Tabla de Contentenidos
Poema
Ayúdame Señor, en esta vida
Ayúdame a ser tu fiel testigo,
Vendando del pecado las heridas
Ayúdame Señor, a estar contigo.
Ayúdame Señor, dame victoria
Ayúdame Señor, a ser tu amigo,
Ayúdame a tenerte en mi memoria
Ayúdame Señor, a estar contigo.
Ayúdame Señor, en mi carrera
Que nunca sea cizaña sino trigo,
Ayúdame a servirte hasta que muera
Ayúdame Señor, a estar contigo.
Ayúdame Señor, dame tu mano
Tu mano poderosa que hoy bendigo,
Ayúdame Señor, Rey Soberano
Ayúdame Señor, a estar contigo.
Ayúdame a vivir para tu gloria
Te suplico Señor, quedes conmigo,
Y al terminar aquí mi trayectoria
Ayúdame Señor, a estar contigo.
Ayúdame a sentir amor profundo
Por Jesús que sufrió tanto castigo,
Y cuando tú regreses a este mundo
Ayúdame Señor, a estar contigo.
Por Arcadio Vega
Agradecemos a Arcadio Vega, quien desinteresadamente y con gran amor por Cristo, nos ha permitido publicar sus poemas y demás escritos sin esperar nada a cambio. ¡Dios te bendiga grandemente Arcadio!
Arcadio nos dice:
Clama a mí, y yo te responderé, dice el Señor (Jeremías 33:3). Mi socorro viene de Jehová (Salmo 121:1).
Dios está más que dispuesto a ayudarnos, pero tenemos que ir a él y pedirle esa ayuda especial que necesitamos en ciertos momentos especiales.
Tal vez usted se esté preguntando: Pero si Dios sabe todo lo que necesito, ¿por qué tengo que pedírselo y no me lo da automáticamente? Dios es un caballero y no impone su voluntad en nadie, por eso nos dice: Yo estoy a la puerta y toco (Apocalipsis 3:20).
A ti y a mí nos toca abrirle la puerta del Corazón y darle el permiso para que él obre en nuestro favor según su santa voluntad y nuestra necesidad.
Al leer este poema usted notará todas las cosas en las que necesitamos ayuda diaria del Señor Jesucristo. Léalo detenidamente y de seguro que al terminar de leerlo terminará diciendo conmigo: “AYÚDAME SEÑOR”
¿Le has pedido ayuda al Señor? ¿Has visto su respuesta?
Dios siempre obra a nuestro favor. Siempre tiene su oído atento a nuestras oraciones. Él responde a sus hijos, aunque no siempre lo haga como queremos, y/o en los tiempos en que nosotros esperamos.
Lo que debemos saber es que Él nunca está apurado, que nunca se le escapa nada y que siempre tiene una salida para cada situación. De nosotros Él espera que confiemos, que esperemos en Él, que sigamos siendo fieles, que no dejemos de vivir en santidad, que no resolvamos nuestros problemas con nuestras propias reglas y/o por nuestra cuenta.
Él siempre está y estará por ti. Dios te ama demasiado (Juan 3.16). Por eso es que podemos pedir su ayuda con confianza (Hebreos 4.16), por eso oramos con fe (Santiago 1.6). ¿Confías tú también? Confía en Él y Él hará.
Por otro lado, muchas veces podemos sentirnos indefensos y oprimidos, pero también en estos casos podemos buscar ayuda en Dios, por medio de nuestro Señor Jesús. Si lo hacemos, Dios tomará el control de nuestra situación y nos dará su paz en cada momento de necesidad.
Por eso:
¡No dejemos nunca de pedir su ayuda!
Muchas personas mencionadas en la Biblia lo han hecho y podemos ver los resultados de esa búsqueda con fe. Te invitamos a ver algunos ejemplos de oración de los reyes David y Salomón:
Pero tú, Señor, que eres mi fuerza,
¡no te alejes!, ¡ven pronto en mi ayuda!
Salmo 22:19
Dígnate escucharme;
¡date prisa, líbrame ya!
Sé tú mi roca protectora,
¡sé tú mi castillo de refugio y salvación!
Salmo 31:2
David pasó por muchas situaciones peligrosas. Debió esconderse, huir de sus enemigos. Se sintió solo, desamparado; pero nunca dejó de confiar en Dios. Al ver la Fidelidad de Dios David pudo escribir:
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza;
nuestra ayuda en momentos de angustia.
Salmo 46:1
Dios mismo nos habla a través de un Salmo de David y nos dice:
Llámame cuando estés angustiado;
yo te libraré, y tú me honrarás.
Salmo 50:15
Por eso, aunque estés en momentos de angustia, con seguridad podrás experimentar Su presencia y Su bendición. Por tanto así como David podrás decir:
Sin embargo, Dios me ayuda;
el Señor me mantiene con vida.
Salmo 54:4
Así mismo Su hijo Salomón también pudo escribir:
Confía de todo corazón en el Señor
y no en tu propia inteligencia.
Ten presente al Señor en todo lo que hagas,
y él te llevará por el camino recto.
Proverbios 3:5-6
Y también nuestro Señor Jesús nos dice:
Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá.
Mateo 7:7
Por tanto:
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad.
Hebreos 4:16
¿Confías verdaderamente en Dios? Si es así, ténle presente en todo momento, y cuando lo necesites, no dudes en pedirle con toda tu fe: ¡Ayúdame Señor!
Aquí nos despedimos. Muchas gracias por visitar Gracia y Vida. Te invitamos a leer más poemas cristianos siguiendo el link.
¡Dios te bendiga mucho!
Notas
- Las citas bíblicas identificadas con “NBLA” fueron tomadas con permiso de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) © 2005 by The Lockman Foundation
- La imagen de portada corresponde a un trabajo de Gracia y Vida sobre las Imágenes originales de Jaime Wiebel en Pixabay