El Buen Rabí – Poema
Por complacer amigos
Señor de ti yo huí,
Hoy ni uno está conmigo
Me dejaron, Rabí.
En el mar del pecado
Por seguirlos caí,
Hoy todos me han dejado
Sin excepción, Rabí.
En mi afán sin medida
Por escapar de ti,
Me entregué a la bebida
Y hasta te odié, Rabí.
El mundo me quería
Y al mundo yo me di,
Buscando la alegría
Lejos de ti, Rabí.
Dejé hasta mi familia
Lejos de ti me fui,
Y aborrecí la Biblia
Do tú hablas, Rabí.
Me sentía consternado
No podía ser feliz,
Pues había traicionado
A Cristo, el buen Rabí.
Un día lleno de pena
Muy claro comprendí,
Que era inútil faena
Vivir sin el Rabí.
Todo lo había perdido
Sí, yo todo lo perdí,
Estaba arrepentido
Volvería al buen Rabí.
Ese día urgentemente
A buscarle me di,
Y afortunadamente
Encontré al buen Rabí.
Le dije avergonzado
Maestro, vuelvo a ti,
Contra ti yo he pecado
Perdóname Rabí.
Lagrimas ya no tengo
Pues huyeron de mí,
Ya ni mi fe sostengo
Perdóname, Rabí.
Perdón pedí vehemente
Y mirándome a mí,
Me declaró inocente
Allí mismo el Rabí.
Por Arcadio Vega
Agradecemos a Arcadio Vega, quien desinteresadamente y con gran amor por Cristo, nos ha permitido publicar sus poemas y demás escritos sin esperar nada a cambio. ¡Dios te bendiga grandemente Arcadio!
Arcadio nos dice:
Cristo es el Gran Rabí de Galilea. Cristo, como ninguno antes que él, enseñó a las multitudes la grandeza del Reino de los Cielos. Usando lecciones prácticas del diario vivir fue el mayor de todos los maestros de su época, porque además de ser Rabí, era el Salvador del mundo. Jn. 3:17. Mat. 1:21. Hoy día, Cristo sigue siendo el Gran Rabí, pero sobre todo él quiere ser tu Salvador personal. Acéptale hoy mismo y asegúrate la salvación eterna en su reino sempiterno que él está preparando para su iglesia. Juan 14:1-3.
Te dejamos los textos mencionados:
Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. Juan 3.17
Y dará a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados». Mateo 1.21
»No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí. 2 En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes. 3 Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también. Juan 14:1-3
Aclaración
Rabí significa “mi maestro” (del arameo rabbei – ῥαββεί). Es una palabra utilizada frecuentemente en la Biblia para referirse a Jesucristo.
Para los que le amamos, Él no solo es un gran maestro (como nos dijo Arcadio), sino nuestro Señor y Salvador, así como también nuestro Dios.
Pero… ¿Por qué decimos que es nuestro Maestro?
Jesús no solo enseñó preceptos y aclaró el espíritu de las enseñanzas del Antiguo Testamento, sino que además nos enseñó con el ejemplo.
Él se mostró compasivo, amoroso, supo cuándo y en qué momento mantenerse firme y cuándo ser crítico y llamar las cosas por su nombre.
Nos mostró cómo debía ser nuestra forma de acercarnos a Dios y de buscarle cada día, y cómo entender el ministerio de la reconciliación, al cual todos estamos llamados.
Jesús fue y sigue siendo nuestro maestro. Como sus siervos, cada uno de nosotros deberíamos imitar sus acciones, seguir sus enseñanzas y vivir como Él vivió. ¿Estás de acuerdo?
¿Será Jesús el Buen Rabí también para ti?
Te agradecemos mucho por haber visitado Gracia y Vida. Esperamos que hayas disfrutado de este poema. Si así fue, te dejamos el siguiente enlace para que puedas acceder a más poemas cristianos.
¡¡Dios te bendiga mucho!!
Nota
Todas las Citas Bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation.