Tal vez hayas leído, o alguien te haya hablado sobre este tema, y te estés preguntando qué significa que Jesús causa división. Uno de los pasajes bíblicos en donde se encuentra esta afirmación es en Mateo 10.34, y al leerlo bien puede surgirnos esta duda.
Esperamos poder aclarar el significado de esta frase en esta breve reflexión.
Más abajo encontrarás el texto bíblico, pero a priori veamos cual es la respuesta y luego analicemos un poco esta afirmación a la luz del conjunto de las Escrituras.
Entonces, si te preguntas si es verdad que Jesús causa división, la respuesta es que sí. Jesús sí causa división.
Esto es algo que a simple vista parecería contradictorio al mensaje de paz y de amor que siempre porta el evangelio. Pero veamos en qué sentido los conceptos de paz, amor y división son parte de un mismo evangelio. ¿Estás de acuerdo?
Veamos primeramente el Texto Bíblico:
34 »No piensen que vine a traer paz a la tierra; no vine a traer paz, sino espada.
35 Porque vine a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;
36 y los enemigos del hombre serán los de su misma casa.
37 »El que ama al padre o a la madre más que a Mí, no es digno de Mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a Mí, no es digno de Mí.
38 Y el que no toma su cruz y sigue en pos de Mí, no es digno de Mí.
39 El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por Mi causa, la hallará.
Mateo 10.34-39 – NBLA
Si seguimos el texto podemos ver las advertencias de Jesús, en 10.34 vemos los conflictos que los discípulos iban a tener por seguirlo a Él. En 10.35 les muestra qué sucederá dentro del seno de una misma familia. Y así siguen las revelaciones sobre qué sucedería por su causa.
El por qué de estás advertencias es el siguiente:
Cristo no vino para traer paz entre sus discípulos y el mundo, simplemente porque el mundo es instrumento de Satanás, el cual es enemigo de Dios (Santiago 4.4).
Por este motivo es difícil para los cristianos ser embajadores del reino de Dios y tener paz para con el mundo (un reino se opone al otro); por consiguiente, todos los días el creyente tiene que escoger entre vivir como Dios nos pide y obedecerle, y tener amistad para con el mundo.
Intentemos aclarar este concepto:
En primer lugar tal vez sea mejor expresar lo que no implica: Tener amistad para con el mundo no significa que no podamos tener amigos no creyentes, que debamos alejarnos o aislarnos de la sociedad en la cual vivimos, o que debamos tener pleitos con quienes no comparten nuestra fe. No. Esto no es lo que enseña la Biblia.
Sin embargo lo que sí debemos saber es que no todos los elementos de la cultura en la cual vivimos están alineados con la verdad bíblica, y por lo tanto, no podemos aceptar como normales o correctas todas las conductas de la sociedad en la cual vivimos. Si las aceptáramos nos estaríamos desviando de la enseñanza de Dios.
Por ejemplo, se entiende que moralmente no es correcto evadir impuestos, ser infieles a nuestros cónyuges, o consumir drogas. Pero aún así buena parte de la sociedad se deleita en practicar tales cosas. Esto es lo que el mundo nos muestra como ejemplo de lo que pudiéramos hacer, pero ciertamente es lo que nos alejaría de Dios. Entonces:
Lo cual, por supuesto, no significa que debemos dejar de amar a las personas que lo integran. Pero sí que es cierto que nuestro amor hacia Cristo debería ser muy superior al amor que tenemos para con otras personas, incluyendo a nuestra familia de sangre. Esto es lo que Jesús nos dice en Mateo 10.37.
Entonces, para ponerlo en claro, ¿debemos amar a Cristo por sobre todas las demás personas? ¡Sí, deberíamos! Ahora, ¿es esta una obligación o una condición para ser hijos de Dios? La respuesta a esta pregunta es que todos podemos elegir qué priorizar y a quién poner en primer lugar en nuestros corazones. Todos podemos aceptar o rechazar las enseñanzas de la Biblia, sin embargo, rechazarlas no es lo que más nos conviene.
Otra aclaración pertinente es que amar a Jesús más que a cualquier otra persona es una condición a tener en cuenta para ser un verdadero discípulo de Cristo. Por ende, cada uno puede, y en algún momento debe, elegir qué quiere hacer o cómo quiere vivir su vida. Por eso tal vez puedas preguntarte qué has de elegir tú, ¿ya lo has hecho?
Al leer este versículo debemos tener en cuenta que al hablar sobre la paz, Jesús se refería a la paz que se pierde cuando hay conflictos entre dos individuos o entre distintos grupos. Dicho de otra manera, Él habló de la paz que hay en ausencia de conflictos, pero no de la paz espiritual que proviene de Dios.
Dios le otorga a cada creyente una paz muy especial, algo que queda claro en Juan 14.27. Esta paz espiritual está únicamente disponible en Cristo y es otorgada por Dios solo Sus hijos, en tanto que la otra clase de paz es la que el mundo puede dar (o no) y es a la que se refiere Jesús en este versículo.
Al mismo tiempo es interesante notar que esta paz espiritual es nuestra solo por la gracia de Dios, es decir que es un regalo, y podemos disfrutarla aún en medio de los conflictos y tribulaciones de la vida (Juan 16.33). Todo esto debería alentarnos a buscar esta paz cada día, y obviamente, al Señor que nos da esa paz.
Ahora, teniendo todo lo anterior bien en claro, también debemos decir que Cristo no desea que haya división o problemas entre los cristianos y los demás seres humanos. Lo que leímos no nos está incitando a tener conflictos, ¡de ninguna manera! Esto debe quedar más que claro.
Pero lo que aquí sucede es que Él, sabiendo cómo serían las cosas, nos está advirtiendo y nos está llamando a estar preparados para poder afrontar cualquier situación que pudiera presentarse.
Es precisamente por esta razón que el apóstol Pablo escribió que todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución (2 Timoteo 3.12). Y nosotros, por experiencia sabemos que también, en muchos casos, somos objetos de burla, marginación, discriminación, descalificación, etc., etc.
Nosotros representamos y portamos la luz de Cristo, y por tanto, debemos tener en cuenta que todo aquel que hace lo malo aborrece la Luz (Juan 3.20), y por consiguiente, a los portadores de la misma. Entonces, es perfectamente normal que los cristianos tengamos algunos problemas como los nombrados en el párrafo precedente.
¿Te ha sucedido? ¿Entiendes ahora sobre qué estaba hablando Jesús?
Teniendo en cuenta todo esto, ahora podemos observar que es perfectamente normal que en una familia, o en una relación entre amigos, alguien que se convierte al cristianismo sea burlado, o que se opongan al mismo, o que se enojen por no seguir ciertas costumbres licenciosas a partir de su nueva vida con Cristo.
Esto bien te pudiera suceder, si es que ya no te ha sucedido. ¿Es algo lindo de vivir? Por supuesto que no, pero al mismo tiempo, sabiendo lo que Jesús ya anticipó, no podemos dejar lugar para la tristeza, para la duda o para el rencor hacia quienes nos causan dolor. Es algo que no entienden, pero lo que a nosotros nos toca es orar por ellos. ¿Estás de acuerdo?
Ahora que tenemos claro qué significa que Jesús causa división, el siguiente paso a dar acercarnos cada vez más a Dios para que, al vivir este tipo de experiencias, podamos ser sostenidos y apoyados por nuestro Señor con la paz que tan solo Él puede darnos (Juan 16.33).
Además, es igual de importante que podamos estar listos para dar cuenta de nuestra fe a quien pueda preguntarnos (1 Pedro 3.15), y descansar en el siguiente hecho:
Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el poder del maligno .
1 Juan 5.19
Entendiendo todo esto, por favor, tengamos en cuenta que estas situaciones nacidas de la enemistad con el mundo no pueden lograr que estemos tristes o sin esperanzas. El apóstol Pablo, sabiendo que tendríamos este tipo de conflictos, y con absoluta certeza, experimentándolo él mismo, nos dejó la siguiente recomendación:
10 Por lo demás, fortalezcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. 11 Revístanse con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las insidias del diablo.
12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomen toda la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.
Efesios 6.10-13
¿Tomarás esta recomendación? Esperamos que así sea.
Como conclusión podemos decir lo siguiente: En este mundo tendremos aflicción, luchas y conflictos. Y, aunque el mensaje del evangelio sea un mensaje de paz, de amor y de esperanza, aún así muchas veces seguir a Cristo nos llevará a situaciones incómodas entre parientes, amigos y otras personas.
Esto no es porque Dios así lo quiera, sino que será una respuesta natural del mundo ante un mensaje que puede cambiarlo. El mundo se siente a gusto en su oscuridad espiritual y nosotros seremos los portadores de la luz de Dios. Naturalmente, hallaremos oposición y es esto lo que Jesús nos advirtió.
Ante esta situación nuestro consejo es que busques la paz de Dios, Su amor para con la humanidad, la templanza y el dominio propio (y todos los componentes del fruto espiritual). Todo esto será fundamental para llevar a cabo el ministerio que tenemos por delante.
Por tanto, ¿consideras que estás a la altura espiritual de las circunstancias? ¿Cumples con el llamado de Dios?
Por favor, ten en cuenta lo que dejó Jesús y por lo que tuvo que pasar para que tú y yo seamos salvos. Por tanto, aunque a veces sientas que todo el mundo está en tu contra, ¡sigue adelante! Recuerda las palabras de Pablo a Timoteo y hazlas tuyas:
1 En la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por Su manifestación y por Su reino te encargo solemnemente:
2 Predica la palabra. Insiste a tiempo y fuera de tiempo. Amonesta, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción.
3 Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros, 4 y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a los mitos.
5 Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio.
2 Timoteo 4.1-5
Hasta aquí hemos llegado con nuestra explicación, esperamos que haya sido clara para ti, y también, que Dios supla cualquier aspecto que nos haya faltado.
Si gustas puedes escribirnos, con gusto responderemos las consultas que estén a nuestro alcance.
Dios te bendiga mucho, te fortalezca y te ayude a seguir firme en Su camino.
¡Nos encontramos en el próximo estudio!
A continuación te dejamos los versículos bíblicos en los que nos hemos apoyado (y que no hemos transcrito en el estudio).
¡Oh almas adúlteras! ¿No saben ustedes que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo.
Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo.
Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos.
Porque todo el que hace lo malo odia la Luz, y no viene a la Luz para que sus acciones no sean expuestas.
sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia;
Ver comentarios
Muchas gracias por la palabra, explicada sus estudios son de mucha ayuda para aprender cada día más y más de mi Señor Jesús
Muchas gracias Esperanza, Dios la bendiga mucho!!!
Excelente 👌 Dios le continúe Bendiciendo. Muy Nutrido ❤️
Muchas Gracias Danyismar, Bendiciones!!
Gloria a Dios aprendi mucho este día muchas gracias por poder buscar y encontar
Alabado sea Dios por siempre en nuestros corazones, porque sabemos que en las tribulaciones que enfrentemos El está con nosotros porque El ha vencido al mundo, promesa de Dios!
Amén!