Texto bíblico base: Marcos 10.21
Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: veyvende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Contexto bíblico: Marcos 10.17-22
17Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de Él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
18Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios.
19Tú sabes los mandamientos: «No mates, no cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre».
20Y él le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
21Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: veyvende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
22Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.
Reflexión Bíblica – Meditación Cristiana – Devocional Diario
¿Qué te ha costado tu salvación? ¿Cuál ha sido el costo de tu salvación?
Hay muchas personas que creen que el costo de la salvación es alto, sin embargo, el beneficio de volvernos hijos de Dios no es comparable con nada en este mundo.
Aquel joven rico tenía muchas riquezas, las cuales interferían entre su corazón, su fe y el camino de su salvación. Fue por eso que Jesús le hizo tal pedido.
El problema no era en sí el dinero sino el amor hacia el dinero, la confianza en él y su dependencia del mismo. Dejar de depender de ese bien fue una prueba que no él logró superar…
Ahora, si bien el precio no es el mismo para todos, ni todos tenemos las mismas experiencias, el precio que debemos pagar no se compara con lo que Dios tiene para ofrecernos:
Una eternidad con Cristo, la bendición de tener un propósito en esta vida, la obra del Espíritu Santo, Su ayuda en cada momento, el amor de Dios siempre presente…
¡Cuántas bendiciones tenemos al volvernos hijos de Dios, y contrastado con dichas bendiciones, cuán poco valor todo lo demás!
Con mucha razón decía el apóstol Pablo:
“una cosahago: olvidando lo quequedaatrás y extendiéndome a lo queestádelante, prosigo hacia la meta paraobtenerel premio del supremo llamamiento de Diosen Cristo Jesús. (Filipenses 3.13-14).
¿Qué tal si también nosotros abrazamos ese desafío, esa meta en nuestras vidas?
Tal vez deberíamos considerarlo por un momento, y hablar con nuestro Padre celestial al respecto.
¿Estás de acuerdo? ¿Estás dispuesto?
Oración
Padre santo que estás en los cielos, gracias por todas tus bendiciones, por tu amor y por tu presencia en mi vida.
Sé que me has regalado mucho y que tu bendición va más allá de todo lo que pueda encontrar en este mundo.
Pero aún así. reconozco que me cuesta poner mi mirada sólo en ti, dejar aquello que entorpece mi relación contigo, o que me desvía de la fe.
Te pido que me ayudes, me fortalezcas y me des la sabiduría necesaria como para poder dejar de lado todo aquello que me separe de tu voluntad.
Hoy quiero entregarme plenamente a ti, adorarte y llevar gloria a tu nombre con mi vida. Te adoro y te alabo Padre, eres mi Rey y mi Dios, bendito sea tu Nombre, en el nombre de Jesús, amén.
Links
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Notas
- Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 byThe Lockman Foundation.
- La imagen de portada es un trabajo de Gracia y Vida utilizando la imagen original de pexels.