Introducción a la primera epístola de Pedro

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Introducción a la primera epístola de Pedro

Comentario Bíblico Devocional


En el presente comentario veremos algunos datos importantes que deben ser tenidos en cuenta a la hora de estudiar la primera epístola del apóstol Pedro.

Saber quién lo escribió, las circunstancias en las que lo hizo y qué lo motivó a hacerlo, nos darán más luz para entender el texto y nos ampliarán la idea de su contexto.

Veremos también un micro resumen del momento histórico y al final un análisis muy breve del mensaje de esta carta. Comencemos ahora por ver quién fue su autor:

Autor

El siguiente no es un resumen de la vida de Pedro; ni una lista completa de todos los pasajes en donde el apóstol aparece. Es solamente una pequeña colección de episodios y de hechos relevantes de su vida; a partir de los cuales nos podemos figurar quién es el autor de esta epístola.

Mientras estuvo con el Señor

    • Un pescador de profesión (Mateo 4:18)
    • Uno de los primeros en seguir y ser llamados por Jesús (Mateo 4:19), quién le cambió el nombre (Juan 1:42) de Cefas, nombre judío que significa piedra, a Pedro, nombre griego con el mismo significado.
    • Quién reconoció a Jesús como mesías estando en la barca luego de la pesca milagrosa y quien, al mismo tiempo, se dio cuenta de que él mismo era pecador (Lucas 5:8).
    • También lo reconoció como el Cristo, el hijo del Dios viviente. Jesús, luego de su afirmación, le respondió que eso se lo había revelado el Espíritu Santo (Mateo 16:15-17; Marcos 8:29; Lucas 9:20; Juan 6:68-69).
    • Uno que negó a Cristo tres veces; justo después de sacar su espada contra todo un ejército de hombres, que venían contra Jesús (Marcos 14:67; Lucas 22:55-60).
  • En contraposición con esto último, Jesús tres veces le pidió que apaciente a su Iglesia (Juan 21:17)

Después de Pentecostés

    • Fue quién predicó los primeros mensajes en su pueblo acerca de Jesucristo, y sin importar las persecuciones de las autoridades siguió con firmeza en su ministerio (Hechos 3 y 4)
    • El Espíritu obraba de tal manera en él, que aún traían a los enfermos para que siquiera su sombra cayera sobre alguno de ellos y todos eran sanados (Hechos 5.15-16; ver también 3:7; 9:34; 9:40)
    • Parte del liderazgo de la Iglesia, esto se ve principalmente en los distintos hechos narrados por la Biblia, los cuales indican que fue él quien dio el discurso de Pentecostés (Hechos 1); quién habló a favor de la iglesia en Hechos 2; quién realizó el primer milagro de curación de Hechos 3; el que respondió por la iglesia ante el concilio (Hechos 4); quien administró justicia tras los hechos de Ananías y Zafira (Hechos 5); y así pudiéramos seguir dando muchos ejemplos, en los cuales se lo menciona al frente de la iglesia.
    • El fue el apóstol enviado a los judíos, aunque Dios mismo le bajó un lienzo con animales impuros para demostrarle que para Dios ningún hombre estaba exento de la posibilidad de salvación (Hechos 10:10-16); luego de lo cual fue él mismo el instrumento que Dios utilizó para la salvación de Cornelio, el primer gentil en ser salvo (Hechos 10).
  • El autor de 1 y 2 de Pedro.
Introducción a la primera epístola de Pedro
Cristianos utilizados como antorchas. Cruel castigo impuesto por Nerón por seguir a Cristo. Culpados por él mismo de incendiar Roma.

Motivo de la epístola

Aproximadamente desde el 64 d.C los cristianos comenzaron a ser perseguidos, ya no solo por los judíos, quienes los veían como una secta peligrosa; sino por los romanos, quienes comenzaron a darse cuenta de que el cristianismo era una religión aparte del judaísmo. Siendo el problema principal, que los cristianos, no adoraran al César.

Más allá del episodio con Nerón, tema que veremos en breve, la gente comenzó a tenerles temor dado que habían todo tipo de fábulas sobre ellos. Existía un gran desconcierto respecto a los cristianos, ya que al convertirse dejaban de participar de las fiestas paganas, se reunían en secreto para no ser denunciados y ya no corrían tras los desenfrenos “normales” a su propia cultura, y por lo tanto, se separaban a sí mismos de los eventos sociales de sus tierras.

Esta decisión de no participar de los eventos sociales vergonzosos a los que acostumbraban los habitantes de sus tierras, hacía que  el resto de la sociedad los vieran como separatistas, como gente que ya no quería ser parte de la sociedad y por lo tanto así los trataban; y como consecuencia de esto, ellos mismos se sentían como extranjeros en su propia tierra.

Algunas cosas que se decían de ellos era por ejemplo, que los domingos en las madrugadas realizaban fiestas de orgías, ya que festejaban el “ágape” todos juntos y a escondidas. O que en la comida de la “santa cena” ellos comían niños o u otras personas, de tal manera que eran caníbales.

El desconocimiento de esta “nueva religión”, que muchos veían como oscura y siniestra, hacía que los cristianos fueran vistos como gente rara y practicantes de una religión enfermisa y peligrosa. Tanto era así que los culpaban de desastres naturales y de hacer que sus dioses paganos se enfadaran contra todos los habitantes de sus tierras por los desenfrenos de los cristianos.

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Dos antiguos historiadores, Suetonio y Tácito decían de ellos:

Suetonio, que “eran una clase de hombres con una superstición nueva y dañina”

Tácito cuenta que el cargo que tenían los cristianos y por los cuales los persiguió Nerón, era:

Que eran hombres odiados por sus vicios, que tenían una superstición perniciosa y enferma.

Más allá de lo que nos cuentan los libros de historia, a lo largo de la epístola también vemos varias referencias respecto del trato que soportaban los cristianos, y de cómo los veían sus vecinos. Podemos leer en ella que ellos decidan de los creyentes que eran hombres de mala conducta (2.12, 3.16), y que por consiguiente los maldecían (3.9); los calumniaban (3.16); los vituperaban (4.14); y los denunciaban a las autoridades por su fe en Dios (4.15).

Cuán grande libertad tenemos hoy día en muchos lugares. Cuán grande bendición de parte de Dios para nuestras vidas. Cómo no ser agradecidos y bendecir con todo nuestro ser a nuestro gran Dios. Veamos en contraste una imagen de parte de lo que debieron sufrir nuestros hermanos:

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Cristianos orando antes de ser devorados por las fieras en el Coliseo.

Persecución bajo Nerón

Cuando Nerón incendió roma y su pueblo comenzó a mirarlo como culpable de tan grave destrucción, él les echó la culpa a los cristianos y luego, dictando diferentes edictos, comenzó a perseguirlos. En principio la persecución fue local, pero mas tarde con el correr del tiempo se hizo generalizada y los cristianos ya no lograban estar tranquilos en ningún lugar del imperio.

Al atraparlos, Nerón, realizaba distintos tipos de calamidades y abusos; una de sus más horribles atrocidades fue embadurnarlos con brea, crucificarlos en sus jardines y prenderles fuego aún estando vivos para que sirvieran de luminaria por la noche. Pero su crueldad no se detuvo allí, entre otras muchas cosas, se “entretuvo” dando la orden y observando cómo los revestían de pieles de animales y les soltaban perros, los cuales los despedazaban vivos.

Éstas y otras torturas figuran en libros de historia referidos a aquella época. Cuánta crueldad solo por el hecho de creer y practicar una fe distinta, y por no acceder a adorar a su persona al César. Todo esto hizo que muchos hermanos prefirieran ya no solo esconderse para adorar a Dios, sino migrar, abandonando todo lo que tenían. Buscando así un nuevo comienzo en otro lugar. La fe nunca fue fácil. ¿Verdad?

No pensemos que ahora es más difícil o que Dios no nos escucha o que nos abandona a nuestra suerte. Él tiene un plan elaborado que se está desarrollando y nosotros somos parte de él. Muchos de aquellos hermanos debieron sufrir y hasta morir para que el evangelio se siguiera proclamando. Por tanto, hagamos nosotros la parte que nos toca. ¿Está de acuerdo, lo hará conmigo? ¡ Que así sea!

Introducción a la primera epístola de Pedro
Mapa de Asia Menor

Destinatarios

El apóstol les escribe:

a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia (1Pedro 1:1)

Los receptores eran cristianos residentes de estas ciudades de Asia Menor. Y aunque hay alguna controversia respecto de este tema, muchos están de acuerdo en que por lo menos la mayoría de ellos eran cristianos de procedencia gentil (ver 4:3-4), es decir que no eran judíos, sino paganos convertidos al cristianismo.

De ellos se dice en esta misma epístola:

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Qué estaban afligidos (1.6;2.19-20) y tenían mucho miedo (3.6,14); que estaban sorprendidos por lo que les tocaba vivir (4.12); algunos posiblemente se avergonzaban de su fe (4.16); y otros posiblemente tuvieran la tentación de mantener un estilo de vida más aceptable a la vista de sus vecinos (4.2-7; 1.14), y por lo tanto más fácil para ellos.

Mensaje de la Epístola

En un momento de gran sufrimiento y confusión para la Iglesia, Pedro les lleva consuelo e intenta fortalecer la fe de aquellos que debieron vivir bajo constante amenaza. Los instó a regocijarse; a sufrir los padecimientos que les tocaban vivir; les pidió que andubiesen en santidad (1:16); y les llamó la atención a mantenerse firmes, dado que eran dichosos por participar de los sufrimientos de Cristo (4.13-14).

Podemos ver en el mensaje de Pedro, el gran amor de Dios para con el ser humano. Su plan establecido desde la eternidad para que fuéramos sus hijos; y la provisión de los medios necesarios para lograrla. Todo esto nos demuestra, no solo un plan predeterminado de parte del creador, sino su amor puesto en acción. ¡Cómo no darle toda la Gloria a Dios!

El amor de Dios no solo estuvo disponible para aquellos hombres de la antigüedad. Está a nuestro alcance hoy en día para cada uno de nosotros; y lo único que debemos hacer para disfrutarlo es acercarnos a Dios con humildad y verdadera entrega. ¿Estaba usted al tanto de esta gran verdad? ¿Ya conoce personalmente a Dios? ¿Podría usted decir que tiene una relación cotidiana con Él?

Con mucho respeto apreciado lector, quisiera invitarle a que si nunca antes le entregó su vida a Dios, lo haga en este momento. Ahora es el momento oportuno. Ya todo está dispuesto de parte del creador, solo resta su decisión y su entrega. Solo haga una pequeña oración entregando su vida a Dios, reconociendo sus pecados y pidiéndole que venga a su vida. Eso es todo. Vea por sí mismo los resultados.

¿Qué hará usted al respecto?

Espero ya lo haya hecho y; por otro lado, si gusta, le invito a seguir con la lectura de esta epístola para conocer más de Él. Quedo así mismo a su disposición por cualquier consulta y o duda que pueda tener. Si le parece oportuno me puede contactar e intentaré ser de utilidad en todo lo que pueda.

Dios le bendiga mucho.


Introducción a la primera epístola de Pedro


Le invito a seguir leyendo el comentario de este apasionante libro de 1ª Pedro a través de los siguientes links.

Índice

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1:1-2 Elegidos para ser salvos


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