Preparar a otros para el ministerio – Devocional Diario – Marcos 3.13 y 3.14
Hola, muy bienvenidos a su devocional de hoy.
Entre tantos buenos ejemplos que nos dejó Jesús, los de liderazgo son realmente útiles para todo aquel que esté como responsable de algún ministerio o congregación.
Hoy te invitamos a pensar junto con nosotros en cuál fue la manera en que Él preparó a sus colaboradores.
Antes de comenzar con el devocional te invitamos a orar. Si puedes, por favor, toma unos instantes para hacerlo.
Texto de nuestro devocional de hoy
13 Y subió al monte, llamó a los que Él quiso, y ellos vinieron a Él. 14 Y designó a doce, para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar.
Marcos 3.13-14 – NBLA
Pensemos juntos
En el texto de nuestra lectura
Para el momento en que Jesús subió a ese monte ya habían muchos que lo seguían, tal vez no todos lo hacían en forma permanente, pero sí que eran más que doce los que lo tomaban como su “Rabí” (mi maestro) y que estaban dispuestos a ser sus discípulos.
Con los doce elegidos Jesús ya tenía una historia previa; con la mayoría de ellos Él ya había estado por un tiempo, ya los conocía y sabía sobre su disposición de seguirle y qué pensaban acerca de Él (obvio que lo sabía por la experiencia, pero también por su omnisciencia – ver Juan 2.24-25).
Lo principal para nosotros es que Jesús conocía bien a quienes eligió. Decimos esto pensando en que todo buen líder conoce a quien está eligiendo para trabajar con él/ella. Ahora, la Biblia no sólo dice que los eligió, sino que también nos cuenta que:
Jesús pasó un buen tiempo con ellos (más de tres años), les enseñó todo lo que debían aprender, delegó en ellos autoridad y responsabilidad, los comisionó y al final, los envió. Éste es un muy buen modelo que todos podemos tomar, y es algo en lo cual debemos pensar (¡Sí, también tú!).
Pronto Dios ha de terminar alguna de todas las etapas de tu preparación y comenzarás a servirle como líder (si es que ya no lo estás haciendo), por lo tanto, ya debes comenzar a familiarizarte con cuestiones de liderazgo. ¿Lo estás?
Pero eso sí, siempre debes tener en cuenta que un líder es elegido y preparado por Dios, y que debe depender en todo de Él. Además, debemos saber que todo buen líder es humilde y que busca sólo la gloria de Dios. ¿Estarás dispuesta/o? ¿Ya lo estás haciendo? ¡Dios te siga preparando, acompañando, fortaleciendo y guiando!
Pensemos en nosotros y en nuestros ministerios
¿Te ha sucedido que en medio de las muchas actividades y responsabilidades del ministerio te has sentido sola/o, que has necesitado ayuda, sin saber a quién recurrir? ¡Cuán común es esta experiencia! ¿Cierto?
En nuestro texto Jesús nos da la clave para que eso deje de sucedernos. Él nos muestra en todo Su ministerio que tenía un plan y que hacía cada cosa en etapas. Aunque no tengamos lugar ni sea este el lugar apropiado para presentar un análisis del mismo, por favor, observa lo siguiente:
El ejemplo de Jesús
Jesús no comenzó a las apuradas su ministerio, lo hizo recién a los treinta años (aún teniendo conciencia de quien era desde muy pequeño – Lucas 2.41-52). No salió por todos lados a decir que era el Mesías abiertamente, eso no le daría tiempo para predicar lo suficiente, ni tampoco para preparar adecuadamente a sus discípulos.
Jesús predicó por todos lados, pero se centró principalmente en Galilea y no en Jerusalén, en donde sería obligado a acelerar todo el proceso de la cruz (dado el poder y el control que ejercía el sanedrín). En fin, aunque los ejemplos pueden seguir, y mucho, lo que podemos ver es que Jesús no fue un improvisado, sino que hizo todo en orden y con sabiduría.

Nuestros propios ministerios
Poder ver cómo se manejó Jesús nos ayuda a contrastar nuestros ministerios con el suyo; nos da la posibilidad de encontrar errores y falencias; y nos permite ver en qué debemos mejorar, qué cosas poner en oración y en qué áreas pedir mayor bendición y sabiduría. ¿Estás de acuerdo?
Veamos, en este caso, que Él buscó y preparó a distintas personas para que continúen con su ministerio cuando Él ya no estuviera. Observemos que pasó tiempo con ellos, que les enseñó todo cuanto pudieran aprender y todavía más.
Prestemos atención que en un punto de Su ministerio les encomendó tareas y que los dejó solos para que pudieran realizar su comisión (Marcos 6.7-13), que no estuvo siempre pendiente y en todo, que supo delegar y dar lugar a los elegidos.
Entendamos que si no hay quien se esté preparando, si no hay quien vaya tomando experiencia, en algún momento sólo estaremos nosotros haciéndolo todo, y que no siempre podremos hacerlo, y que no siempre tendremos las mismas fuerzas…
Concluyendo
El ministerio siempre ha sido una tarea para compartir. Si te has sentido sola/o, tal vez sea el momento de doblar tus rodillas para pedir la guía del Señor, alguien seguramente ha estado siendo preparada/o para poder afrontar una nueva etapa de preparación con tu ayuda.
Nuestro Señor sabe todas las cosas, confía en Él y entrégale también esto en sus manos. Ten paciencia, Él ha tenido mucha contigo (con todos nosotros). Enseña con amor; espera los tiempos de los demás (cada una/o tiene los suyos); Ora en todo tiempo a su favor, y acompaña a quien se está formando tal cual un padre que enseña a su hijo a caminar.
Dios estará con ustedes, permitirá que superen desafíos, los ayudará a crecer a ambos (a todo el grupo); los hará a ellos mejores aprendices y a ti un mejor maestro/a, un/a mejor líder. Haciendo esto todos crecen, todos sirven, la gloria de Dios se manifiesta, Su nombre es glorificado, Su reino extendido. Esto es el evangelio. ¿No estás de acuerdo?
Oración
Padre Santo y Señor nuestro, queremos hoy entregar nuestras vidas en tus manos. Queremos servirte con todo nuestro corazón y con todo nuestro ser; nos gustaría hacerlo de la mejor manera y siguiendo tu voluntad en cada paso que demos.
Hoy queremos suplicarte que nos ayudes a ser buenos líderes, que nos muestres a quiénes estás preparando para el ministerio, que nos llenes de sabiduría, amor y paciencia, y que nos ayudes a estar listos para compartir nuestra posición, autoridad y responsabilidad.
Por favor bendice a quienes trabajan a nuestro lado en tu servicio. Queremos ser siervos dóciles y fieles en tu Reino, y por tanto ponemos cada cosa en tus manos y te adoramos. Señor, todo sea para tu gloria, en el nombre de Cristo Jesús, amén.
Saludo y despedida
Te agradecemos por llegar a este punto en tu lectura. Esperamos que Dios te hable mucho más que nuestras palabras y que puedas cumplir con Su voluntad para tu vida.
Si gustas, puedes escribirnos, nos gustaría saber qué piensas sobre todo esto. Y por otro lado, por si lo consideras útil, te dejamos más devocionales en estas dos publicaciones:
¡Dios te bendiga mucho!
Notas
La Cita Bíblica fue tomada con permiso de Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation
A su vez, la imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida sobre la imagen original de Steve Cliff, la cual fue descargada de Pixabay.
2 respuestas a «Preparar a otros para el ministerio»
Saludos mis queridos hermanos, es de mucha ayuda este estudio gracias por el tiempo que se toman para compartir la palabra de Dios.
Muchísimas gracias Cirilo, es un placer servir al Señor. ¡Dios te bendiga mucho!