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No den oportunidad al diablo

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Versículo Clave: Efesios 4.27

Ni den oportunidad al diablo

Contexto Bíblico: Efesios 4.17-30

17 Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ustedes ya no anden así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente. 

18 Ellos tienen entenebrecido su entendimiento, están excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón. 19 Habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas. 

20 Pero ustedes no han aprendido a Cristo de esta manera. 21 Si en verdad lo oyeron y han sido enseñados en Él, conforme a la verdad que hay en Jesús, 22 que en cuanto a la anterior manera de vivir, ustedes se despojen del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, 23 y que sean renovados en el espíritu de su mente, 24 y se vistan del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.

25 Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablen verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo, 27 ni den oportunidad al diablo.

28 El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad. 29 No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.

30 Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, por el cual fueron sellados para el día de la redención. 31 Sea quitada de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos, insultos, así como toda malicia. 32 Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo.

Estudio Bíblico Devocional – Reflexión – Explicación: Efesios 4.27

En el versículo anterior, V26, el apóstol Pablo nos decía: “Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo”, a lo cual ahora agrega: “Ni den oportunidad al diablo” (V27).

La relación entre ambos versículos es significativa, dado que por lo general, hablando de relaciones humanas, las personas tienden a echar la culpa al otro por las discusiones o peleas, pero no siempre se miran a sí mismas.

Damos lugar al diablo cuando no reconocemos nuestros errores, lo hacemos cuando defendemos nuestros derechos sin medir consecuencias o, cuando guardamos rencor por no poder perdonar.

Todo esto, más allá de si fuimos nosotros quienes iniciamos un conflicto, o si en verdad hemos sido perjudicados o puestos en una situación que no buscamos por alguien más; sea como fuere, si le damos lugar al diablo, él nos llevará al pecado.

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Dar lugar al diablo es perder la batalla en el campo espiritual, es ser derrotados y caer de nuestra posición de fortaleza, es ceder terreno, y también, es contristar al Espíritu, e inclusive, es preparar nuestro campo para cosechar las consecuencias del pecado.

Que nuestro enemigo el diablo ande como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5.8) no es algo que podamos perder de vista.

Te pregunto: ¿A quienes les escribía el apóstol Pedro? ¿No era a la Iglesia de Dios? ¡Sí, claro que a la Iglesia! Se aplica a cada uno de nosotros. ¡El diablo te está buscando a ti!

Esa ha sido la tarea y el propósito de nuestro enemigo por siglos, y lo sigue siendo aún. Por eso pedía Pedro que seamos sobrios, que estemos alerta, y que mantengamos el dominio propio. ¡Precisamente para no ceder!

No caer frente a las artimañas del diablo (Efesios 6.11) debería ser parte de nuestro propósito en la vida; pero eso no lo conseguimos si no prestamos atención a las situaciones que se nos presentan, muchas de las cuales nos servirían como catapultas que nos arrojarían directamente al pecado, si no prestamos atención.

¿Entiendes ahora el concepto de velar, de estar despiertos? Debemos estar más que atentos para identificar y definir correctamente las situaciones por las que pasamos a diario, las trampas a las que nos lleva el enemigo.

Cuando Pablo dice que estamos en guerra ¡es por algo! (2 Corintios 10:3-4). Él sabía muy bien de lo que estaba hablando, y nosotros deberíamos estar conscientes de que vivimos en medio de una batalla espiritual.

Una persona que le da lugar al diablo y que se deja arrastrar hacia el pecado, es una persona que pierde de vista el objetivo de Dios para su vida, es alguien que desperdicia oportunidades ministeriales, y también, que pierde autoridad espiritual.

¿Cómo sucede todo esto? Cediendo frente al enemigo.

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Permítele tomar el control de la situaciones difíciles y terminarás en el fango que él elaboró para ti, de allí no es fácil salir; si se lo permites te volverá a llevar a una prisión de oscuridad en donde la luz de Cristo deba volver a rescatarte, pero, lógicamente, una vez que salgas no será sin consecuencias para ti.

Por ende, cuando debamos decidir qué hacer, frente a las situaciones de la vida, sepamos buscar la sabiduría, la paz, la mansedumbre (y cada parte del fruto del Espíritu Santo – Gálatas 5:22-23), para que nuestras acciones, dichos o actitudes no nos lleven al pecado.

Estamos en guerra, no nos adormezcamos ni cedamos terreno. Busquemos a Dios y batallemos con Su fuerza (Isaías 41.10), vestidos de la armadura del Espíritu (Efesios 6.10-20), y entendiendo bien lo que está en juego.

Somos representantes del Reino de Dios con una misión (1 Pedro 2.9), debemos cumplirla porque eso es lo que Dios espera de nosotros, y para hacerlo como corresponde, no podemos dar lugar al diablo. ¿Estás de acuerdo?

¡Dios te bendiga mucho!

Oración:

Padre de misericordia, te alabamos Señor por estar en nuestras vidas siempre, gracias Señor por amarnos y bendecirnos, por habernos rescatado y por hacernos tus hijos.

Señor, entendemos cuál es nuestra misión, y también, sabemos que tenemos oposición, que estamos en guerra espiritual y que necesitamos más y más de ti para poder mantenernos ilesos ante los ataques del enemigo.

Te suplicamos que nos ayudes, que nos fortalezcas y llenes de sabiduría, que nos ayudes a crecer y que nos des discernimiento espiritual para saber entender las situaciones, para poder mantenernos firmes y para darte gloria en cada momento a pesar de lo que sea que estemos viviendo.

Nos ponemos en tus manos y te suplicamos que sigas trabajando en nosotros y en cada área de nuestra vida. Te lo pedimos en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo, y te damos toda gloria, honra y honor. Amén.

Imagen Efesios 4.27 – No den oportunidad al diablo

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A más estudios de Efesios:

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No se ponga el sol sobre vuestro enojo – Efesios 4.26b

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Comentarios bíblicos devocionales

Que son explicaciones y estudios exegéticos del texto de distintos libros de la Biblia, pero con una mirada más devocional que técnica.

Si quieres, puedes escribirnos a través de la caja de comentarios.

Estamos a tu disposición hasta donde nos sea posible, esperamos poder ser útiles para tu vida espiritual. ¡Dios te bendiga en todo!

Notas

  • Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.
  • La imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida, utilizando una imagen de Foto de Pixabay.

No den oportunidad al diablo – Efesios 4.27

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Gracia y Vida

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