.22-24).
Mientras hablaba con los fariseos (y después de hacer una expulsión), llegaron la madre y los hermanos de Jesús, los cuales querían “hacerse cargo de Él” (ver Marcos 3.21).
Tal vez pensaran que Jesús no estuviera razonando bien o quizás lo que querían era que Él se cuidara un poco mejor, también hay quienes dicen que pudiera ser que esta forma de proceder de Él, frente a la gente, los avergonzaba un poco (ver Mateo 13.53-58).
Si bien no sabemos sobre qué querían hablar sus familiares consanguíneos con Jesús, lo que sí podemos observar es la respuesta que dio, la cual nos trae al devocional de hoy.
¡No solo sus discípulos eran considerados familiares por Jesús sino que también lo somos todos nosotros!
Una oportuna aclaración es que Jesús de ninguna forma estaba restando importancia, ni tampoco estaba desconociendo a su madre y a sus hermanos, sino que simplemente quería hacer notar otro tipo de relación familiar, la cual no depende de la carne sino del Espíritu.
Pensando en nuestras vidas
Cuántas personas se sienten solas en el mundo. ¿Cierto? Posiblemente esa es una experiencia que todos hemos vivido alguna vez; sin embargo, los hijos de Dios sabemos que no estamos solos y por eso, cuando lo buscamos, Él de alguna manera se manifiesta a nuestras vidas. ¿Te ha sucedido? ¡Seguro que sí!
¿Y por qué es esto? Más que simple: Por amor y por la gracia de Dios todos somos parte de Su familia y por ende, todos tenemos la oportunidad de estar siempre acompañados por Él, de recibir Su ayuda, Su guía, la sabiduría que sólo Él nos puede dar, y tantas otras cosas más, como Su consuelo, Su paz, Su fortaleza, etc., etc.
Seguro sabes de qué hablamos.
(Si no es así por favor búscalo de todo corazón, no tardará en manifestarse a tu vida).
Ahora, ¿No es maravilloso saber que esto se da en nuestras vidas porque tenemos un Padre que nos ama? ¿Quién no quisiera tener a un Padre amoroso acompañándolo y ayudándolo en cada oportunidad que lo necesitemos? ¡Cuán grande es el amor de Dios y cuánta bendición tenemos al estar en Sus manos! ¿No es así?
Esto es lo que nos regala nuestro Dios: Él no solo envió a Su Hijo Jesucristo para posibilitar que seamos sus hijos, sino que hoy mismo está mirando por nuestra seguridad, por nuestras necesidades, por nuestro bienestar. Esto es algo realmente grandioso que todos podemos disfrutar. ¿No es esto cierto en tu vida? ¿Disfrutas de tu Padre celestial?
Jesús dijo que todos somos parte de su familia y esto es algo más que maravilloso para cada uno de nosotros. Por tanto ésta es una bendición vigente, posible y disponible para todos. Ahora, si no la has experimentado aún, no dudes en comunicarte con nosotros, te mostraremos qué dice la Biblia sobre cómo obtener esta bendición tan grande.
¿Lo harás? Esperamos que así lo hagas.
Una bendición con una responsabilidad
Hasta aquí hemos hablado sobre la gran bendición de Dios, pero nuestro texto dice explícitamente que: “cualquiera que hace la voluntad de Dios, ese es Mi hermano, y hermana y madre”. Por tanto no solo hay una bendición y un regalo en este texto, sino también una responsabilidad de nuestra parte:
Hacer la voluntad de Dios
Ésto es algo que es fácil de decir, pero difícil de llevar a cabo. Decimos esto porque cualquiera puede decir que la está haciendo, sin embargo para lograr llevarla a cabo, en primer lugar debemos conocer cuál es la voluntad de Dios para nosotros, y en segundo lugar debemos poder llevarla a cabo, lo cual es más difícil.
Su voluntad puede ser conocida de distintas maneras: A través de la oración, de la lectura de la Biblia (Su palabra, y el manual para nosotros), y también gracias a la revelación de su voluntad por medio de las circunstancias vividas, de los consejos de hermanos más maduros en la fe, por revelaciones especiales, etc., etc. (Dios obra de muchas maneras).
Por otro lado, llevarla a cabo, es algo que se hace gracias a una verdadera entrega de nuestras vidas al Señor. Para ello deberemos afirmarnos en la fe y tomar la ayuda del Espíritu Santo, sólo en sus fuerzas podremos lograrlo. Al mismo tiempo, todo esto se alcanza en oración y también incluso con el apoyo de nuestros hermanos en la fe.
¿Consideras que sabes cuál es la voluntad de Dios para tu vida? ¿La estás llevando a cabo? Dios nos ayude a cada uno de nosotros a lograr esta meta. Oremos juntos:
Oración
Padre Santo muchas gracias te damos por adoptarnos como tus hijos, gracias Señor porque hoy somos parte de tu familia, gracias por preocuparte por nosotros y por ayudarnos, por acompañarnos y sustentarnos siempre. Te entregamos nuestras vidas en agradecimiento por tanto amor.
Padre, queremos conocer tu voluntad para nuestras vidas, te pedimos por favor que te reveles a nosotros y nos muestres qué esperas que hagamos, danos por favor sabiduría, discernimiento e inteligencia espiritual. Te necesitamos Señor y esperamos en vos, no sólo para conocer tu voluntad, sino también para llevarla a cabo.
Te pedimos que nos fortalezcas y nos ayudes a madurar, aunque a veces eso no nos resulte muy fácil; pero te pedimos que nos hagas aptos para llevar adelante la tarea que nos has encomendado. Somos tuyos y queremos ser siervos fieles, por eso nos ponemos en tus manos y te pedimos que respondas nuestra oración en el nombre de Cristo Jesús.
Toda gloria, toda honra y alabanza sean para ti Señor, amén.
Saludo y despedida de esta reflexión bíblica cristiana
Te agradecemos por llegar a este punto en tu lectura. Esperamos que Dios te hable más sobre este tema, y que te ayude en todo esto que estuvimos pensando juntos.
Por las dudas queremos decirte que no hemos pretendido hacer ningún tratado teológico, ésta sólo ha sido una meditación, un devocional.
Si estuvieras interesada/o en conocer más sobre cómo ser un/a hijo/a de Dios, tal vez puedas leer más sobre esto a través del link, o tal vez podamos responder a tus preguntas.
Si gustas, puedes escribirnos, nos gustaría saber qué piensas sobre todo esto. Y por otro lado, por si lo consideras útil, te dejamos más devocionales en estas dos publicaciones:
¡Dios te bendiga mucho!
Notas
La Cita Bíblica fue tomada con permiso de Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.
Y a su vez, la imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida sobre la imagen original de StockSnap, la cual fue descargada de Pixabay.