Texto bíblico base: Marcos 14.38
Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil»
Contexto Bíblico: Marcos 14.32-41
32 Llegaron a un lugar que se llama Getsemaní, y Jesús dijo a Sus discípulos: «Siéntense aquí hasta que Yo haya orado».
33 Tomó con Él a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho. 34 «Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte», les dijo: «quédense aquí y velen».
35 Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de Él aquella hora. 36 Y decía: «¡Abba, Padre! Para Ti todas las cosas son posibles; aparta de Mí esta copa, pero no sea lo que Yo quiero, sino lo que Tú quieras».
37 Entonces Jesús vino y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: «Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora? 38 Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».
39 Él se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras. 40 Y vino Jesús de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responder.
41 Vino por tercera vez, y les dijo: «¿Todavía están durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; miren, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. 42 Levántense, vámonos; ya está cerca el que me entrega».
Reflexión Bíblica – Meditación Cristiana – Devocional Diario
Si bien las palabras de este texto se mencionaron en un momento muy especial, lamentablemente expresan nuestra constante debilidad…
Pafraseándolo: “dado que la carne es débil, debemos orar y velar para no caer en tentación, aún siendo que el espíritu está dispuesto”.
Nunca debemos olvidar la debilidad de nuestra carne, la cual nos llevará, si la dejamos, al pecado y a la muerte.
Velar es estar atentos (a las tentaciones, a lo que nos pide nuestra naturaleza carnal, a las acechanzas del enemigo, a las ocasiones de caer, etc., etc.).
Debemos velar, y al mismo tiempo, orar para para estar firmes en los momentos de tentación.
Ahora, no siempre los cristianos oramos por fortaleza espiritual. ¿Cierto?
Y posiblemente es algo que todos deberíamos hacer mucho más a menudo. ¿Tú que crees? ¿Coincides?
Aunque nuestro espíritu esté dispuesto y aunque el Espíritu Santo habite en nosotros, las tentaciones no dejarán de venir, y nuestra carne no dejará de buscar sus propios deleites y placeres, sin importarle si son pecados o no.
Esa gran batalla entre naturalezas, que describía Pablo en su epístola a los Romanos (cap. 7), es la que todos batallamos cada día.
Por eso él mismo nos habló de la armadura espiritual en Efesios 6. Él quería ayudarnos de la manera que podía, por eso escribió todo esto (lógicamente inspirado y dirigido por Dios).
Nosotros, por nuestra parte, haremos bien en tomar estos consejos de alguien que también luchó para vivir en santidad.
Entonces: ¿Qué tal tú? ¿Luchas también? ¿O cedes a la tentación?
Te dejo un texto más:
12 Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer. 13 Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir. (1corintios 10.12-13 – NVI)
El doce lo puse a propósito. ¡Tengamos cuidado!
No bajemos la guardia, no creamos que estamos seguros, todos tenemos puntos débiles. Fortalezcamos estos puntos en oración y en sujeción.
¿Quien domina en tu vida? El espíritu o la carne?
No recibiremos mayores tentaciones de las que podamos soportar, dice el texto. Lo cual indica que hasta ahora hubiésemos podido evitar TODOS los pecados en los que ya caímos…
Conclusión dura de asimilar para quienes intentamos vivir en santidad. Pero es así. Más que claro el texto…
Intentemos entonces no ceder ante las nuevas tentaciones, para no caer en los mismos o en nuevos pecados.
Dios nos ayude y nos de mayor fortaleza espiritual.
Oración
Padre celestial, te suplico me perdones por todos mis pecados y me ayudes a ser fuerte y a resistir la tentación.
Ayúdame a andar en santidad, a tener labios puros y a ser de testimonio para quienes me rodean.
Enséñame Padre a ser una persona íntegra en la cual todas las personas puedan ver tu obrar.
Te pido todo esto Padre en el nombre de Jesús, amén.
Links
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Devocional diario: El ministerio de Jesús
Devocionales basados en el evangelio de Marcos
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Notas
- Las citas bíblicas, a excepción de la especificada (NVI), fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 byThe Lockman Foundation.
- La cita NVI también fue tomada con permiso de sus autores.
- La imagen de portada es un trabajo de Gracia y Vida utilizando la imagen original de Foto de Foto de Pixabay.