1 Pedro 1:18‭-‬19 Redimidos por la sangre de Cristo

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1 Pedro 1:18‭-‬19 Redimidos por la sangre de Cristo

Comentario Bíblico Devocional


La presente es una porción del Comentario Bíblico sobre la epístola de 1 Pedro, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.

Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto histórico y también con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.

Sin más, y primero que cualquier otra cosa, le invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor lo llene de su sabiduría, sin lugar a dudas será Él la gran fuente de toda comprensión y entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudio de los textos que nos convocan, leamos:

El texto: 1 Pedro 1:18‭-‬19

18 sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, 19 sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo. (1 Pedro 1:18‭-‬19 – LBLA)

Introducción

En los versículos precedentes el apóstol Pedro les pidió a sus destinatarios que no se conformen a los deseos de la carne, y que vivan en santidad. En el versículo anterior a los que estudiaremos aquí (1:17) les pide que se conduzcan en temor todo el tiempo en que les toque estar en este mundo.

Ahora en los dos que vamos a analizar aquí, y también en los dos siguientes, el autor de esta epístola nos dirá quién es el que posibilitó nuestra salvación; qué hizo para que la podamos recibir y cuánto le costó. Según Pedro, todo esto será suficiente razón para que los cristianos nos conduzcamos en temor y vivamos en santidad que Dios nos demanda.

En la primer parte del versículo 18,  el apóstol nos habla de algo que fue absolutamente necesario para que llegásemos ser hijos de Dios. Él les dice a sus destinatarios:

18

Fuisteis rescatados

De qué fueron rescatados es algo que el texto ya nos dice en forma explícita, de su vana manera de vivir. Es decir, de una vida totalmente improductiva, que no los llevaba a ningún buen puerto. Ellos, al vivir sin Dios, tenían una vida sin sentido.

Pero no sólo de eso fueron rescatados. Es por eso que les propongo que por un momento centremos nuestra atención a la siguiente cuestión: si tenemos la necesidad de ser rescatados, es porque no nos es posible liberarnos por nuestra propia cuenta. Lo que nos tiene prisioneros es más fuerte que nosotros.

Fue por esa razón que nos resultó necesario la intervención de un redentor. Es decir, de alguien que nos viniera a rescatar, pagando por nuestros pecados. A esto se lo llama redención en la Biblia. Por ejemplo, en Gálatas 3:13 encontramos una de muchísimas referencias a la redención. Allí se dice que:

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Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero) (Gálatas 3:13 – LBLA)

Si bien la palabra redención aparece innumerable cantidad de veces en la Biblia, no es tan común en nuestro vocabulario; pero adquiere una importancia superlativa al asociar nuestra condición de criaturas perdidas, a la posibilidad de obtención de salvación.

Este concepto es tan vital, que podemos afirmar con toda certeza, que Cristo no hubiese podido salvarnos sino por medio de la redención. Ésta entonces, es sumamente importante para nosotros. Es por eso que les propongo leer algunas líneas sobre el significado y la implicancia de la misma para nosotros.

1 Pedro 1:18‭-‬19 Redimidos por la sangre de Cristo
El rescate de nuestras vidas
Significado e implicancia de la redención

Para abordar este concepto desde el punto de vista bíblico, comenzaremos diciendo que la redención del ser humano implica la existencia de un pago; y que todo ser humano, siendo prisionero del pecado, debe pagar un rescate para conseguir su libertad.

Al pago de este rescate por parte de Cristo se le llama redención. Veamos dos textos en donde explícitamente se dice que Cristo obró a nuestro favor, obteniendo nuestra redención:

En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia (Efesios 1:7 – LBLA)

Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Marcos 10:45 – LBLA).

La Biblia expresa claramente que el hombre ha pecado y que por ende se ha vuelto prisionero de su pecado (Gálatas 3:22); y enemigo de Dios (Romanos 5:10). Por ende, si éste quisiera acercarse a Dios, debería encontrar la manera de liberarse de las cadenas del pecado y de satisfacer la justicia divina.

El gran problema del ser humano, es que de intentarlo, el único resultado que lograría obtener sería trágico; ya que la paga por el pecado es muerte (Romanos 6:23). Siendo ese el caso, no había nada que el hombre hubiese podido hacer por sí mismo para dejar de estar en la condición de deudor, y enemigo de Dios.

Fue exactamente en este punto en donde el amor, la gracia, el plan de Dios y su Hijo Jesucristo entraron en juego (ver Juan 3:16). Dado que el hombre no podía salvarse a sí mismo (2 Timoteo 1:9; Romanos 11:6; Efesios 2:8-9), Dios elaboró un plan de rescate (1:1-2). Esto era absolutamente necesario si Él pretendía tener una relación de comunión con el hombre.

Una gran noticia

Por ende, la gran noticia para la humanidad, es que Dios quiere tener una relación con ella. Y por lo tanto, sin importar que el ser humano lo haya desplazado de su vida; que lo haya descartado; y que haya buscado vivir según sus propias reglas; aún así, Dios espera ser el Padre de la humanidad (1 Juan 4:8-10). ¿Pero, qué se necesita para poder lograrlo?

La sangre de un ser santo, sin manchas y sin culpas era el único pago posible para satisfacer la justicia divina en relación el pecado de los seres humanos. La sangre de Cristo Jesús cumplía con la tal requisito y por ende el plan de Dios fue que Él tomara nuestro lugar; y que muriera por nosotros derramando su sangre (Hebreos 9:26).

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Jesús, en la última cena les dijo a sus discípulos:

26 Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. (Mateo 26:26-28 – LBLA).

1 Pedro 1:18‭-‬19 Redimidos por la sangre de Cristo
Ya no hay lugar para tristeza
Como se aplica la redención a nuestra vida

La sangre de Jesús sirvió entonces para el pago del rescate, y fue solo por medio de ella que Jesús pudo redimirnos. Como consecuencia, la justificación llega a los hijos de Dios cuando se utiliza la sangre de Cristo para pagar las deudas por sus pecados; luego de lo cual, con la deuda ya saldada, Dios nos considera justos.

El valor de esa sangre por lo tanto, alcanza sobradamente para pagar por el precio de nuestro rescate. Y al hacerlo, la santidad de Dios está en paz con su justicia, y ambas están equilibradas y satisfechas; por lo tanto el amor de Dios puede ya abrazarnos, y nosotros tenemos el camino allanado para poder ser sus hijos.

Dicho de otra manera, al creer en Jesús, arrepentirnos de nuestros pecados y aceptarlo como nuestro Rey y Señor; su sangre nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7; hechos 3:18-19). Y por lo tanto Dios puede vernos a través del sacrificio de su Hijo, sin que nuestros pecados pasados interfieran entre Él y nosotros (Romanos 5:10-11).

Es a partir de ese momento Dios nos considera justos y el evento de la redención se da por cumplido en nuestras vidas. Luego de este evento comenzamos a ser hijos de Dios; y el Espíritu Santo comienza a morar en nuestras vidas; y a trabajar en el proceso de nuestra santificación. Es entonces cuando podemos ser llamados hijos de Dios.

Dos textos más

Pablo nos habla sobre esto mismo en Romanos, él dice que es a Cristo,

23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, (Romanos 3:23-25 – RVR1960).

Por su lado Juan, en el Apocalipsis escribe lo que cantaban los santos que habían sido salvos,

Y entonaban este nuevo cántico:

«Digno eres de recibir el rollo escrito
    y de romper sus sellos,
porque fuiste sacrificado,
    y con tu sangre compraste para Dios
    gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.
10 De ellos hiciste un reino;
    los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios,
    y reinarán sobre la tierra».

(Apocalipsis 5:9‭-‬10 – NVI)

Todo esto lo hizo Dios por nosotros para que podamos ser sus hijos; rescatándonos así de nuestra condición de esclavos del pecado y por tanto de nuestra:

Vana manera de vivir

Este tipo de vida es la que caracteriza a aquel que no tiene un propósito en la vida. Que no sabe para qué vive; que solo busca su propia satisfacción; o quizás, alguien quien esté en una búsqueda de un propósito, pero todavía no lo ha encontrado, y por lo tanto su vida no tiene ningún rumbo fijo.

Los cristianos debemos reconocer que antes de conocer a Dios, cuando estábamos lejos de Él y no contábamos con la redención de nuestras vidas, nada tenía un sentido tan firme; y por ende, todo carecía de verdadero propósito. Vivíamos sin Dios y sin esperanzas en este mundo (Efesios 2:12).

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Ésta era también la vida que caracterizaba a los receptores de la carta de Pedro. Por eso él le dice que ahora su vida sí tiene sentido. Y esto es porque han sido rescatados con un propósito, obedecer y ser rociados con la sangre de Cristo (1:2); y entonces ser santos sacerdotes de Dios, que anuncian sus virtudes y la salvación al resto del mundo (2:9).

1 Pedro 1:18‭-‬19 Redimidos por la sangre de Cristo
Nuestra salvación costó demasiado

¿Pero cuál es el costo de ese rescate? ¿Es algo que se hubiese podido pagar con riquezas terrenales? El apóstol deja bien claro que cualquier tipo de riqueza tiene un valor minúsculo en relación con la sangre de Cristo. Que todo lo que el hombre natural codicia, al final se corrompe y echa a perder. Pero nosotros fuimos rescatados,

No con cosas corruptibles, como oro o plata

El apóstol pretende dejar bien en claro que cualquier cosa de valor, contrastada con la sangre de Cristo, es algo insignificante. Ni siquiera el oro o la plata, que en nuestras sociedades son muy valorados, pueden llegar a tener tanto significado para los que somos de Cristo.

En contraste con estos tesoros, la sangre de Cristo es el único medio para la obtención de la salvación; y junto con esta última, la vida eterna y la inmensa herencia que nos espera en los cielos. Nada de esto se  hubiese podido obtener sin esta sangre. En el libro de Apocalipsis, Juan nos dice:

y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra.

Al que nos ama
    y que por su sangre
    nos ha librado de nuestros pecados,
al que ha hecho de nosotros un reino,
    sacerdotes al servicio de Dios su Padre,
¡a él sea la gloria y el poder
    por los siglos de los siglos! Amén.

(Apocalipsis 1:5-6 – NVI).

En referencia a la durabilidad y al valor de la la misma, ésta es incorruptible y perdurable; y por lo tanto su valor se mantiene inalterable. Por ende, sin importar cuánto tiempo haya pasado desde que fue derramada, ella siempre ha de cumplir con su propósito; entonces, lejos de degradarse, permanece para siempre.

Ésta es la gran razón por la cual el apóstol Pedro la llama:

19

La sangre preciosa de Cristo

Ya hemos visto por qué tiene un valor tan alto para nosotros. Por lo tanto, al pensar en ella nos damos cuenta de por lo menos dos cosas, el gran beneficio obtenido, y el terrible sacrificio necesario.

Hay muchos que tienen el concepto de que la salvación es gratis, ya que no hay que pagar por ella; y por lo tanto, le dan poco valor. Éstos pierden de vista lo que se debió hacer, para que podamos disponer de ella.

Pero Cristo sí que padeció para lograr darnos esta posibilidad de salvación. No solo que debió dejar su gloria en el cielo y encarnarse aquí el la Tierra (Filipenses 2:6-8); sino que además debió sufrir mucho y después morir, haciéndeose maldición por nosotros. (Gá. 3:13).

Ésta es la gran razón que Pedro esboza para llamarnos a cumplir con lo que Dios quiere para nosotros. Él dice, el sacrificio fue muy grande, y ahora ustedes disfrutan de sus beneficios; por tanto, vivan como Él les pide, cumplan con su llamamiento.

1 Pedro 1:18‭-‬19 Redimidos por la sangre de Cristo
Seamos agradecidos a Dios

Para que ustedes logren ser salvos, Jesucristo debió morir en una cruz y cargar con los pecados del mundo sobre sus hombros. Y todo lo hizo por amor, sabiendo que era necesario para nosotros. Por eso él se presentó ante sus verdugos cómo:

Un cordero sin mancha y sin contaminación

Cuando Jesús fue a la muerte lo hizo como un cordero (Juan 1:29), sin abrir la boca, sin quejarse, sin defenderse. Todo lo hizo por propia voluntad, sabiendo cuál sería el resultado de su final. La salvación de nuestras almas era algo que Él tenía como meta, por lo tanto el precio, aunque alto, fue considerado como aceptable.

Cuando el apóstol nos habla de este cordero,muy posiblemente haya tenido en mente el requisito existente en el Antiguo Testamento, para el cordero que debía ser sacrificado por los pecados del pueblo (Levítico 9:2; Hebreos 9:19-22). El mismo tenía estos mismos requerimientos, debía ser puro y sin defectos. Solo así sería aceptable.

Nos faltaría tiempo para hablar aquí sobre la santidad de Jesús; de que fue tentado en todo pero sin pecado (Hebreos 4:15) y que vivió como un ejemplo para nosotros. Por eso solo vamos a agregar que Él fue el cordero en que se cumplía toda profecía. El murió una vez y para siempre. Nunca más se necesitarán otros sacrificios (Hebreos 9:11-14)

Cuán agradecidos debemos estar, cuanto amor deberíamos tener, cuántas ganas de comportarnos como hijos obedientes. Cuando vemos el gran amor de Dios, quien nos hizo tremendo regalo, teniendo que pagar tan caro por él; cómo no adorar su santo nombre, cómo no servirle como Él demanda, cómo Él se merece.

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Este es el mensaje de Pedro en estos versículos. ¿Qué haremos nosotros con este mensaje? Espero que lo que Dios está esperando. Dios lo acompañe, llene de sabiduría y le de de sus más ricas bendiciones. Amén.


1 Pedro 1:18‭-‬19 Redimidos por la sangre de Cristo


Le invito a seguir leyendo el comentario de este apasionante libro de 1ª Pedro a través de los siguientes links:

Índice

1 Pedro 1:17 Conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación

1:20 Cristo, predestinado para salvación y manifestado por amor


Nota:

Todas las Citas Bíblicas identificadas con LBLA fueron tomadas con permiso de LBLA – http://www.lbla.com

Las identificadas como NVI, fueron tomadas de:

Escritura de la Santa Biblia, NEW INTERNATIONAL VERSION®, NIV® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por Biblica, Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Las identificadas como RVR1960, fueron tomadas de:

la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.


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11 respuestas a «1 Pedro 1:18‭-‬19 Redimidos por la sangre de Cristo»

Muchas gracias porque a mi se me apareció el Señor Jesús con su cruz y lleno de sangre y yo no entendía y un día me hablo y me dijo Cuando me vas a llevar de vuelta a casa? Y desde entonces mi vida cambio pero vivía triste por tanto pecado y ahora leyendo su artículo comprendo todo me aclarado absolutamente todo en verdad muchas gracias

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Hola Walter, adelate! Siga leyendo y estudiando la Biblia. Conocer y servir al Señor es la mejor inversión de su vida.

Por nuestra parte, quedamos a disposición. Dios le bendiga!!

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Según su articulo, me queda suficientemente claro lo que es la redención : El pago del castigo que Cristo hizo por nuestrros pecados, mientras aún estamos viviendo; pero entonces, que es la Salvación?

BENDICIONES: Es experimentar la Gracia de Dios por Fe en Jesucristo, que al creer en Jesús y Arrepentirte de Haber Pecado contra Dios, Experimentaras, La salvación de Dios, A través de todo tu ser, Ahora no estarás en condenación eterna , sino en Vida eterna…CONCEPTOS DE LA SALVACIÓN, QUE SUCEDEN AL INSTANTEDE TU CONVERSIÓN, O NUEVO NACIMIENTO: REDENCIÓN, REGENERACIÓN, JUSTIFICACIÓN, SANTIFICACIÓN, ADOPCIÓN, EXPIACIÓN… Espero te ayude!

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Buenas tardes Dios les continúe bendiciendo. Muy hermosa y acertada toda la explicación de la cita. Me ha ayudado a ha clarar algunas cosas que ya había entendido pero, que quería estar más seguro. Gracias y bendiciones más.

Hola José, que alegría saber que haya disfrutado de nuestro trabajo. Si le es posible, por favor, ore por el ministerio. Dios le siga bendiciendo en todo y se siga revelando a su vida.

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