Texto bíblico: Marcos 8.12
Suspirando profundamente en Su espíritu, dijo: «¿Por qué pide señal esta generación? En verdad les digo que no se le dará señal a esta generación».
Contexto bíblico:
11Entonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, buscando de Él una señal del cielo para poner a prueba a Jesús.12Suspirando profundamente en Su espíritu, dijo: «¿Por qué pide señal esta generación? En verdad les digo que no se le dará señal a esta generación».13Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado del lago.
Reflexión Bíblica – Meditación Cristiana – Devocional Diario
Quienes más decían creer y conocer a Dios, eran los que más lejos estaban de Él. Ellos pedían y reclamaban señales, pero en verdad, se negaban a creer. ¿Qué sentido tendría mostrarles más evidencias?
El profundo suspiro de Jesús evidenciaba su tristeza y desilusión.
¡Cuánto hubiese anhelado Él que ellos creyeran! Sin embargo, eso no sucedería.
Fue por eso que Jesús no accedió a jugar el juego de ellos. Ya que, aún si hubiese hecho nuevos milagros y señales, aquellos hombres seguirían en su misma condición de incredulidad…
Triste por la situación, Jesús finalmente se alejó de ellos. ¿Para qué invertir más tiempo y recursos en quienes jamás creerían?
¡Cuán lamentable fue aquella situación! ¿Cierto?
Jesús vino a buscarlos, hizo muchas señales y milagros, enseñó con autoridad, les explicó como nadie más las escrituras, cumplió en su vida las profecías que sobre Él se habían escrito, y aún así, dichas personas no le creían.
Hoy en día hay tantas personas que dicen creer, pero muchos se engañan a sí mismos… Van a la Iglesia, escuchan los mensajes, cantan alabanzas, y aún así viven tan lejos de Dios…
Su fe siempre pequeña, sus frutos desnutridos. Se alegran con las bendiciones, pero viven en pecados, sin alimentarse correctamente, sin buscar a Dios con verdadera pasión.
Siempre anhelantes de ver prodigios, siempre esperando soluciones milagrosas, tantas veces angustiados por no vislumbrar soluciones, y hasta enojados con Dios por no obtener lo esperado.
¿Cuántas veces debe el Señor demostrar Su poder? ¿Cuánto tiempo dependerán de Él como un niño de pecho de su madre? ¿Es que no crecerán nunca? ¿Es que jamás madurará su fe?
¡Bienaventurados los que pueden creer aún sin ver (Juan 20.29)!
¿Ya has visto el poder de Dios? ¡Entonces no necesitas seguirlo viendo! Ya conoces quién es, y por lo tanto:
- Cree, aunque no lo veas ahora. Él está al control, no nosotros.
- Cree. Él todo lo sabe, te conoce como nadie. Sabe tu pasado, tu presente, e incluso tu futuro. Nada se escapa de Su conocimiento.
- Cree y no dependas de un milagro, Él no siempre los hace. Y eso no significa que no te ame, sino que hay otra forma de hallar la solución. Y aún si no la vieras, ¡toma tu cruz y síguelo! ¿O no estás dispuesta/o acaso? ¿Recibirás solo lo bueno y no lo malo? ¿Cómo podrás decir: “De oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven” (Job 42.5), si no pasas por las aguas de la aflicción?
¡Confía, sólo confía!
No seamos como aquellos hombres de la historia. ¡Nunca Jesús deba abandonarnos por nuestra incredulidad! Seamos verdaderos creyentes, sin importar lo que tengamos que vivir.
¿No es eso lo correcto, lo que Él espera de nosotros?
Entonces toma Su mano y síguele en toda circunstancia y en todo lugar ¿Amén? ¿Estás de acuerdo? ¡Dios bendice tu vida!
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Notas
- Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 byThe Lockman Foundation, a excepción de las explícitamente señaladas.
- La imagen de portada es un trabajo de Gracia y Vida utilizando la imagen original de Erik Mclean en Pexels.