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Señales de los que creyeron

¡Muy bienvenidos a Gracia y Vida!

La presente es una breve reflexión basada en el texto bíblico de Marcos 16.17-18.

El texto nos habla de las señales que habrían de seguir a quienes creían en Jesús. Ahora, ¿qué sucede si esas señales no siempre nos acompañan?

¡Te invitamos a leer el devocional y a pensar juntos en este tema!

Versículo clave: Marcos 16.17-18

17 Y estas señales acompañarán a los que han creído: en Mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; 18 tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien».

Contexto bíblico: Marcos 16.9-18

9 Después de haber resucitado, muy temprano el primer día de la semana, Jesús se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado fuera siete demonios.

10 Y ella fue y se lo comunicó a los que habían estado con Él, que estaban lamentándose y llorando. 11 Cuando ellos oyeron que Jesús estaba vivo y que ella lo había visto, se negaron a creerlo.

14 Después Jesús se apareció a los once discípulos cuando estaban sentados a la mesa, y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.

15 Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. 16 El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.

17 Y estas señales acompañarán a los que han creído: en Mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; 18 tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien».

Reflexión Bíblica – Meditación Cristiana – Devocional Diario: Señales de los que creyeron

Este texto comienza diciendo: “estas señales acompañarán a los que han creído”. Y aunque esté compuesto tan solo por dos versículos, ha sido de mucha controversia entre los creyentes.

Lo es porque si bien es claro en cuanto al mensaje, también es claro que no todos tenemos este don de Dios de sanar enfermos, ni todos nos animamos a tocar serpientes, y ni todos podemos ingerir algo mortífero con esperanza de sobrevivir.

Entonces, muchos se han planteado si esas señales siguen vigentes o si tuvieron lugar sólo en aquel momento, hasta que llegara “lo perfecto” (leer detenidamente 1 Corintios 13.9-10).

Con este razonamiento, esas señales, ya no tendrían sentido de ser, si lo perfecto fuera, por ejemplo, el canon bíblico (la Biblia).

Entonces, ¿las mismas son solo “Señales de los que creyeron” en aquel tiempo, o son señales para todos nosotros?

Sea que éstos tengan razón, o que la tengan quienes interpretan literalmente este texto y lo toman para sí, lo cierto es que muchos creyentes hoy día, no disfrutamos de esas señales.

En mi caso, por ejemplo, no puedo comer seguido lo que sea muy picante, o frito, o que tenga mucha grasa, porque tengo problemas de estómago. Ni soñar podría de comer algo mortífero y sobrevivir. No, a menos que Dios haga un milagro.

Por otro lado, aún estoy convaleciente de una operación de columna.

Pero anteriormente, el pastor de mi iglesia vino a orar por mí, y también varios hermanos, pero sin embargo, ni las oraciones, ni el bloqueo que me hicieron, previo a la operación, tuvieron el resultado esperado.

Por ende, tampoco el imponer las manos funciona siempre… O por lo menos no lo hizo en mi caso.

Digo esto habiendo visto varios milagros a lo largo de mi vida, y también, en otros tantos casos, habiendo creído que Dios sí hizo un milagro, cuando en verdad, el resultado final fue llorar junto a sus familiares más cercanos en un funeral.

He tenido todo tipo de experiencias, y me imagino que también tú.

Entonces, sea cual fuere el caso, lo importante es comprender que lo único determinante para nuestras vidas es la voluntad del Señor.

Lo que Él decida, eso será lo importante, más allá de nuestra voluntad, y más allá de cuánto creamos que Él puede obrar un milagro. Nuestra fe no es lo único importante, y no siempre es determinante a la hora de que Él realice un milagro.

A veces, Su voluntad es otra…

En algunas ocasiones hará un milagro rápido, otras veces no lo hará, y otras, cómo en el caso de mi hermana, lo hará cuando ya todos los recursos médicos se acaben, cuando ya hayamos bajado la guardia, cuando ya las fuerzas se nos hayan agotado.

Tal vez, para decirnos, Yo Soy tu esperanza cuando nadie más puede serlo. Mi poder se perfecciona cuando ya no te queden fuerzas para luchar por ti mismo. Yo Soy quien está al control, más allá de lo que pueda hacer el hombre, o de lo que diga la medicina.

Por ende, sea cual fuere tu experiencia previa: ¡No pierdas la fe!

Cuando uno está pasando por momentos de prueba, y se encuentra con estos textos, tiende a preguntarse ¿qué tiene de malo mi fe? O, ¿será que estoy en pecado?

Y uno busca en su interior y se examina, y luego mira al cielo, perplejo, intentando entender con nuestra mente finita qué es lo que hace un Dios infinito.

Y la verdad es que, en esta vida, tal vez nunca comprendamos los “por qué”, ni muchas veces tampoco los “para qué”.

Es linda la frase “no te preguntes el por qué, sino el para qué”, pero no siempre se comprende ni el uno, ni el otro. Otras veces puede de que sí.

Pero otra vez, lo importante en medio de las pruebas es no perder el rumbo y no dejar de confiar en Dios.

Estamos en frente de un texto controversial o que, por lo menos, fue material de muchas discusiones. Pero más importante que comprenderlo por completo, es confiar en quien lo inspiró.

Por ende:

¡No te dejes vencer por la ansiedad!

¡No saques tus ojos de Dios!

¡Dios siempre está al control!

Oración

Padre Santo, en el nombre de Jesús, quiero poner mi vida en tus manos.

Señor yo no sé cuáles son tus planes para mi vida, ni entiendo todo lo que haces en mí, pero lo único que sé es que quiero confiar, tener fe y esperar en ti.

Te suplico que me fortalezcas, que me llenes de tu paz y que obres en mi vida. Ayúdame a seguir adelante a pesar de las circunstancias.

Yo sé que eres un Dios que obras milagros, y no sé si los harás en mí es esta situación, o si los harás en otras, pero yo te espero, confío, y tú sabes bien que te necesito.

Me pongo en tus manos, te entrego toda mi vida y te alabo. Glorifícate en mi vida Señor, con mucha fe te lo pido en el nombre de mi Señor Jesús, amén.

Señales de los que creyeron
Señales de los que creyeron – Marcos 16.17-18

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Notas

  • Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 byThe Lockman Foundation.
  • La imagen de portada es un trabajo de Gracia y Vida utilizando las imágenes originales de MART PRODUCTION.

Señales de los que creyeron – Marcos 16.17-18

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