Nuestro agradecimiento por el obrar de Dios – Devocional Diario – Marcos 5.41; 5.42
¡Bienvenidos a su devocional diario!
Hoy leeremos algo verdaderamente extraordinario: un texto bíblico que nos permitirá ver a Jesús venciendo a la muerte.
En él podremos observar no solo el poder de Dios sino también su maravilloso amor; lo cual nos permitirá pensar en cómo obra en nuestras vidas (más allá de que muchas veces su obrar no sea tan evidente como en este caso que leeremos).
Ahora, mientras consideramos juntos su obrar, también te invitaremos a pensar en la actitud que tenemos para con Él. ¿Somos hijos agradecidos? Y, ¿Cómo demostramos nuestro amor por Dios?
Pero antes de comenzar nos gustaría invitarte a orar. ¿Podrías tomar unos segundos como para hacerlo?
Muy bien, ahora sí, leamos el
Texto base de nuestro devocional de hoy
41 Tomando a la niña por la mano, le dijo: «Talita cum», que traducido significa: «Niña, a ti te digo, ¡levántate!». 42 Al instante la niña se levantó y comenzó a caminar, pues tenía doce años. Y al momento todos se quedaron completamente atónitos.
Marcos 5.41-42 – NBLA
Pensemos juntos
Este texto es parte de la historia de cómo Jesús resucitó a una niña de doce años. La misma se encuentra en Marcos 5.21-24; 35-43, y también en los demás sinópticos. Pero nosotros tomaremos hoy sólo esta parte de la historia para nuestro devocional, ya que hemos visto las otras en devocionales anteriores.
El contexto de la historia
En esta historia vemos que, luego de una enfermedad mortal, cuando su niñita estaba en los últimos momentos y cuando ya no había esperanzas para esta familia, Jairo fue a buscar un milagro de la mano de Jesús.
Al leer toda la historia completa vemos que mientras él todavía hablaba con nuestro Señor, unos enviados de su propia casa le trajeron la triste noticia de que la niña había muerto, y que le dijeron explícitamente que ya no había necesidad de molestar al maestro (Marcos 5.35).
También leemos que, escuchando Jesús a aquellos hombres, le pidió al padre algo que era absolutamente complejo para él, muy difícil de hacer, Jesús le dijo: No temas, cree solamente (Marcos 5.36).
Ya para el final de la historia vemos a Jesús en la casa de Jairo, entrando al aposento en donde estaba la niña, y haciendo lo que hemos leído en nuestro texto de hoy. Algo que no solo manifestó el poder de Jesús para con la muerte, sino también una gran ternura y un amor muy grande en el corazón de nuestro Señor:
Jesús no habló desde lejos a la niña, ni le gritó a la enfermedad, no. Antes que eso entró donde ella estaba y la tomó tiernamente de su mano, para hablar con ella (aún estando muerta, algo que no podemos explicar). Amor, ternura, poder y autoridad todos en un mismo hombre, nuestro Señor.
Una vez hecho esto, al ver esta magnífica obra en la vida de su niña, toda una familia logró transformar sus lágrimas de amargura en lágrimas de felicidad. Jesús no solo había salvado la vida de aquella pequeña, sino que reconstruyó su familia, y le dio una oportunidad única para que pudieran creer en Él. ¡Su obra fue maravillosa! ¿No lo crees?
Pensando ahora en nosotros mismos
Lo que vimos en esta historia es lo que sucede siempre en nuestras propias vidas. Dios obra en nosotros con el mismo poder, autoridad, amor y ternura. Lo hace más allá de que no siempre podamos presenciar situaciones tan evidentes como la que leímos; pero aún así lo sigue haciendo cada día y todo el tiempo, lo notemos o no. ¿Lo has considerado?
Ahora, si pudiéramos tomarnos unos minutos para recordar y pensar en todo lo que Él hizo y hace en nosotros, podremos llegar a la conclusión de que Él siempre ha estado a nuestro lado y de que su obrar es maravilloso; que hizo y hace muchas cosas y además, que Su presencia nunca nos ha abandonado.
Y sí, tal vez sea posible que en muchas ocasiones nosotros hubiésemos esperado alguna otra respuesta de su parte, pero aún así, Él nunca nos ha fallado y por ende, a pesar de las pruebas permitidas, también tuvimos su apoyo, paz, fortaleza y consuelo. ¿No es cierto todo esto? ¿Lo has observado?
Nuestro reconocimiento
Todo esto, sin lugar a dudas, debería llevarnos a vivir agradecidos, a entregar nuestras vidas para el servicio de Dios y para su gloria. ¿Estamos conscientes de esto? ¿No es esto lo que Él espera de nosotros? ¿Tú qué crees?
En distintas parábolas como la de la semilla (Marcos 4.26-28) o la de los talentos (Mateo 25.14-29) entre otras, Jesús nos muestra qué es lo que Dios espera de nosotros, pero sin embargo no nos obliga, sino que al contrario nos permite decidir qué hacer con Él.
Él nos dice que espera que llevemos mucho fruto (Juan 15.1-5) y nos asegura que si estamos unidos a Él haremos obras todavía mayores a las que Él hizo (Juan 14.12), y además, que todo lo que pidamos nos será concedido (Juan 14.13; 15.7).
Todo eso se lo dijo a sus discípulos antes de su partida, pero también es lo que Él espera de cada uno de nosotros. Éste es el mensaje que debemos tener más que claro. Si necesitamos de Él debemos pedirle en oración que nos provea y nos ayude; pero también, y al mismo tiempo, debemos estar dispuestos a amarle, obedecerle y servirle.
Concluyendo
¿Qué opinas tú de todo esto? ¿Estás dispuesto a demostrar agradecimiento y entrega a Dios?
Queremos hacer una aclaración antes de despedirnos: Es claro que el texto no habla del agradecimiento de aquella familia, pero también es cierto que no podemos sólo esperar recibir su bendición y su ayuda.
Y sí que nos es necesario buscar a Dios en cada circunstancia de nuestra vida, orar con fe y pedir su ayuda en tanto que hacemos lo que nos corresponde en cada circunstancia (así como lo hizo el padre de la niña).
Pero una vez que recibimos su bendición, ¿De qué manera se lo agradecemos? Esto es lo que hemos querido destacar al hablar de esta última parte del texto (y habiendo ya tratado otros temas que se desprenden de la historia).
¿Qué tal si oramos en este momento?
Oración
Padre celestial te damos gracias por obrar siempre en nuestras vidas. Te pedimos por favor que nos sigas ayudando en todas las cosas, y que obres en nuestras vidas con poder y autoridad.
Al mismo tiempo Señor queremos poner a tus pies nuestras vidas y decirte que te amamos, que estamos dispuestos a servirte y que queremos hacerlo con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas.
Oramos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
Saludo y despedida de esta reflexión bíblica cristiana
Te agradecemos por llegar a este punto en tu lectura. Esperamos que Dios te hable más sobre este tema, y que te ayude a vivir cada día con fe y con agradecimiento y entrega.
Si gustas, puedes escribirnos, nos gustaría saber qué piensas sobre todo lo hablado aquí. Y por otro lado, por si lo consideras útil, te dejamos más devocionales en estas dos publicaciones:
¡Dios te bendiga mucho!
Notas
La Cita Bíblica fue tomada con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.
A su vez, la imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida sobre la imagen original de Gerd Altmann, la cual fue descargada de Pixabay.