Análisis del libro de Santiago – Biblia

Análisis del libro de Santiago – Biblia

Bienvenidos a la introducción del estudio de la epístola de Santiago. Te invitamos a conocer el contexto en el cual se escribió esta carta, quien fue su autor, quienes eran los destinatarios y más detalles que te ayudarán a comprender mejor la lectura y tu estudio sobre este hermoso libro de Santiago.

En este estudio veremos

• El Contexto histórico
• Quién fue su autor
• A quiénes fue dirigida la epístola
• Y los puntos claves para entender el mensaje de la misma

Pero antes de comenzar con este análisis, nos gustaría presentarte brevemente nuestro comentario sobre la epístola.

El comentario de Gracia y Vida sobre la Epístola del apóstol Santiago

La presente es una porción del Comentario Bíblico sobre la epístola de Santiago, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.

Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto histórico y también con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.

Sin más, y primero que cualquier otra cosa, te invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor te llene de su sabiduría, sin lugar a dudas será Él la gran fuente de toda comprensión y entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudios introductorios a la misma, leamos:

Contexto histórico

En esta parte veremos un muy breve resumen de cómo se fueron conformando los distintos grupos judíos en el mundo conocido de aquel entonces. Esto nos ayudará para entender la forma y el contenido del mensaje del Pastor Santiago a los creyentes de origen judío.

La diáspora

Más allá de las deportaciones de las diez tribus desde Israel hacia Asiria (2 R. 17:6) y del exilio de las dos tribus en Babilonia (2 R. 25:11), hubieron distintas situaciones que llevaron al pueblo judío a migrar a distintas tierras.

Es así que se podían encontrar contingentes judíos en Egipto, Asia Menor, Roma y hasta en Babilonia.

A esto se lo llamó diáspora (Juan 7:35). Algunos contingentes eran tan grandes, que tenían su propio impacto en la vida del lugar en donde habitaban.

En Egipto, por ejemplo, dado el uso de la lengua griega, el Antiguo Testamento se tradujo al griego. A esta traducción se la llamó Septuaginta y fue la Biblia que utilizaron tanto los judíos como más tarde los cristianos.

En Hechos 2:8-11 vemos un ejemplo de los países y regiones en la que habitaban los judíos de la Diáspora:

⁸¿Cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido? ⁹Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia, ¹⁰de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos, ¹¹cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestros idiomas de las maravillas de Dios.

Hechos 2:8-11 – LBLA

Los comienzos del cristianismo

Para los judíos, el cristianismo comenzó siendo una nueva secta, una más entre las que ya existían.

En la Biblia nos encontramos por ejemplo con los Fariseos, Saduceos y Herodianos en Mateo 3:7; 12:38; 16:6; 22:23; Marcos 8:11; 10:2; 12:13; Hechos 4:1; 5:17 y otros muchos.

Y también sabemos de la existencia de otras comunidades y sectas como ser la de los escenios, quienes formaban una comunidad aislada.

Vemos además en el libro de los Hechos que desde el principio, los judíos se oponían a la predicación del evangelio.

Y podemos leer por ejemplo, sobre la persecución que el mismo Saulo de Tarso realizaba en su contra en Hechos 8:3. Obviamente este hombre tenía el permiso de las autoridades judías para hacerlo.

La dispersión de los judíos cristianos

El principio de la dispersión de los cristianos judíos comenzó desde el martirio de Esteban, esto lo podemos leer en Hechos 8:1-2.

Más tarde, Herodes Agripa quien fue nombrado rey por el emperador Calígula, hizo matar a Jacobo (el hermano de Juan).

Y viendo que esto agradó al pueblo judío, encarceló también a Pedro. (Se puede ver la historia completa en Hechos 12).

Cristianos versus judíos en el imperio Romano

En cuanto al punto de vista de los romanos, en un primer momento, ellos no notaron la diferencia entre ambos.

Es por esto que intentaban no meterse en sus disputas a menos que esto afectara la estabilidad política y/o económica de alguna ciudad.

Tal es el ejemplo de lo sucedido en Hechos 18:2, donde se ve la expulsión tanto de judíos como de cristianos de Roma.

El historiador romano Suetonio escribe que los judíos fueron expulsados de Roma porque estaban causando disturbios constantes “a causa de Cresto”.

Parece obvio que este historiador tuvo un error de ortografía, ya que hoy todos entendemos que el conflicto en aquel momento fue a causa de Cristo.

Así que el emperador expulsó a ambas “sectas” tras aquellos disturbios.

Fue más tarde, en la rebelión judía y después de la destitución del templo (70 d.C.), que para Roma hubo una identificación clara del cristianismo como una religión separada.

Análisis del libro de Santiago – Biblia

Autor

Esta epístola es muy reservada en cuanto a los datos de su autor, lamentablemente, lo único que la misma expresa sobre la persona que la escribió es su nombre.

Dado que este nombre era tan común dentro de la cultura del momento, hubieron muchas discusiones acerca de quién sería este Jacobo, quién se adjudicaba la autoría de la epístola.

Si bien hubieron varias personas propuestas, como también la idea de una supuesta usurpación de identidad, que le diera autoridad a la carta, la tradición afirma que es el medio hermano del Señor (Mateo 13:55; Marcos 6:3), quién escribo la misma.

De él se sabe que era el líder de la iglesia de Jerusalén y que estuvo presente en el primer concilio apostólico.

Que aunque no siguió a Jesús en vida, reconociéndolo como su Señor y como el mesías profetizado (Juan 7:5), sí lo hizo después de que Él se le apareciera luego de su resurrección (1 Corintios 15:7; Hch. 1:14).

Tiempo más tarde se lo nombró como como pastor de la iglesia de Jerusalén. (Hechos 12:17; 15:13-21; 21:18; Gálatas 1:19; 2:9 y 12).

Y lo último que se sabe de él es que para el año 62 d.C. fue muerto por iniciativa del sumo sacerdote.

Destinatarios

Habiendo tantas referencias a textos y personajes bíblicos, se entiende que los receptores de la carta eran definitivamente judíos. Esto es más evidente cuando en 2.21 les dice que tienen a Abraham por padre:

¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar?

Santiago 2.21 – LBLA

Estos judíos cristianos estaban dispersos por todo el imperio como vemos en (Hechos 8.1), Judea y Samaria; y (Hechos 11:19) Fenicia, Chipre y Antioquía.

También sabemos que aquellos que estuvieron en Jerusalén para Pentecostés en Hechos 2:8-11, volvieron luego de convertidos a sus tierras de residencia, esparciendo la Palabra por todo el imperio.

Entendemos entonces que ambos grupos eran los destinatarios de esta epístola.

Entre ellos, los que debieron huir de Jerusalén por la persecución, serían seguramente quienes pasaban por situaciones de escasez.

Y muy posiblemente los ya residentes, quienes eran mercaderes y hacendados, serían los ricos, el otro grupo que contrastaba con los de condición humilde.

Análisis de la epístola

Al parecer, tanto el autor como los destinatarios conocían muy bien la historia judía.

Las múltiples referencias, sin ninguna explicación complementaria respecto a los profetas y distintos hombres utilizados por Dios en el Antiguo Testamento, así nos lo indican.

El griego bien pulido en el que fue escrita la epístola, hizo que muchos dudaran sobre la paternidad literaria de Jacobo (Santiago).

Pero bien puede deberse al uso tan frecuente de algún amanuense, de los cuales también Pablo se sirviera al escribir las suyas.

Muchos eruditos afirman la existencia de una íntima relación entre esta epístola y la redactada por el concilio de Jerusalén ( Hechos 15:23-29).

Estos afirman que es muy probable que ambas fueron escritas por Santiago.

Muchos de estos entendidos, afirman que esta epístola es un compendio de varios sermones de Santiago.

Mensaje de la Epístola

En resumen podría decirse que su mensaje es:

1. La búsqueda de consuelo para una iglesia que sufría,
2. Dar pautas específicas para lograr vivir una vida de fe, y
3. Llevar mensaje que ordene a una iglesia que estaba todavía en formación.

Análisis del libro de Santiago – Biblia

Te invitamos a seguir leyendo más sobre esta epístola a través de los siguientes

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Índice

Santiago, el esclavo de Dios y de Jesús

Nota:

Todas las Citas Bíblicas fueron tomadas con permiso de LBLA – http://www.lbla.com