Texto bíblico base: Marcos 14.3
Estando Él en Betania, sentadoa la mesaen casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro;yrompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús.
Contexto Bíblico: Marcos 14.3-9
3Estando Él en Betania, sentadoa la mesaen casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro;yrompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús.
4Pero algunos estaban indignadosy se decíanunos a otros: «¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?5Porque este perfume podía haberse vendido por más de 300 denarios, yel dinerodado a los pobres». Y la reprendían.
6Pero Jesús dijo: «Déjenla; ¿por qué la molestan? Buena obra ha hecho para Mí.7Porque a los pobres siempre los tendrán con ustedes; y cuando quieran les podrán hacer bien; pero a Mí no siempre me tendrán.
8Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir Mi cuerpo para la sepultura.9Y en verdad les digo, que dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que esta ha hecho, para memoria suya».
Reflexión Bíblica – Meditación Cristiana – Devocional Diario
Esto es lo que sucedió con aquella mujer, quien derramó lo mejor que tenía por amor y por agradecimiento a nuestro Señor.
A ella no le importó cuanto costaba su perfume, sino que lo importante fue poder ofrecerle lo mejor que tenía a su Señor.
Eso fue lo que hubo en su corazón y por eso, en cuanto se levantaron las críticas, Jesús mismo alzó su voz para defender tal acto de amor y de entrega.
Jesús ve nuestro corazón y acepta nuestras ofrendas de amor, nuestros regalos y nuestra gratitud. Los cuales no tienen que ser necesariamente caros.
Una canción, una alabanza, una sonrisa, un te amo, seguramente también son tan bien recibidos cómo esa gran ofrenda que vimos en este pasaje bíblico.
Jesús no ve el costo, ni menos lo que los demás puedan decir, sino que mira lo que sentimos, y cuánto le amamos.
Acércate con confianza, y con amor, dale tu presente. Él lo recibirá con los brazos abiertos.
¡Nunca te olvides que Él sabe todo lo que sucede en tu corazón, y que te ama hasta el infinito, hasta la propia muerte!
¿Qué quisieras darle a tu Señor? ¿Qué tal una sonrisa y un te amo por ahora?
Oración
Padre Bendito y Santo, gracias por tanto amor que me has tenido. Te agradezco por mi salvación, porque me llamaste para ser tu hija/o, y por todas las bendiciones que me das diariamente, mi salud, el alimento diario, el hogar, la familia y tantas otras cosas que me regalas a diario.
Quiero ser una persona agradecida. También yo quiero darte a ti en agradecimiento mi vida, mis talentos, mi tiempo y energía, y todo lo que tú me pidas. Quiero adorarte y servirte. Me entrego a ti Señor, en el nombre de Jesús, amén.
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Notas
- Las citas bíblicas fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 byThe Lockman Foundation.
- La imagen de portada es un trabajo de Gracia y Vida utilizando las imágenes originales de Pixabay.